lunes, 30 de abril de 2018

¡Héroes!

La imagen del epílogo lo dice todo: a pesar del empate final frente a Gimnasia y Esgrima de Jujuy, y en definitiva, la no clasificación al torneo Reducido por el segundo ascenso a la próxima Superliga de Primera, todo el Nuevo Francisco Urbano, sin excepción, despidió de pie y con un aplauso cerrado, al mejor plantel y cuerpo técnico de los últimos 27 años, aquellos responsables de devolvernos la felicidad y esperanza futbolísticas, cambiando nuestras repetidas lágrimas de amargura, frustración e impotencia, por el llanto dulce de emoción contenida durante tanto tiempo.

Porque más allá del resultado, una contingencia mínima en comparación con todo lo mucho e inolvidable vivido en el presente ciclo, destinado de pleno derecho a quedar escrito en nuestra historia con letras de molde, entre las mejores y más entrañables páginas, y en la memoria emotiva y colectiva de los simpatizantes, como uno de esos equipos imborrables que repetiremos de memoria, de aquí en adelante, "aburriendo" con anécdotas a nuestros hijos más pequeños y nietos, la igualdad uno a uno del Gallo y el "Lobo" jujeño, en el Oeste, significará mucho más que la despedida formal de la temporada 2017/2018 de la Primera "B" Nacional, e implicará seguramente el cierre de un proceso soñado durante demasiado tiempo, y que en algún momento, aquellos que peinamos alguna que otra cana, pensamos que jamás volveríamos a vivir en carne propia, sorprendidos gratamente por este grupo inolvidable de futbolistas destacados y hombres de honor, casi cuando el destino nos había "derrotado" como hinchas, a resignarnos que las grandes consagraciones futbolísticas, eran sólo una quimera reservada a terceros, y que debíamos observar como algo ajeno por televisión, una, y otra, y  otra vez... Sin alternativa posible, ni mucho menos piadoso punto final, para un maltratado y "anestesiado" corazón de Gallo.

Y es que este plantel y cuerpo técnico, cumpliendo con jerarquía y profesionalidad su trabajo, pero también con "hambre de gloria" y respeto por los colores que les tocara defender como si fueran propios, aunque en la mayoría de los casos no fuera así, en apenas un par de años y con muy pocos cambios nominales, durante dicho ciclo, vinieron a reivindicar la dignidad humillada y a curar las heridas injustas y mal avenidas de todos los hinchas de Morón, recreando la posibilidad de soñar y de emocionarnos con la repetición de aquellas "gestas" en "sepia" de los '80 y los '90, hoy fundidos en abrazos impagables con nuestros hijos y nietos.

Enorme campeón de la Primera "B" Metropolitana 2016/2017, tras acceder a tal logro cinco fechas antes del final del torneo, ejerciendo una supremacía indiscutida y por momentos demoledora en los resultados, pero también en el juego, a partir de una propuesta tan generosa como desusada para la categoría; histórico semifinalista de la última edición de la "Copa Argentina" y tras recuperarse de un comienzo errático en el actual torneo "Nacional", sobreponiéndose fecha tras fecha a un plantel diezmado por lesiones, en buena medida, producto del esfuerzo de afrontar ambos campeonatos en gran nivel y hasta instancias decisivas, con 33 unidades lograse asegurar la permanencia tres partidos antes del cierre, de una categoría exigente y competitiva, y que determinara seis descensos al cabo de sólo 24 fechas, conservando la "yapa" de clasificar al Reducido por el segundo ascenso a la Superliga, hasta la jornada final, peleándola "mano a mano" con los jujeños, con una vergüenza deportiva admirable, pese a que el empate propio y los resultados ajenos le terminaran impidiendo la clasificación a ambos.

Y es que, luego de un primer tiempo con más lucha que situaciones concretas frente a los arcos (más allá de la presión ejercida por el Gallo en los primeros '20), máxime con la tranquilidad de una visita de buen pie en el mediocampo, y que por aquellos momentos se conformaba con "dormir" el desarrollo, a sabiendas que el empate parcial en cero, lo dejaba dentro del petit torneo por el segundo ascenso, en el complemento la actitud innegociable de un Morón que puede jugar mejor o peor, pero jamás transigir la entrega y búsqueda en los '90, comenzaría a jugar en campo de Gimnasia y Esgrima y a "apretar" al buen equipo jujeño contra su arco, generando algunas opciones de gol, hasta el penal malogrado por Emmanuel Giménez a los '11 de la etapa. y el gol de Javier Rossi (el décimo del goleador del Gallito en la temporada), diez minutos más tarde, luego de un gran gesto técnico para dejar en "ridículo" a los eficientes centrales rivales y ante la salida del arquero, tocarla con clase sobre su palo derecho.

Por desgracia, la alegría por una clasificación del Gallo al Reducido, que por entonces el 1 a 0 parcial lo ilusionaba, se esfumaría en apenas ciento veinte segundos, cuando de un centro desde la izquierda del ataque del "Lobo" jujeño, Mauro Buono aprovechara un rechazo corto en el área chica, para poner el empate que clasificaba a la visita.

Con el correr de los minutos, ante la necesidad ya de ambos, por las noticias que llegaban desde Carlos Casares y Rafaela, con los triunfos de Agropecuario y "La Crema", la última media hora de partido se haría de "golpe a golpe", con Milton Alvarez (una de las grandes figuras de la temporada, junto al "Bicho" Rossi, en el racconto de las 24 fechas), evitando el segundo de Gimnasia de Jujuy en un par de ocasiones muy claras del visitante y, como contrapartida, con un puñado de opciones manifiestas de gol, por el lado del Gallo, como la que tendría Facundo Pumpido, ya en el descuento, a partir de un cabezazo que se iría apenas ancho, cuando Javier Burrai, arquero del "Lobo", sólo podía "empujarla" afuera con la vista.

De todos modos, un triunfo postrero del Deportivo Morón, hubiese premiado el esfuerzo y la búsqueda local en los '90, pero tampoco lo hubiera clasificado al Reducido, puesto que la victoria en Carlos Casares, lo obligaba a convertir dos tantos más para desplazar del noveno puesto a Agropecuario Argentino, por diferencia de gol.

Con el pitazo final, y la eliminación de ambos (el Gallo con 33 y el "Lobo" con 34, quedarían a dos y un punto, respectivamente, del acceso al último "boleto" al Reducido), el aplauso cerrado y de pie de todo el Nuevo Francisco Urbano, sintetizaría el estado de ánimo del hincha de Morón que, más allá del resultado circunstancial, despidió al equipo ante el epílogo de la temporada y premió con su ovación de reconocimiento y gratitud, al mejor plantel y cuerpo técnico de los últimos 27 años, y fundamentalmente, al grupo de profesionales destacados y hombres de bien, que nos devolvieran la esperanza y la alegría futbolísticas, tras casi tres décadas, cambiando tanta lágrima de angustia repetida, por el llanto más hermoso de emoción en una cancha, propia o ajena.

Por todo ello, simplemente GRACIAS ETERNAS..., al plantel y cuerpo técnico que "alimentarán" de imborrables anécdotas, todas nuestras charlas futboleras, con amigos, hijos y nietos, desde este preciso instante y hasta el último latido de nuestros corazones

Los mismos corazones que reivindicaran y colmaran de una felicidad inolvidable y que perdurará por siempre.

¡Felices vacaciones y hasta el reencuentro, GALLITO NACIONAL!.



@elgallogustavo.




domingo, 29 de abril de 2018

"¡Cantemos todos que Morón está de fiesta, cantemos todos que en Morón es carnaval!..."

Tras el duro traspié en Campana, en el marcador y en el rendimiento individual y colectivo del equipo, el Deportivo Morón, ya asegurada su permanencia en la "B" Nacional, durante la venidera temporada, se jugará su última "carta" de ingreso al torneo de Reducido por el segundo ascenso a la Superliga, cuando este lunes 30 de abril, a partir de las 15:35, reciba en el Nuevo Francisco Urbano la visita de Gimnasia y Esgrima de Jujuy, con el arbitraje de Ramiro López (acompañado de Nelson Leiva y Juan Del Fueyo, como asistentes uno y dos, respectivamente, más el conocido Gonzalo López Aldazábal en rol de cuarto árbitro) y sin televisación de aire, en partido correspondiente a la 25° y última jornada del Torneo de la Primera "B" Nacional, temporada 2017/2018.

