jueves, 21 de mayo de 2015

Y ahora, Gallito, ¿quién podrá "defendernos"?..., por los menos, de los "males clínicos".

En las últimas horas trascendió otro dato inquietante, de esta realidad que golpea día a día al Deportivo Morón, y no precisamente por mero ensañamiento del destino, sino a consecuencia de una gestión que ya debe considerarse como desastrosa, a pesar de los esfuerzos de mucha gente, que desde adentro o en los "arrabales" de la administración formal, realizan denodados intentos para mitigar el cotidiano "descontrol" financiero: por una deuda acumulada de siete meses, hoy la institución se halla sin servicio de kinesiología (con lo vital que, tal disciplina significa dentro de una institución deportiva) y, en definitiva, al borde de quedar virtualmente sin cuerpo médico.

En efecto, y dentro del cúmulo de salarios adeudados que "decoran" este penoso presente institucional, tal vez el que aqueja al plantel profesional médico del Deportivo Morón, sea el que más inadvetido pase, en especial para quienes tienen la obligación de abonarles el sueldo, dado que todos quienes lo componen, en sus diferentes especialidades, se hallan tan identificados con el club, que continúan ejerciendo sus funciones a pesar de los "olvidos" mensuales repetidos, en virtud del amor que los une con el Deportivo Morón, en muchos casos de años, y asimismo, a sabiendas de lo imprescindible que resulta su labor, como para privar a Morón de tan sensible servicio.

Sin embargo, y dada la mora de siete meses en materia de salarios, hoy los encargados de la salud han "plantado bandera" y con sobrada razón, en virtud de la falta de respuestas oficiales, para con un servicio médico asistencial de primerísimo nivel y calidad, que semanalmente resta tiempo a sus tareas remuneradas en consultorios particulares, para atender la necesidades médicas y paramédicas de un plantel profesional, que a esta altura, parece administrado por una gestión francamente "amateur".

De hecho, el último martes por la mañana, el club debió recurrir a contratar los servicios de un médico ajeno a la institución, para poder cumplimentar con la presencia facultativa elemental, requisito reglamentario básico, a fin de permitir la disputa oficial del encuentro de Reserva, frente a Deportivo Español.

Asimismo, y habiendo dos futbolistas profesionales en sendos procesos de rehabilitación, de sus respectivas roturas de ligamentos cruzados e intervenciones quirúrgicas posteriores, tales los casos puntuales de Damián Ezequiel Toledo y Javier Emanuel Pérez, hoy los mismos se hallan obligados a buscar asistencia kinésica fuera del club, a consecuencia de la ausencia del kinesiólogo correspondiente, en virtud de la crisis salarial que afronta el cuerpo médico del Gallo.

Con una deuda global que ya se sitúa por encima de los seis millones de pesos, dos millones y medio de los cuales, solamente corresponden al "festival" de cheques emitidos para diferir la mora de dos meses y medio con el plantel profesional, en virtud de un déficit operativo que, según el (des)balance entre ingresos y egresos, puede ubicarse entre los 300 mil y los 600 mil pesos, de acuerdo al mes que se tome como referencia (con lo cual, en lógico promedio, el mismo ha de hallarse cerca del medio millón mensual), este Deportivo Morón aquejado de atrasos en los sueldos casi por todos lados, diariamente convive con las consecuencias indeseadas de una pésima administración, que ha tenido su origen, sin ninguna duda, en el millón cien mil pesos que se lleva por mes un fútbol profesional, carente en absoluto de resultados deportivos y que, desde la conformación del actual plantel, hace casi un año, jamás ha logrado concretar un pago mensual completo y en efectivo.

En definitiva, en un Deportivo Morón futbolística e institucionalmente sin "cura", por lo menos a la vista y en lo inmediato, no es de extrañar que hasta el cuerpo médico "pague los platos rotos".

Y ahora, Gallito, ¿quién podrá "defendernos" de nuestros males?..., por lo menos, los "clínicos" (de los otros, mejor ni hablemos).


Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.

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