viernes, 21 de agosto de 2015

"Sostiene, Morón"...

"Sostiene, Morón"..., que llegaba al "Genacio Sálice", difícil reducto del "Villero" de Berisso (donde, hasta esta tarde, marchaba invicto, a pesar de su pobre campeonato en general), precedido de la mejor producción en lo que va del actual torneo, donde derrotara con autoridad y merecimientos al líder de la "B" Metro, Defensores de Belgrano, para arribar a Villa San Carlos con un invicto de siete fechas (cuatro triunfos y tres empates, en el desglose).

"Sostiene, Morón"..., que al inicio del encuentro y en especial durante la primera media hora de juego, el equipo distaría bastante del aquél que ganara algunos encuentros con justicia, en condición de visitante (Flandria, Almirante, Barracas Central), y que por el contrario, en esos minutos iniciales, el dominador de las acciones resultaría el conjunto de Osvaldo Ingrao, lapso durante el cual el local se convertiría en protagonista excluyente del encuentro, merced al predominio territorial y en el manejo del balón (bastante criterioso y atildado, por cierto).

"Sostiene, Morón"..., que durante aquella primera media hora, a los volantes del Gallo les costaría muchísimo "hacer pie" en el mediocampo, tal vez porque Cristian Lillo (en su regreso al equipo, tras la fecha de suspensión), pagaría caro "tributo" al "descanso" obligado por alcanzar el límites de tarjetas amarillas, puesto que se lo notaría errático en el quite y sin timming para el anticipo, lo que originaría, a su vez, que Federico Domínguez (su compañero del "doble cinco"), deberiera trajinar físicamente más de la cuenta, en función de contención, resignando de este modo, su rol primordial de generador de juego y primer pase ofensivo.

"Sostiene, Morón"..., que asimismo, habría de notarse la ausencia también obligada, por su expulsión ante el "Dragón", del sorprendente Junior Mendieta, pieza fundamental para provocar desequilibrios ofensivos, en base a su habilidad, velocidad y verticalidad, moviéndose por los flancos y apareciendo por sorpresa en los espacios vacíos. Por el contrario, ante San Carlos, la dupla de ataque conformada por Leonel Altobelli y Diego Barrios Suárez, hubieron de correr mucho, aunque de manera improductiva, al transitar ambos por idénticos caminos, con características demasiado similares, como para pretender complementarse eficientemente.

"Sostiene, Morón"..., que más allá de los '30 del primer tiempo, los medios visitante comenzarían progresivamente a "hacerse del balón", a partir de las "sociedades" por la banda izquierda, promovidos por Federico Domínguez y Adrián Peralta, que determinarían el emparejamiento del trámite y la igualdad en el número de llegadas con cierto peligro, para dentro de un partido de trámite discreto y entretenido, el Gallo se retirara al vestuario con una mejor imagen de conjunto.

"Sostiene, Morón"..., que ya en el complemento, de entrada nomás, el equipo de Blas Giunta demostraría una mayor vocación y ambición por llevarse el partido, a partir de una presión asfixiante sobre su rival, para generar el error y mantenerlo bien cerca de su propio arco, modificación actitudinal que vería sus "frutos", más temprano que tarde en el período, cuando sobre los siete minutos, y tras un centro preciso del "Kily" Peralta, el balón fuera desviado por la rubia "testa" de Ariel Otermín, para alcanzar la ventaja inicial, dentro de un cotejo cuyo trámite, fiel a las características distintivas de la categoría, parecía indicar que, quien convirtiera el desnivel, habría de llevarse los tres puntos.

"Sostiene, Morón"..., que el único gol del encuentro se iniciaría en un remate largo de Cristian Yassogna, ensayado de derecha a izquierda, que si bien, en un primer momento se asemejaría más a un rechazo sin destino cierto, terminaría en una muy buena habilitación, gracias a un inteligente pique al vacío protagonizado por Peralta, quien en gran maniobra individual habría de eliminar la marca de Federico Slezack, y cuando hubo de encarar en diagonal hacia el arco local, terminaría por generar la infracción previa al gol, la amonestación de su infractor (a la sazón, la única tarjeta de un cotejo jugado con mucha "limpieza", de ambos lados) y el centro milimétrico, de su propia autoría, para el cabezazo contundente y goleador de Ariel Otermín.

"Sostiene, Morón"..., que minutos más tarde de la apertura del marcador, el arquero local, Francisco Del Riego, habría de ahogarle el segundo grito a Barrios Suárez (otra vez, de buen partido, confirmando su mejoría de los últimos tiempos), pero que sin embargo, y a partir de allí, entre el empuje lógico de Villa San Carlos y el cansancio progresivo y generalizado del once de Giunta, el Gallo hubo de resignar nuevamente "la batalla (esta vez perdida) del medio", para abocarse a defender la mínima diferencia, primero en su campo y con el correr del reloj y por efecto del desgaste físico, hacerlo más tarde decididamente dentro del área propia, al igual que ocurriera en los minutos finales del triunfo con Defensores.

"Sostiene, Morón"..., que en esos nerviosos instantes de cierre, afloraría una vez más, la seguridad de Carlos Morel, para "descolgar" algunos de los varios centros ensayados por el rival, además de la solidez de una última línea que, no por casualidad ha soportado sólo dos goles en contra, en los últimos ocho encuentros, y acumula algo más de 360 minutos con la valla decididamente invicta.

"Sostiene, Morón"..., que en este sentido, Morel hubo de responder en las dos o tres ocasiones, a lo largo del encuentro, en que lo exigieran los puntas rivales, y en la que no llegó a hacerlo, sería el retornado capitán, Emiliano Mayola, quien hubo de salvar providencialmente su arco, con un oportuno despeje sobre la línea, en el primer tiempo.

Asimismo, "Sostiene, Morón"..., habría de registrarse otra sólida actuación de Nicolás Gásperi, quien hubo de "repeler" todos los intentos aéreos de Villa San Carlos, además de otro muy buen rendimiento de Cristian Broggi, quien a pesar de tener que "bailar con las más fea" y padecer al principio, los desbordes de Emmanuel Barboza, la "pieza" ofensiva más peligrosa del local, más tarde y con el correr de los minutos, terminaría por "tomarle el tiempo" y anular sus intentos por completo.

"Sostiene, Morón"..., que finalmente, y pese al gol increíble que habría de despercidiar sobre la hora, el recién ingresado Mauro Montenegro, el Gallo habría de "resistir" los embates desesperados del local, a pesar de una evidente "falta de piernas", que obligarían a un retroceso compartido y no deseado, pero sólido en su respuesta individual y de conjunto.

En definitiva, "Sostiene, Morón"..., invicto, rendimiento en alza, pasajes de buen fútbol, solidaridad de conjunto y solidez como equipo. La verdadera "figura" determinante del triunfo, en el difícil reducto del "Genacio Sálice", más allá de algunos puntos altos particulares.

Porque, cuando no se puede doblegar al rival, en el juego, lo importante es aprovechar las oportunidades y luego "sostenerlas" en defensa.

Y así, "Sostiene, Morón"..., que lo hizo frente a Villa San Carlos, en la tarde de Berisso... O mejor dicho...

... "Sostuvo, Morón".


Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.


                         Foto: gentileza, Osvaldo Abades (h).

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