Pese a la caída 3 a 0 frente a Villa Dálmine, en el peor partido del Gallo en toda la temporada, cayendo sin atenuantes por méritos ajenos, deméritos propios y algunas repetidas polémicas arbitrales, el equipo de Walter Nicolás Otta precisa de un triunfo ante los jujeños, para quedarse con el lugar de su rival del lunes en el Reducido, salvo que se produzca una combinación complicada de cuatro o cinco resultados de rivales directos, que aún con la victoria lo dejaran a afuera del sueño "Reducido" por el segundo cupo a la máxima categoría del fútbol argentino.

Sin Nicolás Martínez, ausente obligado, por haber llegado a las cinco tarjetas amarillas ante el "Violeta" de Campana, el cuerpo técnico del Deportivo Morón apuesta a la recuperación de alguno de los "soldados" con "averías", con especial hincapié en la defensa, tales los casos del capitán Emiliano Mayola (quien, de integrar el once de inicio, deberá cuidarse de resultar amonestado, ante la eventualidad de la disputa del Reducido) y del uruguayo Sebastián Martínez Aguirre, de más complicada recuperación para este lunes.

Así las cosas, y ante un Nuevo Francisco Urbano que presagia tal vez la mejor concurrencia en toda la actual temporada, dada la resolución de la directiva de, finalmente y tras dar marcha atrás en su decisión original, no cobrar adicional alguno a los socios, lo que sumado a la importancia de un partido determinante para el futuro inmediato del Gallito, auguran un marco de gente imponente para festejar el acceso a un histórico petit torneo por el ascenso a la Superliga o, en el peor de los casos, para despedir de la manera que se merece, a un plantel y cuerpo técnico que, en algo más de dos años, nos regalaran los momentos futbolísiticos más felices e inolvidables de los últimos 30.

Con una depuración importante en ciernes, producto lógico de un proceso que en algunos casos particulares han llegado a su final, con toda la gloria y el reconocimiento de los logros obtenidos en dicho lapso, el más exitoso desde 1990 a esta parte, el cotejo ante los jujeños constituye bastante más que el cierre de otro campeonato imborrable, que puede incluir como ciclo, a la histórica semifinal durante la última "Copa Argentina", e incluso que la clasificación misma, con lo que ello significa, para un grupo de jugadores que no sabe de imposibles y que se agranda en las "paradas bravas", y merece nuestro reconocimiento y gratitud eternas, por el sencillo y mágico hecho de habernos devuelto la alegría y la ilusión perdidas en casi tres décadas de sinsabores, lágrimas de amargura y sueños postergados.

Así las cosas, por tres puntos que clasifiquen al sueño máximo de un nuevo ascenso, nada menos que a la Superliga, pero si no fuera así, para homenajear con el resultado que fuese, a este plantel de "guerreros" inolvidables, conducidos por el mejor cuerpo técnico en la historia del club, desde el "Gato" Norberto Salvador Daniele a nuestros días...

..."Cantemos todos que Morón está de fiesta, cantemos todos que en Morón es carnaval..." (y que la continúe cada lector en su casa, ¡a voz en cuello!).


@elgallogustavo.




Indiferencia electoral, nueva directiva y desafíos renovados

Este sábado 28 de abril, entre las 7 y las 17 hs. (en rigor de verdad, cierta demora obligó a iniciar el acto comicial alrededor de las 8), se desarrollaron las elecciones para renovación adelantada de autoridades en el Deportivo Morón, que al ofrecer una única alianza electoral de tres agrupaciones, de las cuatro actualmente en vigencia en la institución, constituiría en rigor una suerte de plebiscito, que consagraría como presidente, por un nuevo período de dos años, al actual titular del club, Alberto Rubén Meyer.

Con una baja participación societaria, tal vez producto de las inclemencias climáticas, sumadas a que dichos comicios se desarrollaren en sábado, en lugar de un domingo, como es de uso y costumbre habitual en nuestra y todas las instituciones, o quizá, como producto de la única "oferta" electoral, que atraería a votar a quienes naturalmente apoyan la continuidad de Meyer y, por el contrario, vacían de contenido la participación de quienes no avalan su gestión o mantienen diferencias con la misma, sólo 325 socios de los 3499 habilitados por padrón para votar, se trasladaron al Nuevo Francisco Urbano para sufragar, con 301 votos a favor de la única opción electoral (nucleada bajo el "paraguas" de la agrupación "Nuevo Gallo"), 21 en blanco (junto a los 301 favorables a la nueva comisión, constituyen los votos "positivos" del "prebiscito" reelectoral) y tres nulos.

Con el éxito futbolístico como mejor "carta de presentación" de la gestión que debió cesar a principios de junio de este año (triunfó en las elecciones del 5 de junio de 2016 y asumió tres días después, es decir, el 8 de junio del mismo año) y consensuó con las tres agrupaciones restantes el adelantamiento de las elecciones de este sábado, lo que generara razonables dudas sobre la legalidad y legitimidad del acto eleccionario, máxime al decidir la no convocatoria de respetados y reconocidos socios, como el caso del ingeniero Edgardo Walter Rodríguez, habitual responsable de las "comisiones electorales" en la mayoría de los últimos actos comiciales y, seguramente, uno de los consocios más idóneo y que más sabe en materia de Estatuto, sino el que más, en esta ocasión el reelecto presidente Alberto Meyer decidió su no concurso en el armado de la "ingeniería electoral", lo que en definitiva, iría en detrimento de la salubridad y legitimidad de una renovación de autoridades que entre muchos sectores, en convocatoria, tiempos, plazos y modos, no respondería a los preceptos estatutarios en esa materia.

Más allá de lo formal (con todo lo que ello conlleva de importancia y gravedad institucional), la nueva Comisión Directiva que asumirá en los próximos días, contará con desafíos trascendentes para el futuro institucional, como una deuda que iría en aumento durante los (casi) dos años de la gestión cesante antes de tiempo, o por lo menos que no disminuyera en ese mismo lapso, de las acreencias reales con que se topare la comisión saliente, y que poco tiene que ver con la deuda que fuera rubricada aquél 8 de junio de 2016, durante el acto de traspaso de mando de Pablo Sauro a Alberto Meyer, con algo más de tres millones refrendados por acta constitutiva, producto de aquellos pocos pasivos que pudieran respaldarse con documentos al momento de la firma, y que meses después, constituyeran sólo la "punta del iceberg" de una deuda mucho más grande, y que lejos de ser saneada o disminuida, vería incrementarse en la última gestión de Alberto Meyer, buena parte de ella, contraída con el reelecto presidente y que debiera ser aprobada por sus ex pares de comisión, en los meses anteriores al adelantamiento de las elecciones de la víspera.

Así las cosas, otro desafío que deberá afrontar la nueva Comisión Directiva, será la de procurar consensos y entendimientos diarios hacia adentro, luego de una última experiencia dirigencial que fracasara en ese aspecto, por el "doble juego" de un presidente que pecara de un personalismo desmedido y una errática tendencia a "premiar" la obsecuencia y despreciar la crítica interna o las voces disidentes, y al mismo tiempo, de compañeros de gestión (no todos, por supuesto, pero en su mayoría) que no estuvieran a la altura de la circunstancias y que lejos de fomentar la unión de conjunto, generaran roces, intrigas "palaciegas" y divisiones (por meros posicionamientos o pequeños y mezquinos espacios de poder), dentro de un grupo que jamás lograra consolidar un espíritu de "cuerpo", ni muchos menos un proyecto en común. Lo que, en definitiva, nos habla de un estilo y modo determinados y nada casuales de "conducción".

Fracaso colectivo innegable y hasta previsible, que incluyera a casi todas las áreas, salvo un par de excepciones, y que, claro está, alcanza en la consideración particular de cada lector, a quien suscribe, que como algunos sabrán formara parte de la anterior CD, hasta que las propias internas decidieran (en ausencia) el apartamiento inconsulto e intempestivo como jefe de prensa (por resistir el "avance" interno, también sobre prensa, del grupo "Pinar de Rocha", a través del "mascarón de proa" de un pseudo departamento de Marketing, encargado a un "buffetero" y representante del empresario de la "noche") y, ante ello, un día después, la renuncia indeclinable como secretario de actas.

