martes, 23 de febrero de 2016

Un repaso por el club "real", más allá de discursos electorales, de "presidentes-candidatos".

En coincidencia (nada casual, y sí muy política), con la confirmación pública de la candidatura a presidente de Pablo Sauro, que de esta manera completa el "cuadrado" de postulantes a dirigir los destinos del club, durante el período 2016-2018, el actual responsable en ejercicio de la presidencia de la institución, tras la licencia "sui géneris" de Diego Spina ("sui géneris" por la informalidad estatutaria de la misma, no por el inolvidable dúo de Charly García y Nito Mestre), ha venido dando continuas señales hacia el socio, tan contradictorias como francamente increíbles, en el intento de "diferenciarse" de una gestión en curso, que fue la suya desde su asunción, y de la cual resulta co-responsable, por acción u omisión, de la administración más errática, económicamente gravosa, vergonzante y lamentable de la historia moderna del Deportivo Morón.

En ese plan desembozadamente calculado, en los términos y los tiempos, Pablo Sauro, quien en su momento se alejara también de la actual comisión directiva, por el término de tres o cuatro meses, sin dedicar el mismo esmero de ahora, para explicar públicamente las razones de sus decisiones, tanto al momento de abandonar la institución, como en el instante de retomar sigilosamente sus funciones, de la noche a la mañana y sin previo aviso a los socios, y hasta a alguno de sus pares, el presidente en ejercicio se ha encargado de intentar "aclarar" por todos los medios disponibles (en particular, los siempre "predispuestos" y afines), las acciones casi "milagrosas" que habrían llevado a la institución, en apenas mes y medio ("casualmente", el tiempo efectivo en que comenzara a tomar decisiones como presidente), de reducir una deuda cuantiosa y sin precisiones de ningún tipo, pero calculada en no menos de diez millones de pesos, a un pasivo actual que habría también de "estabilizarse" con "apenas" un millón de pesos más.

Sin cuentas claras a la vista, ni balances en los últimos dos ejercicios contables, ni asambleas de ningún tipo (salvo la "reunión informativa" realizada sobre el "bajo Capelli", para intentar aprobar una "concesión" inconsulta e inconveniente con el grupo comercial del convicto, Daniel Bellini), si hubiese la voluntad y se pudieran transparentar las contabilidades subterráneas de una gestión, que se "llevara puesta" la figura irreprochable de un tesorero como Claudio Bertolé, la "versión oficial" de Pablo Sauro se encargó de subrayar, una y otra vez, en el último mes y medio, la "virtual" solución económica a la mayoría de los agobios financieros que aquejaban a la institución, y a los cuales no se le habían hallado cause efectivo en el transcurso del año y medio restante de la misma gestión, que lo llevara en la boleta electoral, como vicepresidente y uno de los máximos responsables del fútbol profesional, del ahora (semi) licenciado Diego Spina.

Sin embargo, la realidad cotidiana del club, dista demasiado de la "entusiasta" y sesgada visión del presidente en ejercicio, ya "probándose los ropajes" propios de su candidatura y, por lo tanto, obrando y accionando públicamente en consecuencia y en ese mismo sentido (electoral). A saber:

* Por ejemplo, y desde el lunes 22 de febrero del corriente, el Nuevo Francisco Urbano se halla sin agua corriente en todas sus instalaciones, debido a la deuda de más de 250 mil pesos que mantiene con la empresa "AySA", y que obligara al corte total de tal vital suministro para todas las actividades deportivas y administrativas que se realizan a diario, en las distintas dependencias de nuestro estadio.

De hecho y en rigor de verdad, JAMAS habría de abonarse la boleta del agua, desde la inauguración y puesta en marcha de la nueva "casa", allá por julio de 2013.

* Asimismo, el presidente en ejercicio omite también, en cada una de sus reiteradas apariciones públicas, la deuda cuantiosa con la empresa de seguridad que tenía encargada la vigilancia, tanto del estadio como del predio de Pontevedra, por una suma superior a los 700 mil pesos, que ya se halla en etapa pre-judicial.

