lunes, 13 de noviembre de 2017

El ORGULLO MAYOR

Este domingo 12 de noviembre, en el "Estadio Malvinas Argentinas" de Mendoza, y por la segunda semifinal de la "Copa Total Argentina" (desde el viernes ya estaba instalado Atlético Tucumán en la final, tras derrotar por penales a Rosario Central, en Formosa), River Plate venció 3 a 0 al Deportivo Morón, con goles de Ignacio Fernández a los '40 del primer tiempo, Jonathan Maidana a los '43 de la etapa inicial y Rafael Santos Borré, en el primer minuto agregado al reglamentario.

Si bien River clasificó a la final de la "Copa Total Argentina", el Deportivo Morón hizo historia de la grande en la presente edición de la "Copa Argentina", accediendo por primera vez desde la reinstauración de dicho certamen nada menos que a las semifinales del mismo, luego de una campaña maravillosa que comenzara con el Gallo aún en la "B" Metropolitana y terminara recién frente al último campeón de la competencia, ya con el Deportivo Morón en la Primera "B" Nacional, y luego de eliminar en su recorrido de ensueño, a cuatro equipo de Primera División, como Patronato de Paraná (2-0 en 16avos, en el "Estadio Florencio Sola" de Banfield, con la "chilena" de Damián Toledo y el cierre definitivo a cargo de Valentín Perales), a San Lorenzo por 1 a 0, en 8avos, con el gol de Leandro Guzmán a poco del final, en el "Estadio Ciudad de Lanús, Néstor Díaz Pérez", más tarde a Unión de Santa Fe, en el "Monumental Juan Domingo Perón" de Alta Córdoba, el "hogar" de Instituto, con el 0 a 0 en los '90 y las manos de Julio Salvá en cuartos, hasta llegar a la clasificación a semis, luego de eliminar a Olimpo de Bahía Blanca, con el gol de Javier Rossi, nuevamente en la "Fortaleza" de Lanús.

Por todo ello, el último domingo 12 de noviembre de 2017, quedará para siempre grabado a fuego en las retinas, el corazón y el alma de "Gallo" de los miles de hinchas del Deportivo Morón que acompañaron masivamente, al igual que durante todo el transcurso de la actual "Copa Argentina" y las ediciones anteriores, en especial la 2016, con 1500 km. de viaje al "Padre Martearena" de Salta incluido, para ser protagonistas desde las gradas de unos de los momentos más trascendentes en la historia moderna de la institución, tal vez, desde 1969 a la fecha, momento sublime del único antecedente del Gallo en Primera División.

Y el Gallo estuvo a la altura de la circunstancias, en aquella cabecera repleta de almas que alentaran al equipo durante los '90 y que acallaran a una mayoría riverplatense, con tres cuartos de ubicaciones asignados, dado que ambas plateas, descubierta y techada fueron asignadas por la organización del conjunto de Núñez, quien además de los hinchas que trasladara desde Buenos Aires, contaría como resulta lógica, con el acompañamiento de aquellos que viven en la zona cuyana y que pocas veces cuentan con la posibilidad de ver a su equipo tan cerca de "casa".

Con respecto al partido, que a esta altura constituye casi una anécdota para darle marco futbolístico al ORGULLO que implica ser hincha de Morón, y tener a pesar de la derrota hasta previsible, el pecho inflado como buenos "Gallos", ante otra demostración palmaria de ese sentimiento único, incomparable e irrepetible que significa SER HINCHA DE MORON, el equipo de Walter Otta le jugó de igual a igual a uno de los más grandes de nuestro fútbol, durante no menos de '30, ganándole la pelota en el medio, dominando por varios pasajes las acciones y hasta poniendo en aprietos al cuestionado arquero "Millonario", Germán Lux, que esta vez reaccionaría con acierto ante un remate a quemarropas de Rodrigo Díaz, tras una excelente jugada previa de Nicolás Ramírez, con el encuentro aún cero a cero.