Puesto que de la ineptitud y la inoperancia es factible volver, pero de la "mala leche", los intereses personales creados (sin importar los del club), la "rosca" cobarde y subterránea, así como de la operación política artera y por la espalda, nunca y bajo ninguna circunstancia. En pocas palabras: la traición no tiene retorno ni la tendrá jamás.

En definitiva, con mejor calidad dirigencial y material humano, por lo menos desde el a priori, este sábado 28 de abril tuvieron lugar, con un bajo nivel de participación societaria, las cuestionadas y cuestionables elecciones para renovación de autoridades en el Club Deportivo Morón, que en presencia de una única opción electoral, ante el acuerdo alcanzado y la alianza electoral sellada entre tres de las cuatro agrupaciones vigentes en la actualidad, dicho adelantado prebiscito extendiera la presidencia de Alberto Rubén Meyer, cuanto menos, por dos años más.

La nueva Comisión Directiva:

Presidente: Alberto Meyer
Vicepresidente 1°: Roque Labbozzetta
Vicepresidente 2°: Juan Carlos Pini
Secretario: Fidel Mannise
Prosecretario: Enzo Forti
Secretario de Actas: Luciano Guaglianone
Tesorero: Germán Rivadeneira
Protesorera: Roxana Bárzola

Vocal Titular 1°: Oscar Richelet
Vocal Titular 2°: Manuel Aguirre
Vocal Titular 3°: Aníbal Labbozzetta
Vocal Titular 4°: Carlos Rodríguez
Vocal Titular 5°: Gastón Peppa
Vocal Titular 6°: Alejandro Lamónica
Vocal Titular 7°: Javier Zuleta

Vocal Suplente 1°: Ariel Remolina
Vocal Suplente 2°: Fabian Kaplan
Vocal Suplente 3°: Julio Mancilla
Vocal Suplente 4°: Luis Hernández
Vocal Suplente 5°: Claudio Capurro
Vocal Suplente 6°: Pablo Labbozzetta

Comisión Fiscalizadora:

Revisor de Cuentas Titular 1°: Daniel Messina
Revisor de Cuentas Titular 2°: Daniel Castillo
Revisor de Cuentas Titular 3°: Fernando Bellido
Revisor de Cuentas Suplente 1°: Jorge Prado
Revisor de Cuentas Suplente 2°: Esteban Salinas



@elgallogustavo.



domingo, 22 de abril de 2018

Morón jugó mal y perdió bien, con renovadas polémicas

El Deportivo Morón llegaba a su siempre complicada "parada" en Campana, con la tranquilidad de haber asegurado la permanencia en la categoría, con su triunfo de la semana anterior frente a Sarmiento de Junín, y con las ganas renovadas de ir en procura de nuevos y más ambiciosos objetivos, como la clasificación al torneo Reducido de la "B" Nacional, para luego jugar a "suerte y verdad", en cualquier mano a mano que le tocare disputar, la posibilidad enorme de "pelear" por el segundo ascenso a la Superliga.

También arribaba al "Coliseo de Mitre y Puccini", como se lo conoce al modesto aunque coqueto estadio de Villa Dálmine, con el "mal (o deberíamos decir "mar") de ausencias" que lo persigue desde hace un buen rato, con el insustituible Sebastián Martínez Aguirre "entre algodones", el capitán Emiliano Mayola desgarrado y, desde el calentamiento previo al cotejo con el "Violeta", la baja inesperada de Facundo Pumpido, que de titular desde el arranque pasaría a ver el partido desde la platea, con la inclusión a último momento de Damián Akerman entre los once, y de Lautaro Formica en el banco.

Con todos estos contratiempos repetidos y a los cuales el temperamento único de este plantel, fuera capaz no sólo de sobreponerse para convivir con el infortunio físico "nuestro de cada fecha", sino hasta "acostumbrarse" y disimular faltantes y falencias lógicas, a base de generosa entrega, humildad de conjunto, solidaridad grupal y actitud innegociable dentro de la cancha, cualquiera que fuese la suerte final del resultado ocasional.

Sin embargo, hace también bastante tiempo que este equipo de Walter Otta no viene jugando bien, carente de generación de juego y de profundidad en el arco de enfrente, sumados a los graves desacoples que evidencia en su última línea, potenciados por los "remiendos" que, jornada tras jornada, debiera soportar de manera obligada, lo que también ha sabido sustituir gracias a todas aquellas virtudes referidas anteriormente.

Y la tarde de Campana no resultaría la excepción, a este "cóctel" de falencias e infortunios conocidos, agravados, por un lado, por la fortuna de un local que comenzaría a "destrabar" el desarrollo desde el mismo "amanecer" del juego, cuando a los '9 de iniciado el partido, el "9" de Villa Dálmine, Jorge Córdoba, aprovechara las ventajas de una defensa vulnerable para quedar cara a cara con Milton Alvarez y "fusilarlo" con tiempo, espacio y sin atenuantes ni contemplaciones.

Y es precisamente allí, donde aparecería una vez más, el último factor a tener en cuenta para explicar el 0-3 de la fallida "excursión" por el norte de la provincia de Buenos Aires, cuando dos minutos más tarde, y luego de un tiro de esquina en favor del "Violeta" y un remate posterior en el poste derecho de Milton, la pelota le quedara a Marcos Rivadero, uno de los mejores del partido, para definir en soledad y con absoluta facilidad, para decretar antes del primer cuarto de hora de partido, el 2 a 0 casi lapidario para las aspiraciones del Gallo... Eso sí, el gol de Rivadero debió ser anulado por una flagrante y evidente posición adelantada del autor del tanto, que sólo un paupérrimo árbitro como Pablo Diaz y su asistente número uno, Mauro Ramos Errasti, resultarían incapaces de percibir o quizá peor, de invalidar a pesar de haber visto la posición adelantada del volante local, vaya uno a saber por qué "extrañas" razones, pero siempre para estas alturas decisorias de los torneos de AFA.

Si Morón había hecho poco y nada antes del 0-2, de los '11 del primer tiempo en adelante intentaría simplemente recuperar la "vertical" futbolística, aunque siendo superado en todos los sectores del campo de juego, por un once de Felipe De La Riva que resultaría francamente superior a la visita, en especial durante los primeros '45, donde podría haber estirado aún más la ventaja, por las virtudes y confianza de sus hombres de punta y, al mismo tiempo, las dudas defensivas del Gallo, profundizadas a partir de la salida anticipada, sobre la media hora de partido, de un lesionado Sebastián Martínez Aguirre.

El complemento casi que estaría de más, con un Dálmine cómodo con la ventaja y sin pasar mayores sobresaltos en su última línea, más allá de un par de tiros libres desviados y dos ocasiones más, uno en un anticipo de Matías Pardo (en la primera que tocara, tras su ingreso en lugar de Damián Akerman) y más tarde en una buena entrada de Nicolás Ramírez, quien ensayaría un remate potente y apenas alto, para el arco de un más que tranquilo Martín Perafán, arquero del "Viola".

Cuando el partido se extinguía, con un 2 a 0 acorde al trámite de un partido dominado casi a voluntad por el local, a excepción de un breve lapso del segundo tiempo, donde Morón obligaría a retroceder sobre su propio campo al local, en buena medida, por impulso del buen ingreso de Gerardo Martínez, quien volvería a dejar una imagen favorable y a modificarle, aunque sea de manera momentánea, la cara a un equipo de semblante "pálido" en la tarde de Campana, nuevamente haría su aparición un Pablo Díaz que durante todo el complemento se dedicaría a "muñequear" el partido desde la mitad de cancha y a permitir el juego brusco de ambos lados, tanto que en algún momento, su incapacidad y permisividad a poco estarían de desnaturalizar un cotejo de trámite tranquilo.

Y para terminar su "obra" personal, o su "unipersonal" dentro del juego de conjunto, en el segundo minuto de descuento habría de sancionar un penal inexistente y hasta ridículo en favor de un Villa Dálmine, que al contrario de lo que ocurriese un par de fechas atrás, con Quilmes y Héctor Paletta, no necesitaba de "colaboración" arbitral alguna para imponerse con absoluta justicia sobre un opaco Gallo.