En este lapso, y en ausencia de personal capacitado y entrenado para dicha sensible función, salvo los días de partido, donde sí se los ve, en el día a día normal del club, quienes cumplen esa labor son algunos de los 32 empleados comunes de la institución, asumiendo por imperio de la necesidad laboral, un rol siempre riesgos y para el cual no cuentan con la formación y preparación pertinentes y adecuadas. Pensonal en relación de dependencia que, dicho sea de paso, aún aguarda por el pago de sus haberes adeudados de enero, los cuales debieron haber sido percibidos el cinco del mes en curso.

* También subsiste una importante mora con parte del plantel anterior y el cuerpo técnico de Blas Armando Giunta, a quien aún se le adeudan dos de los tres meses en mora, por un total de 400 mil pesos.

En el caso de varios integrantes del plantel que llegara a la final del Reducido, la temporada pasada, de los cinco meses de deuda, todos debieron conformarse con cobrar tres, "donándole" uno coercitivamente en la "negociación", y aguardando por el cobro efectivo del mes restante, acordado para fines de enero y que aún "brilla por su ausencia".

Mes remante de la liquidacion de diciembre, a cobrar, seguramente, en algún momento, por aquellos jugadores que percibían la totalidad de sus sueldos en "blanco", puesto que más de uno, y no precisamente los emolumentos más altos, cobraban una buena parte de su sueldo en "negro".

* Sin mencionar otros aspectos, no menos inquietantes, como la pregunta que aún subyace, detrás de la cesión de los derechos económicos de Junior Mendieta, Cristian Broggi y Matías Pardo, a un grupo empresario de "amigos del fútbol", acercados por el presidente en ejercicio, "para dar una mano" en la urgencia, tanto es así, que dichas operaciones se concretarían y tomarían rápido estado público, en el anochecer del 31 de diciembre del año último.

En este sentido, y más allá de los repetidas explicaciones vertidas por el presidente, únicamente ante los medios, y no en asamblea de socios, y con los documentos respaldatorios correspondientes, como hubiese sido preciso, deseable y estatutario, nos acomete una simple y sencilla pregunta: ¿por qué, si como asegurara Sauro, la venta posterior de Mendieta a Lanús, hubo de realizarse de "club a club", ningún dirigente del Deportivo Morón formó parte de la foto oficial del traspaso, como sí lo hicieran sus pares del "Granate"?... Querríamos creer que haya sido por mero pudor o timidez.

* O el problema recurrente con el ascensor del estadio, por falta de pago a la empresa encargada del mantenimiento, y cuya dejadez generara la necesidad de reemplazar un "sensor", a un precio aproximado de mercado, de 15 mil pesos.

* O la deuda que ya existe con "Nuevos Verdes", la empresa que tan buen trabajo desarrollara para mejorar sustancialmente el césped de un Nuevo Francisco Urbano que parecía irrecuperable, sin olvidarnos de la tarea silenciosa, permanente y sin el mínimo de reconocimiento necesario, que desde hace tanto tiempo realiza Facundo, el "canchero" de ambos "Urbanos", a quien también se le adeuda enero, pese a ver el esfuerzo y el amor diario que le dedica a ese césped, sin duda parte fundamental de su vida y de sus afectos más entrañables.

* Y como cierre, pero no por último, el apuro en concesionar sectores del nuevo predio del estadio, aún no finalizados, como la pileta y la confitería, cuya intención de dar el "conforme" dirigencial a la segunda etapa de obra, en las actuales condiciones y con las alarmantes e intolerables faltantes en la misma, originarían un perjuicio imperdonable a la institución, además de hacerlos pasibles de las acciones legales correspondientes, por parte de cualquier socio o grupo de socios, en salvaguarda de los intereses colectivos y societarios, en presente, pero fundamentalmente a futuro.

Entre el club "virtual" y el "real"..., existe un "abismo" discursivo, propio del inicio formal del proceso electoral.

Y el socio quiere (y merece) "saber de qué se trata".



Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.


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