En un cotejo con ciertas suspicacias en la previa, desde la designación de Mauro Vigliano como árbitro del mismo y posteriormente, el cambio de horario de los organizadores, a falta de cuatro días para la disputa de la semifinal, tal vez la apertura del marcador, sobre los '40 del primer tiempo, generara alguna sospecha extra, en este marco de necesidades riverplatenses, mezcla con un fútbol que siempre, en estas instancias, de una u otra manera, beneficia al "poderoso", en desmedro de los intereses de los clubes de ascenso que acceden como auténticos "convidados de piedra", en la consideración mercantilista de organizadores y el "negocio" millonario (valga la paradoja con River Plate) que genera el deporte más hermoso y pasional del mundo, a partir de una posición ilícita del autor del mismo, Ignacio Fernández, que le permitiera la equipo de Marcelo Gallardo abrir un partido que hasta ese momento se le mostraba más que complicado, y que dentro del campo de juego, once contra once, no evidenciaba las enormes asimetrías de presupuesto y jerarquía individual y colectiva, entre unos y otros.

Como suele pasar y como le ocurriera también a Atlanta, en el duelo frente a los de Núñez, por cuartos de final, la apertura del marcador permitiría que River alcanzara rápidamente el segundo tanto, sólo tres minutos después, para comenzar a sellar una historia futbolistica que, con tintes de hazaña en la previa, con un 0-2 abajo, al término del primer tiempo, ya sonaba a auténtico "milagro" futbolero para poder revertirlo.

Pese a ello, este plantel y cuerpo técnico del Deportivo Morón que no paran de darnos alegrías y de emocionarnos hasta las lágrimas, y que parecen destinados a remediar todas nuestras desilusiones de casi tres décadas y a restañar cada una de esas heridas mal avenidas y que hasta la llegada de Walter Otta y la conformación de la primera "versión" del actual equipo, parecía una "condena" de "cadena perpetua", vaya a saber uno por qué extraña y antojadiza razón de un injusto destino..., Morón salió a "vender cara" su derrota y jugó un partido inteligente desde lo táctico (consecuencia directa y casi obvia de contar con la suerte de un cuerpo técnico igual de inteligente) y con una convicción, una decisión, una solidaridad, una generosidad y hombría de bien, en los once que les tocara intervenir, más sus reemplazantes, que a la distancia, desde las gradas del hermoso "Malvinas Argentinas" mendocino, enorgullecían y emocionaban hasta las lágrimas.

A falta de un par de minutos para el cierre del partido, el 3 a 0 a cargo de Borré, no cambiaría en nada la ecuación y los méritos referidos, ante un Deportivo Morón ya agotado, por haber dejado en el césped de Mendoza hasta la última gota de sudor, de sacrificio, de solidaridad y de respeto que por esta camiseta que tan bien defienden, ante quien sea, dónde sea y por más adverso que pudiese presentarse en la previa de los típicos "escritorios" de nuestro bastardeado fútbol asociado.

Porque en definitiva, si River clasificó a la final de la "Copa Total Argentina", para revalidar su título de la temporada pasada, ante Atlético de Tucumán..., sin lugar a dudas que el Deportivo Morón hizo historia.

GRACIAS plantel y cuerpo técnico por este hermoso sueño de quedar a dos pasos de clasificar a la "Copa Libertadores", y sepan que el reconocimiento y gratitud del sufrido Pueblo del Gallo, será eterno, como eterno es este sentimiento inexplicable de ser hincha de Morón, que corre por nuestras venas y impulsa a nuestros corazones con la potencia palpitante de un ORGULLO único.

Porque somos, sin lugar a dudas, hoy más que nunca... EL ORGULLO MAYOR.


@elgallogustavo.



1 comentario:

  1. Felicitaciones a todo el equipo por lo hecho en la Copa Argentina. Mi humilde opinión es que me parece que se respetó demasiado a River, Pardo debió haber estado desde el arranque, bien de punta con Rossi. Ahora hay que mirar para adelante y el próximo objetivo es Instituto, a sumar de a tres. Orgulloso del Gallo!

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