Un par de minutos más tarde, Federico Jourdan cambiaría el "regalito" por gol, para establecer el 3 a 0 definitivo, con el que concluiría la siempre compleja visita del Deportivo Morón al "Coliseo de Mitre y Puccini".

Sin lugar para las excusas, Morón jugó mal y perdió bien, aunque otra vez las sanciones discrecionales y erráticas de las ternas arbitrales, resultarían determinantes para el desarrollo del encuentro, con un gol convalidado en clara posición adelantada, a los '11 del primer tiempo y hallándose la visita aún "en partido" (0-1) y el penal insólito e inexistente en tiempo adicionado al reglamentario, nada menos que el tercero sancionado en contra, en igual cantidad de partidos.

Puesto que, "si las brujas no existen, pero que las hay, las hay"..., menos mal que el Deportivo Morón aseguró su permanencia en la categoría, una semana atrás, con el triunfo en el Oeste ante Sarmiento de Junín.

Ahora, espera Gimnasia y Esgrima de Jujuy, en el Nuevo Francisco Urbano, por la jornada de cierre de la actual temporada 2017/2018 de la Primera "B" Nacional, donde el Gallo no dependerá sólo de un triunfo propio para clasificarse al torneo Reducido por el segundo ascenso a la Superliga.

En definitiva, con independencia del resultado ante los jujeños, la suerte final respecto de la clasificación o no al Reducido, y a pesar de la "sugestiva" y determinante injerencia  negativa de los fallos arbitrales en los últimos dos cotejos de visitante, desde este espacio no nos quedan más que palabras de reconocimiento y gratitud para este maravilloso ciclo futbolístico y para un grupo de jugadores y cuerpo técnico que nos devolvieran la ilusión, la alegría y las lágrimas de emoción, después de 27 años de sinsabores, decepciones y "sueños rotos".

GRACIAS. ETERNAS. POR SIEMPRE.


@elgallogustavo.





sábado, 21 de abril de 2018

A Campana, por sueños nada "Reducidos"

Consumado el primer y gran objetivo de la temporada, esto es, asegurar matemáticamente la permanencia en la categoría, con prescindencia de los puntos que sumen sus rivales en la lucha por evitar nada menos que seis descensos, ahora el Deportivo Morón tiene puesto su nuevo "norte" en clasificar al torneo Reducido por el segundo ascenso a la Superliga, sueño postergado en casi medio siglo, que constituiría un cierre de ciclo maravilloso para un plantel que nos ha devuelto la alegría futbolística, tras casi tres décadas de decepciones repetidas y desilusiones que parecían no tener fin.

En ese contexto, este domingo a partir de las 15:30, el equipo de Walter Otta volverá a su "casa materna", cuando el Gallo deba visitar a un siempre complicado Villa Dálmine, en el "Coliseo de Mitre y Puccini", en Campana, con el arbitraje de Pablo Díaz, acompañado de Mauro Ramos Errasti y Gisela Trucco, como asistentes uno y dos, respectivamente, sin televisación de aire, en cotejo correspondiente a la 24° y anteúltima fecha del Torneo de la Primera "B" Nacional, temporada 2017/2018.


Con la vuelta asegurada de Matías "Pichin" Pardo, luego de cumplir la jornada de suspensión ante Sarmiento de Junín, por haber alcanzado el límite de las cinco tarjetas amarillas acumuladas, el cuerpo técnico del Gallo se ilusiona con la permanencia en el primer equipo del uruguayo, Sebastián Martínez Aguirre, figura determinante para al balance y la solvencia de la última línea del Deportivo Morón, máxime en ausencia del capitán, Emiliano Mayola, recuperándose de un desgarro.


Si bien Sebastián Martínez, ya regresó de gran forma al once que consiguiera la salvación definitiva del descenso, ante el "Verde" de Junín, en el Oeste, al día siguiente un parte médico oficial dio cuenta de un supuesto esguince de rodilla, sufrido por el "oriental" durante el cotejo con Sarmiento, lo que puso en duda su presencia en Campana, algo que finalmente sería desmentido públicamente por el propio jugador.


Entre los que están "en capilla", en materia de amonestaciones y deberán cuidarse de recibir la quinta, que determinará su ausencia en la fecha de cierre de la actual temporada, frente a Gimnasia y Esgrima de Jujuy, en el Nuevo Francisco Urbano, el único seguramente en cancha con ese riesgo, será Nicolás Martínez, puesto que el otro con cuatro amarillas es precisamente el referido Mayola, ausente ante el "Violeta" de Campana.


Sin Rodrigo Díaz entre los concentrados, por segundo partido consecutivo, evidentemente aún no reestablecido de la tendinitis rotuliana que lo viene aquejando, el plantel del Gallo concentrará desde las 21 en el "Hotel Plaza" de Campana, para allí pasar la noche y agotar las horas que median hasta el trascendente encuentro de este domingo a las 15:30.


Con la tranquilidad de la permanencia asegurada, a todo o nada en Campana, por tres puntos decisivos para consolidar el ingreso al Reducido.


Sin "techo" para los sueños, vamos por más ante Villa Dálmine.


Tan cerca de los anhelos más deseados, que da miedo. Pero del bueno, del que emociona con sólo pensarlos y pronunciarlos en voz alta.





@elgallogustavo.






El 28 de abril, elecciones, con lista de unidad

Finalmente y tal como se preveía, el próximo sábado 28 de abril, entre las 7 y las 17, habrá elecciones para renovación de autoridades en el Deportivo Morón, adelantándose en algo más de un mes dichos comicios, ya que la actual Comisión Directiva se adjudicara el triunfo el 5 de junio de 2016, asumiendo tres días más tarde, es decir, el 8 de junio del mismo año.

Con el actual presidente, Alberto Rubén Meyer a la cabeza, una sola opción electoral tendrá el venidero acto comicial, dado que las agrupaciones vigentes al momento de la convocatoria a elecciones, lograron acordar la conformación de una lista única, que reúne a tres de los cuatro conglomerados políticos existentes legalmente a la fecha, mientras que la cuarta agrupación, en tanto, si bien decidiera no sumarse a la lista de unidad, convendría colaborar con la misma, aportando recursos humanos en las futuras subcomisiones a formarse, así como, seguramente, también comprometerá asistencia económica, contactos y logística.

De este modo, nuevamente Alberto Meyer tendrá la responsabilidad de comandar los destinos de una institución que, por su magnitud presente, hace tiempo que necesita del concurso de todos los actores políticos con presencia permanente, para procurar compatibilizar el éxito futbolístico y la expansión de todas sus actividades, con una realidad institucional "achatada" por la coyuntura económica nacional y local, y por una errática política oficial en ese sentido, tal vez y en buena medida, por la mala elección de los responsables, encargados de llevar a cabo la tarea de "hacer crecer" al club, más allá del fútbol profesional.

En esta ocasión, un histórico como Roque Labbozzetta acompañará a Alberto Meyer como vicepresidente primero, mientras que Juan Carlos Pini, otrora compañero de fórmula del extinto e inolvidable Miguel Angel "Quito" Pizarro, ocupará el lugar de vice segundo, dentro de una lista que, a grandes rasgos, y a diferencia de la que se impusiera en las elecciones de junio de 2016, apuesta a la experiencia dirigencial y la solvencia económica en varios de sus integrantes, en lugar de la "juventud" que caracterizara a muchos de los miembros de la gestión aún vigente, sin "rodaje" en la "lides" directivas, ni mucho menos condiciones financieras para "repartir" el peso de la exigencia económica con el propio Meyer.

Quizá, para más de uno, hablar de "lista de unidad" los pueda (lógicamente) retrotraer a tiempos de despilfarro económico y mediatización de las decisiones de política interna, en manos de un grupo foráneo con intereses de permanencia o "resistencia" partidaria, que nada tenían que ver con las necesidades y problemáticas institucionales, pero en este caso, la gran y decisiva diferencia radica en que, con mayores o menores coincidencias, identificaciones o simpatías personales, se trata de una "unidad" (no "amontonamiento") integrada por 26 próximos dirigentes, todos ciento por ciento del "riñón" de la institución, sin advenedizos, ni "paracaidistas", ni "mesías" con contactos políticos partidarios y "cajas" comunales, absolutamente ajenos e indiferentes a la idiosincrasia e historia del Deportivo Morón.

