domingo, 30 de agosto de 2015

En "dos minutos calentó el ambiente"..., y "cocinó al Calamar".

Una vieja publicidad televisiva, de mediados de los "ochenta", promocionaba las bondades de una conocida marca de calefactores, con un recordado slogan que afirmaba: "En dos minutos calentamos el ambiente".

Y eso fue, precisamente, lo que hizo el Gallo de Blas Armando Giunta, frente al Platense de Fabián Anselmo, puesto que entre los '21 y '23 del primer tiempo, y cuando nada había pasado en el partido, Morón clavó dos "cross" a la "mandíbula" lapidarios, que terminarían por sentenciar la suerte definitiva del encuentro.

En efecto, y en primera instancia, a los '21 de la primera etapa, y tras un lateral a la altura del área visitante, sobre la banda izquierda, Ariel Otermín juega con Adrián Peralta, quien de inmediato se la devuelve al rubio defensor del Gallito, para que éste ensaye un centro con destino al "corazón" del área chica de Platense, pelotazo que sin ser conectado por nadie, pica en "las narices" de Andrés Desábato, arquero "Calamar" y luego de una sorpresiva parábola, quizá por afortunada "complicidad" del viento, supera la humanidad del golero para desatar la "locura" del Nuevo Francisco Urbano, ante la imprevista apertura del marcador.

Hasta allí, ninguno de los dos clásicos rivales, el Gallo y el "Calamar", habían hecho lo suficiente como para inclinar la "balanza" del cotejo a su favor, dentro de un trámite discreto y peleado en el medio, donde Platense había asomado con mayor predominio del balón, aunque sin inquietar en absoluto a Carlos Morel.

Sin embargo, sólo dos minutos más tarde, sobre los '23 de la etapa inicial, el "Kily" Peralta volvería a enviar un muy buen centro, para la llegada por derecha de Cristian Yassogna, cuyo cabezazo generaría un rechazo "in extremis", en el punto penal, para evitar la "embestida" goleadora de Leonel Altobelli, y luego de una "pifiada" defensiva en el borde del área grande, Federico Dominguez sacara un zurdazo fenomenal, para "engancharla" del ángulo superior derecho del arco de Desábato, y poner el 2 a 0, antes de la media hora de juego, merced a un autentico golazo.

A partir de ese momento, y con el "rápido y furioso" 2 a 0, el Gallo concedería el préstamo del balón, en los pies de los medios de Platense, a sabiendas de la falta de ideas y profundidad del visitante, quien con un viejo conocido de la "casa", Cristian "La Pantera" Campozano, como principal referencia de ataque de "Tense", la tarde pintaba tranquila y el partido más que controlado.

De hecho, la jugada más peligrosa de aquellos primeros '45, de allí y hasta el final de la etapa, nuevamente estaría del lado del Gallo, cuando a poco de su cierre y luego de otro envío aéreo milimétrico de Peralta, el incansable Cristian Yassogna volvería a ganar en lo alto, cabezazo goleador que no pudo cristalizarse en el tercer grito de la tarde, en virtud del rebote provindencial en la "testa" de Iván Nadal.

El complemento, prácticamente de principio a fin, estaría de más en el desarrollo del partido, ya que entre la comodidad de un Morón sólido, solidario y dominador psicológico de la acciones, aún resignando el manejo de la pelota, y un Platense absolutamente impotente de generar el más mínimo desequilibrio a la inexpugnable defensa del Gallo, redondearían '45 finales previsibles y sin "desbordes" de ningún lado, donde el once de Giunta justificaría el triunfo y "Tense" abusaría del juego brusco, como consecuencia directa de su nerviosismo "in crescente".

Precisamente, de ese estado de impotencia y nerviosismo futbolístico, sobrevendrían las expulsiones del encuentro, primero del lado de la visita, a partir de un "patadón" descalificador de Walter Ortíz, en perjuicio de Junior Leandro Mendieta, y minutos más tarde, del propio "once" del Gallito, quien procedente de una sanción, por su expulsión ante Defensores, volvería a incurrir en el mismo error, para hacerse "acreedor" de su segunda "roja" directa consecutiva, por una entrada fortísima e innecesaria en mitad de cancha, en un cotejo absolutamente dominado en el trámite y clausurado en el resultado.

Ya en el descuento, mientras el encuentro se extinguía en el cuarto minuto adicionado, un muy flojo arbitraje de Hernán Mastrángelo, le concedería a la visita un dudoso penal, tras una supuesta mano de Carlos Alberto Ramos (quien había ingresado, minutos antes, por Cristian Jesús Broggi, nuevamente de gran partido, como el resto de sus compañeros de defensa), en el intento por "resistir" el último "bochazo" con destino a Cristian Campozano.

Sanción que Daniel Vega cambiaría por gol, a pesar del buen instinto de Carlos David Morel, quien adivinaría el palo del impacto, pero no podría contrarrestar la correcta y esquinada ejecución del inoxidable "Trapito".

Sin tiempo para más, luego de la reposición del balón desde el centro del campo, el equipo de Blas Armando Giunta se alzaría con una importante y merecida victoria, nada menos que la cuarta consecutiva, para estirar a nueve los encuentros sin derrotas y afianzarse en puestos de Reducido (hoy se halla quinto), pero fundamentalmente, consolidar su notable levantada anímica y futbolística, que a poco más de una decena de jornadas para el final, lo llevan a ilusionar (e ilusionarse) de pleno derecho, con un futuro aún mejor y un cierre soñado y "a toda orquesta".

Por lo pronto, gana sus partidos, los justifica en el trámite y evidencia una fortaleza de conjunto admirable, donde todos (absolutamente TODOS), defienden cada pelota como la última, se prodigan los '90, y de ser necesario, "traban con la cabeza", en el contexto de un equipo compacto, sólido, equilibrado y, principalmente, SOLIDARIO.

Sin grandes figuras para el "destaque", sobresale la actualidad de un EQUIPO que sabe lo que quiere y por estos días, se siente confiado en sus fortalezas y consciente de sus limitaciones, minimizadas al máximo, por el sacrificio, la concentración y la solidaridad como emblemas.

Por eso, frente a rivales históricamente "chivos", como Platense, es capaz de, en sólo "dos minutos, calentar el ambiente"..., y "cocinar al Calamar".


Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.



                          Foto: gentileza, Osvaldo Abades (h).

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