Asimismo, no resulta menos cierto que el déficit que "hereda" la actual gestión (alrededor de 700 u 800 mil pesos mensuales de "rojo"), exitosa desde lo futbolístico (con el mérito de continuar y confirmar el virtuoso camino emprendido por sus antecesores, en materia de plantel y cuerpo técnico), pero con grandes asignaturas pendientes en lo institucional, financiero y administrativo, se revela en la escasa cantidad de vigentes miembros de Comisión Directiva, que renovarán su honor representativo en la futura administración del club, lo que en definitiva, o bien evidencia el fracaso del grupo dirigencial actual. o bien la potenciación de una manera de "entender" el poder, exacerbadamente personalista en el caso de Alberto Meyer, o en la convergencia de ambas razones.

Como sea, y seguramente con "heridos" en todos los sectores, como suele suceder en este tipo de acuerdos de "cúpula", entendemos que puede constituir un auténtico punto de inflexión en nuestra compleja y "ajetreada" política interna, a partir de un entendimiento que supere los egos personales para avanzar en objetivos comunes y trascendentes, a fin de sentar las bases de una suerte de "confluencia moronense", al mejor estilo de la política partidaria chilena, donde los dirigentes se alternen en el poder y más allá de quienes ocupen cargos representativos, existan siempre "políticas de Estado" permanentes, a través de los tiempos y las generaciones, sobre las grandes problemáticas institucionales y societarias, que vayan mucho más allá de los nombres propios, los egocentrismos o los intereses de figuración personales.

En definitiva, el próximo sábado 28 de abril, entre las 7 y 17 hs.., 3499 socios estarán en condiciones de votar a la única lista que se presentará en los comicios de renovación de autoridades, en una elección que con forma de plebiscito (por tratarse de una única opción), procurará legitimar con un alto nivel de participación y aceptación en las urnas, los enormes desafíos por venir, en lo futbolístico, pero fundamentalmente en lo institucional, intentando conjugar el crecimiento sostenido (con mayores niveles de inclusión y contención social), con un desarrollo económico y financiero sustentable, "a caballo" de un modelo de club moderno y previsible, asentado en el respeto, la convivencia y la tolerancia internas, que cimenten la expansión, proyección y prestigio externos.

Ojalá aprendamos del pasado reciente, y esta vez sí, lo logremos entre todos.

PRESIDENTE: Alberto Meyer

VICEPRESIDENTE 1ro: Roque Labbozzetta
VICEPRESIDENTE 2do: Juan Carlos Pini


SECRETARIO: Fidel Mannise
PROSECRETARIO: Enzo Forti


SECRETARIO DE ACTAS: Luciano Guaglianone


TESORERO: German Rivadeneira
PROTESORERA: Roxana Barzola


VOCALES TITULARES: Oscar Richelet; Manuel Aguirre; Anibal Labbozzetta; Carlos Rodríguez; Gastón Peppa; Alejandro Lamónica y Javier Zuleta.


VOCALES SUPLENTES: Ariel Remolina, Fabián Kaplan, Julio Mancilla, Luis Hernández, Claudio Capurro y Pablo Labbozzetta.


COMISIÓN FISCALIZADORA:

TITULARES: Daniel Messina, Daniel Castillo y Fernando Bellido.


SUPLENTES: Jorge Prado y Esteban Salinas.



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martes, 17 de abril de 2018

Pablo Díaz, el árbitro para la "excursión" del Gallo a Campana

Luego del trascendente triunfo del Deportivo Morón frente a Sarmiento de Junín, que permitiera confirmar matemáticamente la permanencia del Gallo en la "B" Nacional, durante la próxima temporada, este martes en la AFA se determinaron los árbitros encargados de dirigir los partidos de la categoría, del venidero fin de semana, jornada 24° y anteúltima del certamen, en la que el equipo de Walter Otta procurará traerse un buen resultado de Campana, para consolidar su actual ubicación entre los clasificados al Reducido por el segundo ascenso a la "Superliga", claro que enfrente tendrá al siempre complicado Villa Dálmine, en el "Coliseo de Mitre y Puccini", en Campana, el próximo domingo 22 del corriente, a partir de las 15.30, sin televisación de aire y el arbitraje de Pablo Díaz.

Con un único antecedente en al presente temporada 2017/2018 de la Primera "B" Nacional, en la derrota del jueves 16 de noviembre del año último, en el Nuevo Francisco Urbano, uno a cero frente a Instituto de Córdoba, por la octava fecha del torneo (cotejo sin expulsiones, pero en el que amonestara a Lautaro Formica, Emmanuel Giménez y Nicolás Martínez por el lado del Gallo), Pablo Díaz, perteneciente al SADRA, nació en San Salvador de Jujuy (aunque reside en Rosario), el 23 de octubre de 1979, habiendo debutado en Primera División en 2010, por la octava fecha del Apertura de aquél año, entre Argentinos Júniors y Banfield, en La Paternal, más precisamente el 25 de septiembre de 2010.

Como árbitro internacional, su debut se produciría el 6 de agosto de 2013, en la goleada 4 a 0 de River de Uruguay sobre Blooming de Bolivia, condición de árbitro FIFA que luego perdería en 2015.

Sin embargo, el dato más recordado en la carrera de Pablo Díaz, se remonta al 23 de mayo de 2010, en ocasión del partido de ida por la Promoción por el segundo ascenso a la "B" Nacional, entre el local, Ramón Santamarina de Tandil (subcampeón del entonces Torneo Argentino "A") y la Comisión de Actividades Infantiles (CAI) de Comodoro Rivadavia, quien procuraba mantener su sitio en el Nacional.

En aquél encuentro de ida, que arrojaría un empate final dos a dos con incidentes, la CAI alcanzaría la igualdad en el tercer minuto de los cuatro agregados por Pablo Díaz, lo que al término del partido originaría un escándalo de proporciones dentro del campo de juego, con invasión de varios particulares que consideraban un despojo por parte del árbitro, y la particularidad de la agresión de un colaborador del cuerpo técnico tandilense, al propio Díaz, quien reaccionaría persiguiendo y golpeando a su agresor, en un hecho tan insólito como lamentable.

Siete días más tarde, el 30 de mayo de 2010, la CAI daría cuenta sin atenuantes de Santamarina con un contundente 5 a 0, en Comodoro Rivadavia, para mantener la categoría. Sin embargo, el recuerdo de aquél "despojo", según la visión tandilense, jamás se olvidaría en los simpatizantes de Ramón Santamarina.

Finalmente, en la pasada noche del lunes 16 de abril, por la 23° jornada de la "B" Nacional, proviene de dirigir en el triunfo 2 a 0 de Quilmes, sobre Atlético de Rafaela, en el "Nuevo Monumental", habiéndole sancionado un penal a Quilmes (el tercero a favor del  "Cervecero", en los últimos dos partidos), a falta de diez minutos para el final del encuentro, que Ramiro Macagno, arquero de "La Crema" le atajaría a Matías Nouet, delantero visitante.


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¡Salud, Gallito "Nacional"!

El Deportivo Morón necesitaba sumar de a tres, luego de la derrota con regusto a "despojo", en el "Centenario" de Quilmes, para alcanzar finalmente la línea de los 32 puntos y con ello, alcanzar el primer y gran objetivo de la temporada: asegurar matemáticamente la permanencia, a falta de tres encuentros para el final del torneo de la "B" Nacional, con independencia de la cantidad de unidades que cosechen sus antagonistas, en la antipática y ansiosa lucha de eludir los seis descensos con que castiga en la presente temporada, una categoría que vive pagando "puertas adentro", los delirantes "laboratorios" puestos en práctica, para la disputa de los últimos campeonatos de la Primera o "Superliga", de acuerdo a su última y novedosa denominación.

Claro que para ello, necesitaba conseguir su primer triunfo en lo que va del año, en el Nuevo Francisco Urbano, condición de local en la que aún no había ganado, aunque tampoco perdido en 2018, con un puñado de empates que podrían haber sido más que ello, pero que habrían de escaparse por pequeños lapsus de concentración, luego de ponerse en ventaja (frente a Mitre de Santiago del Estero y Boca Unidos de Corrientes, especialmente) o en virtud de mínimos detalles futboleros, dentro de un certamen de la "B" Nacional caracterizado por una sorprendente paridad entre sus participantes, tanto que entre el actual líder (Aldosivi de Mar del Plata ) y el decimocuarto (el referido Mitre), sólo los separan diez puntos.

Encima, por si fuera poco, enfrente lo aguardaba Sarmiento de Junín, que de comenzar el presente año complicado en la tabla de los descensos, al igual que el Gallito, con una racha de cuatro sin perder y 33 unidades en la tabla, de acceder a una nueva victoria en el Oeste, hubiese podido situarse en la tercera posición, a sólo dos puntos del "Tiburón" marplatense.

Sin embargo, este Deportivo Morón acostumbrado a demostrar pruebas de carácter, en infinidad de "batallas" recientes, durante su histórica campaña de campeón en la "B" Metropolitana, hace poco menos de un año, y en varios partidos del presente y exigente torneo "Nacional", en especial durante el último semestre, sería capaz una vez más de sobreponerse a la bronca del "sospechoso" cotejo ante el "Cervecero", y por enésima vez a una contingencia de fuerza mayor, como las ausencias por una "enfermería" empeñada en evitar que el cuerpo técnico del Gallo, pudiese repetir equipo en dos partidos consecutivos desde hace un largo rato. 

Así las cosas, y dentro de un desarrollo en el cual había comenzado mejor, en los primeros '20 de la etapa inicial, con el regreso de Sebastián Martínez Aguirre en la zaga, para potenciar a un recuperado Valentín Perales, luego de su flojo desempeño en Quilmes, y ante una nueva ausencia obligada del capitán, Emiliano Mayola, y con el ingreso de Facundo Pumpido en sustitución de Rodrigo Díaz, para procurarle mayor compañía al "Bicho" Javier Rossi, el Deportivo Morón comenzaría apretando al "Verde" de Junín contra su última línea, hasta que la visita ajustara las marcas y emparejara el trámite, por virtudes de sus propios medios y el cansancio del exigente despliegue de los volantes del Gallo.

Sin embargo, y con Nicolás Ramírez como el "abanderado" de la búsqueda del arco de enfrente, con decisión para ganar en el "uno a uno" y vocación para encabezar todas las iniciativas ofensivas de un Morón con escasa generación de fútbol, dentro de un trámite parejo y disputado, el Gallo intentaría una y otra vez, en procura de ese triunfo tan necesario, generando las pocas y mejores opciones de desnivel en la etapa, tales como el remate desviado de Pumpido, luego del lateral de Paredes y la asistencia de Martínez Aguirre en el área, sobre los '30, o el remate apenas alto de Rossi tras el "pivoteo" de Pumpido a los '38 y la más clara de todas, en tiempo cumplido, con el buen remate de Leandro Guzmán, con destino de red, que un botín visitante se interpondría para enviarla al tiro de esquina.

Ya en el complemento, el equipo de Walter Otta regresaría de los vestuarios con la misma actitud de los primeros minutos de partido, propiciando un par de buenas aproximaciones, merced al buen partido del "Chaco" Guzmán y a un "Bicho" Rossi que empezaría a sacar diferencias en el "mano a mano" con los defensores de Sarmiento, preanuncio del desahogo enorme que sobrevendría unos cuantos minutos más tarde.

Promediando la segunda etapa, y a pesar de la ausencia de ideas de ambos lados, Morón no cejaría en su búsqueda del desnivel tan esperado en la noche del Oeste, aunque comenzando a padecer las contras de un Sarmiento ordenado y peligroso, que sobre los '17 a poco estuviese de amargar a todo el Nuevo Francisco Urbano, ante el remate de Nahuel Estévez que Valentín Perales rechazaría en la misma línea de gol.

Cuando el desarrollo parecía "achatarse" y la visita dar síntomas de comodidad con el punto, especulando con la necesidad local, para hallar espacios decisivos con el correr de los minutos, el ingreso de Gerardo Martínez por Leandro Guzmán, le otorgaría la cuota de pausa y fútbol de la que el Gallo adoleciera hasta su ingreso, a los '28 del segundo tiempo, mostrando con un par de "pinceladas" de su talento único, que podía resultar determinante para acompañar a Nicolás Ramírez, el mejor de la cancha, y abastecer a Facundo Pumpido y, fundamentalmente, a un "Bicho" Rossi que con su "olfato" goleador y su despliegue generoso de siempre, en poco minutos se subiría al podio de los más destacados de la noche.

Hasta llegar al anhelado minuto 29 del complemento, cuando tras un tiro de esquina desde la derecha, ejecutado por Ramírez, Facundo Pumpido la peinara en el primer palo, y ante cierta demora de la defensa en el rechazo, Javier Nicolás Rossi se la llevara de "Bicho" para ponerla a la diestra del alcance del arquero visitante y con su grito (el noveno en la campaña), desatar el desahogo atragantado en tantas gargantas dentro y fuera del estadio.

Con el uno a cero del Gallo, y lejos de conformarse con el desnivel, retrocediendo en el terreno, el equipo de Otta contaría con chances para liquidar el pleito, siendo la más clara de todas, el golazo convertido otra vez por Rossi, anulado de manera insólita por Luis Alvarez, a instancias del árbitro asistente, por un presunto off side tan infundado como los penales en la noche del "Centenario", hace casi una semana.

Ya cerca del epílogo, con Damián Toledo y Cristian Broggi en cancha, en lugar de Facundo Pumpido y Nicolás Ramírez, para sostener la "resistencia" del Gallo, un Morón acostumbrado a sufrir, casi por designio del destino, debería soportar en sus "arterias" cuatro minutos adicionados y el remate apenas desviado de Lucas Passerini, cuando el reloj marcaba con exasperante cadencia los '47 del segundo tiempo.

Hasta que Luis Alvarez pitara el final del partido y con él, el alivio contenido de todo el Oeste, hecho grito de triunfo y felicidad, para festejar por la primera victoria de local, nada menos que en el partido más trascendente, desde el 2 a 1 ante Platense, del 6 de junio de 2017, que decretaría el ascenso a la "B" Nacional: los tres puntos restantes para alcanzar la línea de los 32 puntos y, con ellos, asegurar el primordial objetivo de la permanencia en la categoría.

Ganó Morón y sigue siendo "Nacional", y encima ya despojado de la "mochila" del descenso, se ilusiona de pleno derecho con ingresar al Reducido, por el segundo cupo a la Superliga, a falta de dos encuentros para el cierre de la temporada.

Costó 17 años y 32 puntos... Cuesta escribir estas líneas con tanta felicidad en el corazón y el alma.

Más "Nacional" que nunca, ahora el Gallo va por un sueño de "yapa", que (¿casualmente?) anda cumpliendo nada menos que medio siglo.

32 de 32... Se acabó la cuenta regresiva (¡al fin!).

Y para este Morón nada es imposible, hasta el anhelo que creímos (durante casi tres décadas) más inalcanzable.

¡Salud, Gallito "Nacional"!.



@elgallogustavo.





domingo, 15 de abril de 2018

La esperanza ya no es "Verde", es "Blanca y Roja"

Luego de la derrota con amargo sabor a "despojo" del último martes en el "Estadio Centenario, Ciudad de Quilmes", el Deportivo Morón continúa a sólo un paso de alcanzar el gran objetivo de la tenporada que es asegurarse matemáticamente la permanencia en la categoría, con independencia de los puntos que cosechen sus rivales en la tabla de los promedios, en las últimas tres fechas del torneo, al que podría acceder definitivamente este lunes, a partir de las 20, cuando reciba a Sarmiento de Junín, en el Nuevo Francisco Urbano, con el arbitraje de Luis Alvarez (acompañado de Leonardo Frega y Pascual Fernández como asistentes uno y dos, respectivamente, más Lucas Di Bastiano en rol de cuarto árbitro), en encuentro correspondiente a la 23° fecha del Torneo de la Primera "B" Nacional, temporada 2017/2018, televisado por DirecTV.

Con la ausencia obligada de Matías "Pichin" Pardo, quien ante el "Cervecero" llegara a la quinta tarjeta amarilla, y seguramente del capitán Emiliano Mayola, que ante Quilmes fuera baja horas del antes del inicio del partido, el cuerpo técnico del Gallo "prenderá velas" por la recuperación de alguno de los "averidos" en condiciones de regresar, tales como los uruguayos Mauricio Alonso y Sebastián Martínez Aguirre, este último fundamental, para reforzar una defensa que viene "remendada" desde hace varias jornadas y que, como dijéramos, ante Quilmes perdiera también a su capitán y emblema, nada menos.

Con Nicolás Martínez como único jugador "en capilla" en materia de amonestaciones (Mayola también lo está, pero no sería de la partida), el Gallo buscará frente al "Verde" de Junín, deshacerse de una vez por todas, de esa molesta y pesada "mochila" que implica la permanencia en una categoría, cuyo retorno a la misma demorara 17 largos años e infinidad de decepciones y sueños rotos, para lo cual deberá sumar de a tres por primera vez en el año, en el Nuevo Francisco Urbano, para alcanzar finalmente la línea de los 32 puntos en el campeonato y con él, la salvación definitiva, para encarar los últimos dos encuentros con la "mira" puesta en exclusiva en clasificar al Reducido por el segundo ascendo a la Superliga.

Así las cosas, por tres puntos vitales que otorguen ese alivio tan anhelado, el Deportivo Morón recibe este lunes a Sarmiento de Junín, desde las 20, en el Nuevo Francisco Urbano, procurando darle la última "puntada" a su renovado cupo en el próximo torneo "Nacional", post "Copa Mundial de Rusia 2018".

Porque el color de la esperanza no es más el "Verde", desde ahora es el "Blanco y Rojo".

29 de 32.



@elgallogustavo.





jueves, 12 de abril de 2018

Luis Alvarez, el "pito" para Morón-Sarmiento, por tres puntos vitales y un arbitraje sin "sorpresas"

Este lunes 16 de abril, desde las 20, el Gallo recibirá en el Nuevo Francisco Urbano a Sarmiento de Junín, por la 23° fecha del Torneo de la Primera "B" Nacional, temporada 2017/2018, con el arbitraje de Luis Alvarez y la televisación de DirecTV.

En procura de volver a sumar de a tres, luego del "despojo" de la noche del martes 10 del corriente, en el "Centenario" de Quilmes, el Gallo buscará ganar por primera vez en el Oeste, en lo que va de 2018, con el objetivo de alcanzar (de una vez por todas) la línea de los 32 puntos y con ello, asegurarse matemáticamente su permanencia en la categoría, con independencia de los puntos que colecten sus rivales en la lucha por los promedios, en las últimas tres jornadas del certamen.

Con respecto al árbitro del encuentro frente a Sarmiento de Junín, Luis Alvarez registra un sólo antecedente en la presente temporada 2017/2018, arbitrando al Deportivo Morón, en el triunfo del conjunto de Walter Otta en el "Bautista Gargantini" de Mendoza, por uno a cero ante Independiente Rivadavia, con el golazo de Nicolás Ramírez, en la noche del viernes 16 de febrero, por la 15° fecha del torneo de la "B" Nacional.

Nacido el 14 de noviembre de 1972 (45 años), en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, bajo el nombre completo de Luis Guillermo Alvarez, de profesión abogado y enrolado en la Asociación Argentina de Arbitros (AAA), el árbitro designado para el venidero encuentro entre "La Lepra" mendocina y el Gallo, tuvo su debut en Primera División en 2009, en el "Libertadores de América", en oportunidad del triunfo de Newell's Old Boys, por uno a cero, en su visita a Independiente, en Avellaneda.

Tal vez, su recuerdo negativo más reciente, haya sido su errática actuación, del 19 de septiembre de 2015, en ocasión del triunfo de Boca Júniors por 3 a 1 ante Argentinos Júniors, en cotejo correspondiente a la 26° fecha del Torneo de Primera de aquél año, cuando en una acción claramente desleal, a los '32 del segundo tiempo, Carlos Tévez lesionara gravemente al juvenil volante del "Bicho", Ezequiel Ham, ocasionándole una fractura de tibia y peroné, que lo marginara de los terrenos de juego por un lapso mayor al año y medio, pudiendo finalmente regresar a las canchas, el pasado 23 de mayo de 2017. 

Jugador en la actualidad del FC. Gifu de la Segunda División del fútbol japonés, aquella durísima acción en perjuicio de Ham, no sería sancionada con la correspondiente expulsión, por parte de Luis Alvarez, árbitro del encuentro, siendo luego "parado", durante algunas fechas, por el Colegio de Arbitros de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA).



@elgallogustavo.





miércoles, 11 de abril de 2018

En un Conurbano inseguro, al Gallo lo "robaron" en el Sur

Era sabido que Quilmes frente al Deportivo Morón se jugaba buena parte de su "suerte" de permanencia en la categoría, puesto que un triunfo del Gallo lo colocaba a un paso de su segundo descenso consecutivo.

Era sabido que para el mismo "Cervecero" era una auténtica final, que no podía darse el lujo de perder, como ocurriera en el mismo "Estadio Centenario", jornadas atrás, frente a Ferro, All Boys ó Independiente Rivadavia de Mendoza.

Era sabido que el equipo de Mario Sciacqua debía ganar a cualquier precio, teniendo en cuenta que todavía debe quedar libre (nada menos que la 25° y última fecha) y más aún a partir del episodio de violencia acaecido en los días previos al cotejo con el Gallo, cuando un grupo de barras irrumpieran en el entrenamiento "quilmeño" y "apretaran" al primer equipo, en especial a Miguel Caneo, un histórico y verdadero "emblema" de Quilmes, durante los distintos procesos que el "Cervecero" viviese en los años precedentes, en la "bonanza" económica y deportiva de un plantel en Primera y de estrechos lazos con el poder político de turno (dentro y fuera del ámbito de la AFA) y en la actualidad de una crisis económica pavorosa, casi terminal, consecuencia del "saqueo" y despilfarro financiero que esos mismos "contactos" de alto rango gubernamental (alguno hasta habría de presidir, en los hechos, la institución del Sur), dejaran a su paso como el "reguero del pólvora" de la improvisación, la impunidad y la soberbia del poder político (y económico, por lógica) puesto a "conducir" los destinos de una institución deportiva centenaria (algo que, los propios hinchas de Morón conocimos y sufrimos en "carne propia" y "en primera persona", en el pasado reciente, y de cuyos desatinos imperdonables aún pagamos cuantiosas deudas económicas e institucionales).

En definitiva, insistimos y por todo lo expuesto, era sabido que Quilmes debía ganar como fuera.

Lo que no era sabido, aunque sí imaginable, que en algún punto, aquellas "influencias" del pasado podrían "intervenir" para garantizar un triunfo tan necesario, y vivido con tanto dramatismo, como pocas veces antes en la historia reciente del "Cervecero", a partir de la participación decisiva de alguno de los "actores" determinantes en el campo de juego del "Estadio Centenario, Ciudad de Quilmes".

Y es allí donde aparecería en escena Héctor Paletta, árbitro del encuentro y a la postre, factor fundamental del "triunfo" polémico, cuestionable y con "sabor a despojo" del local, para torcer el destino de un desarrollo que absolutamente desfavorable al Gallo, hasta los '30 del primer tiempo, un "guiño" de la suerte le permitiese al equipo de Walter Otta abrir el marcador, por intermedio de Javier Rossi, a los '38 de la etapa inicial, lo que hubiese potenciado el estado de nerviosismo generalizado, cercano al paroxismo, de no mediar el primer fallo insólito y vergonzoso en beneficio de las necesidades y urgencias de aquél centenario "Cervecero", "amigo" histórico del poder, hoy en franco, paulatino e inexorable estado de irremediable "descomposición" institucional y estrepitosa debacle deportiva.

Es que un par de minutos más tarde, desde que el "Bicho" Rossi capturara en el área el rebote de un rechazo defensivo de Federico Alvarez, en el botín derecho de Matías Pardo, para que el máximo goleador del Gallo en la temporada, con ocho tantos, definiera con un toque suave a la derecha de Emanuel Trípodi, Héctor Paletta convalidaría un penal absurdo, como pocas veces haya sido visto, de un desaprensivo Valentín Perales, de mal partido, que en lugar de intentar despejar el centro sin consecuencias al "corazón" del área de Morón, prefirió forcejear con Felipe Cadenazzi, el "9" local, para darle al árbitro del encuentro las razones aparentes para comenzar a revertir rápidamente una historia, que comenzaba a complicársele gravemente al elenco "quilmeño", claramente incapaz de convivir y asimilar el estado de desesperación de sus simpatizantes. al borde de un "ataque de nervios" colectivo.

Primer penal de la noche, que Jonatan Torres "cambiaría" por el empate, a los '42 del primer tiempo, a pesar de la intuición de Milton Alvarez quien habría de "adivinar" el palo, pero la eficaz ejecución del delantero local, convertiría en estéril el esfuerzo del "uno" del Gallo, que ya había impedido el gol de Quilmes, en un puñado de oportunidades, antes de la apertura del marcador de la visita.

Con el final del primer tiempo, quedaba la sensación amarga de un empate apresurado e inexistente, por el trámite que el gol de Rossi pudo haberle impreso al desarrollo futuro del partido, y Paletta no lo permitiera, lo que no obsta que Quilmes había sido mucho más en el juego que el Deportivo Morón, especialmente durante la primera media hora de juego, donde el Gallo sufriría el desarrollo y jamás podría hacer pie, convirtiendo en figura una vez más a Milton Alvarez, con escaso volumen de juego, nula presencia ofensiva (más allá del "debate" siempre solitario de Javier Rossi) y múltiples problemas en una defensa nuevamente "improvisada", con el regreso de Maximiliano Paredes y el ingreso de Damián Toledo (de correcto partido) como primer marcador central, en lugar de un lesionado Emiliano Mayola, convocado para el encuentro y luego convertido en nueva baja, en las horas previas al cotejo en el Sur.

En el complemento, "sobrevolaba" la duda si, Quilmes soportaría el paso de los minutos, con la presión asfixiante del "Centenario" ante la urgencia de un triunfo necesario y demorado, o si, como contrapartida, Morón sería capaz de usufructuar los espacios que comenzaría a dejar la desesperación local, animándose para ello a ser más ambicioso y adelantarse unos metros en el terreno de juego rival.

Una vez más, Hector Paletta dirimía el "entuerto" y disiparía las dudas de unos y otros, sancionando el segundo penal de la noche "quilmeña", ante un sutil agarrón de 20 segundos, de Emiliano Méndez, en perjuicio de Felipe Cadenazzi, quien a los '12 del segundo tiempo daría vuelta el resultado con una certera definición desde los doce pasos, al palo derecho de un Alvarez, quien esta vez habría de inclinarse por su poste zurdo.

En este segundo penal, que el "agarrón" existió, seguramente que sí, lo que desde lo reglamentario lo convierte automáticamente en infracción dentro del área, es decir, penal, Ahora, la polémica posterior a esta nueva sentencia de un Paletta de máximo rigor dentro del área visitante, se circunscribe a una pregunta sencilla: ¿cuántas de estas mismas infracciones se generan por partido, en todos los cotejos de cualquier categoría, y cuántas de ellas resultan sancionadas con penal?.

En el mismo sentido del presente razonamiento, a titulo personal de quien suscribe y como tal, susceptible de ser rebatido, puesto que un penal se trata de materia opinable, como el mismo fútbol en general, y todas las posturas resultan igualmente atendibles y válidas, aguardo con ansias renovadas y desde lo más profundo de mi corazón, poder "toparnos" alguna vez con un árbitro tan reglamentariamente "puntilloso" y riguroso como Paletta, y por lo tanto, capaz de sancionar dos penales idénticos y en un mismo partido, trascendental o no, en favor del Deportivo Morón, en el Nuevo Francisco Urbano.

Es que, en lo personal, y con 38 años de cancha, jamás logré "disfrutar" de algo similar a favor, en tantísimos encuentros, desde el '80 en adelante, lapso por que el "desfilaran" cientos de árbitros en las diferentes categorías que transitara el Gallo, desde entonces y hasta nuestros días, debiendo todos y cada uno de ellos, poner en práctica el mismo reglamento y criterio "rigorista" que evidenciara Héctor Paletta en la noche del martes, en el "Estadio Centenario".

Y si bien es cierto que Morón fue incapaz de lograr el empate, en los '33 restantes desde el desnivel de Quilmes y hasta el final del encuentro, a pesar de los ingresos de Facundo Pumpido, Gerardo Martínez y Damián Akerman, para terminar "partido" tácticamente, en su búsqueda del empate, sin mediocampo y con su línea de fondo jugando casi en mitad de cancha, en la noche rara de las polémicas y los fallos insólitos e inauditos de Paletta, nadie garantizaba que, ante otro eventual empate del Gallo, el árbitro del encuentro no detectara otra "infracción" en el área visitante, pasible de la sanción de un tercer y decisivo penal.

En definitiva, perdió Morón, luego de once cotejos sin conocer la derrota, y de racha invicta en condición de visitante en lo que va de 2018, aunque el objetivo sigue siendo el mismo y aún se halla a sólo tres unidades de distancia, a diferencia del "centenario" Quilmes, el "histórico amigo" del poder político de turno, hoy lejos del esplendor de otras épocas y en progresivo proceso de debacle deportiva y descomposición institucional, quien dependerá de la "ayuda" de varios "Palett"a, de acá y hasta el final del torneo, en los dos partidos que le restan. Y aún así su permanencia no depende exclusivamente de sí mismo y sus eventuales "colaboraciones" arbitrales.

Ahora, a ganarle a Sarmiento de Junín, el lunes 16 del corriente, desde las 20, en el Nuevo Francisco Urbano y cosechar los tres puntos que restan para quitarnos definitivamente la "mochila" de la propia salvación.

29 de 32.


@elgallogustavo.




lunes, 9 de abril de 2018

A festejar con "Cerveza"

A sólo un paso de lograr el objetivo tan deseado de asegurarse matemáticamente la permanencia en la categoría, con independencia de los puntos que sumen sus rivales en la tabla de los promedios, en las últimas cuatro jornadas del torneo de la "B" Nacional, y al mismo tiempo, a sólo un punto del último equipo que hoy estaría ingresando al Reducido por el segundo ascenso a la Superliga, el Deportivo Morón reeditará un viejo duelo de los '80 y los '90, cuando este martes 10 del actual, a partir de las 21:05, visite en el "Estadio Centenario" a un complicado Quilmes, a quien un triunfo del Gallo podría virtualmente condenarlo a su segundo descenso consecutivo.

Con el arbitraje de Héctor Paletta, acompañado de Mariano Viale y Nicolás Bravo, como asistentes uno y dos, respectivamente, más Pablo Giménez como cuarto árbitro y televisado por TyC Sports, en partido correspondiente a la 22° fecha del Torneo de la Primera "B" Nacional 2017/2018, el equipo de Walter Otta buscará conseguir esos tres puntos que lo separan del primer y gran objetivo de la temporada, para alcanzar la línea de las 32 unidades y con ello, olvidarse por completo de la "amenaza" de los seis descensos y focalizarse en el nuevo "norte" de procurar un ascenso histórico a la máxima categoría de nuestro medio, precisamente en este año, en que se cumple medio siglo del único antecedente del Deportivo Morón en ese sentido.

Con la posible vuelta de Maximiliano Paredes, ausente del primer equipo desde el último triunfo del Gallito, frente a All Boys en Floresta, con un golazo de su autoría, el conjunto de Otta agota las horas que median hasta las 21 de este martes, intentando recuperar soldados y dotarlos de mayor rodaje futbolístico a aquellos que regresaron hace muy poco (Nicolás Martínez, Nicolás Ramírez, Gerardo Martínez y Matías Pardo).

En materia disciplinaria, los únicos que deberán cuidarse de recibir una quinta amonestación acumulada, serán los referidos "Nico" Martínez y "Pichin" Pardo, y el capitán Emiliano Mayola, para no perderse el cotejo correspondiente a la 23° fecha, ante Sarmiento de Junín, programado para el próximo lunes 16 de abril, a las 20:30, en el Nuevo Francisco Urbano.

En definitiva, ante un Quilmes necesitado y con múltiples problemas internos ante la inminencia de un nuevo descenso (hace unos días, barras "cerveceros" apretaron al plantel en un entrenamiento, en especial al histórico Miguel Caneo), el Gallo podría cosechar los tres puntos que le restan para cerrar el objetivo primario y prioritario de la temporada, regresar al lote de los nueve equipos que clasifican al Reducido y, por extensión, dejar al local con "pie y medio" en la Primera "B" Metropolitana.

A festejar con "Cerveza".

29 de 32.


@elgallogustavo.