miércoles, 4 de febrero de 2015

En Morón, si las "Damas Gratis"..., los hombres (socios e hinchas) pagan..., el "pato".

"Cuentas claras, conservan la amistad", reza un viejo y vigente adagio, para graficar la necesidad de transparentar los "números", en cualquier ámbito o actividad que perciba ingresos y, al mismo tiempo, genere gastos que deriven en egresos.

Sin embargo, y desde hace demasiado tiempo, ese necesario precepto de saludable economía aplicada, no se viene ejerciendo en absoluto en el Deportivo Morón, paradójicamente, administrado en las últimas dos gestiones, por un presidente como Diego Spina, que proviene políticamente, de un espacio partidario que, a cargo del ejecutivo comunal, ha adoptado desde lo discursivo, precisamente a la "transparencia" como uno de sus ejes paradigmáticos fundacionales.

Con un gasto mensual de un millón y medio de pesos (en definitiva, el hermoso nuevo estadio del Deportivo Morón, hoy se ha transformado en un verdadero "elefante blanco", sin las previsiones del caso y en atención a un "Plan Estratégico Morón 2020", que mucho tenía de apuesta política y muy poco de reales deseos de progreso institucionales, por lo menos en términos de razonabilidad financiera), dentro de los cuales, el hipertrofiado fútbol profesional se lleva 780 mil pesos, entre plantel y cuerpo técnico, la economía doméstica del Gallo, se ha tornado inviable para un equipo que, desde lo futbolístico, no genera en sus socios e hinchas, una alegría deportiva (que siempre tiene su correlato en tesorería, en mayor o menor medida), durante el último cuarto de siglo.

En este marco, y con tres millones de pesos (mal) gastados en los últimos tres planteles profesionales, un club "freezado" en lo futbolístico y al "horno" en lo financiero, ha tenido que recurrir a producir emprendimientos de dudoso beneficio, para intentar "tapar los agujeros" de un "barco" económico, que hoy hace "agua" por todos lados.

Ante ello, y desde fines del año pasado, surgiría la alternativa de la construcción de un "cerramiento" debajo de la "Platea General, Lorenzo Capelli", a fin de ser utilizado para la realización de festivales musicales, a cargo de "Tigre Producciones", el grupo comercial que administra "Pinar de Rocha", y cuyo emblemático fundador, Daniel Bellini, hoy se halla tras las rejas, condenado por el asesinato de su propia esposa y madre de uno de sus hijos (sin mencionar, alrededor de otras ocho causas, por diferentes ilícitos graves, como falsificación de dólares y delitos emparentados con el narcotráfico, que siguen su curso natural en la justicia).

Abroquelados tras el discurso de la necesidad de generar ingresos genuinos, el presidente de la institución, con el aval de buena parte de sus pares de directiva (no de todos, puesto que hubo y continúa habiendo voces disidentes, puertas adentro), intentó avanzar con el proyecto de la "bailanta", en el "bajo Capelli", absolutamente a espaldas de los socios e hinchas del Deportivo Morón, quienes de no mediar la atenta y providencial intervención de algunos medios partidarios, y el "boca en boca" de los propios simpatizantes en las redes sociales, seguramente los socios del Gallo se hubiesen enterado del "alquiler" de dicho espacio con fines comerciales, mediante los afiches publicitarios del primer show y el sonido de la voz de Pablo Lezcano, líder de "Damas Gratis", retumbando en las paredes del Nuevo Francisco Urbano y de los frentistas co-lindantes con el estadio.

Hecha pública la noticia, de la manera menos esperada para cierto sector de la dirigencia, y en una reunión informativa convocada para el pasado 8 de diciembre de 2014, un presidente visiblemente preocupado, pero sin abandonar jamás su sesgo confrontativo, y ante las dudas lógicas y resistencias al proyecto, de muchos de los socios presentes, Diego Spina prometió públicamente reconsiderar el emprendimiento, a fin de bucear en otra posibles alternativas, para lo cual invitaría a los simpatizantes presentes, a acercar propuestas superadoras, mientras el "cerramiento" permaneciera oficialmente " en revisión".

Sin embargo, y a pesar de haber atribuido en aquél diciembre, a un "grave error comunicacional", el hecho de no haber "transparentado" el inicio de las obras en cuestión, y que sólo "saltaran a la luz", por vía de medios partidarios y particulares preocupados en las redes sociales, evidentemente el presidente del Deportivo Morón no aprendería nada de sus "errores", dado que en enero y a través de un escueto comunicado de prensa, el club anunciaría la realización de un festival de carnaval, en el "cerramiento" que, a la luz de los hechos, jamás habría de hallarse "en revisión", y mucho menos detenido en sus obras, para que el venidero sábado 7 de febrero del corriente, actúe el referido grupo "Damas Gratis", a cambio de un alquiler valuado en 40 mil pesos, y organizado por el mismo conglomerado comercial que administra "Pinar de Rocha".

Dicho comunicado, no contendría referencia alguna a contratos firmados, extensión de los mismos (de acuerdo al presidente, en el mitin de diciembre último, de cinco años, con opción a una renovación por igual término), ni muchos menos a las garantías aportadas por el grupo inversor, encargado también de la explotación del espacio social, sobre las responsabilidades civiles y penales en caso de un siniestro, así como en materia del más elemental seguro del espectador (como sucede en cualquier espectáculo público, serio y conforme a derecho).

Claro que, conocida la reactualización del emprendimiento, regresaron las voces críticas de los socios e hinchas del Deportivo Morón, quienes no sin razón, habrían de sentirse "ninguneados" por una directiva que volvía a obrar a espaldas de ellos (en rigor, los auténticos y únicos "dueños" del club, quienes delegan la facultad de "administración" institucional, por vía de elecciones cada dos años), convirtiendo a los mismos en meros espectadores de la realidad del Gallo, sin voz ni voto vinculantes, ni mucho menos con la suficiente información "transparente" y de primera mano.

Frente a esto, en las últimas semanas, el grupo de Daniel Bellini comunicó a la comisión directiva de Morón, su decisión de dejar sin efecto, "por el momento", el emprendimiento del "bajo Capelli", en atención al impacto negativo de la explotación comercial, en la opinión pública de la institución (pero, fundamentalmente, entre muchos de sus socios e hinchas), lo cual originaría la intención, en el seno de la directiva, de pretender convencer a Bellini y cía, de reflotar el polémico "cerramiento" (por lo pronto, el recital de "Damas Gratis" que iba a tener lugar en el club, ya fue trasladado al tradicional local bailable de Villa Sarmiento).

En rigor, y detrás de las declaraciones de ocasión, existe otra historia: más allá de la necesidad de incorporar recursos imperiosos, que en la actualidad son incapaces de ser generados desde la dirigencia, no resulta menos cierto que Daniel Bellini ha adelantado muchísimo dinero, en los últimos años, mediante el cambio de cheques, deuda que jamás habrá de constituir un "aporte patriótico", ni mucho menos una "donación" a favor del club, razón por la cual habrá que pergeñar emprendimientos como la "bailanta", para quedar "a mano" con el Mecenas de turno.

Salvo que la venta definitiva de la "última joya de la abuela" futbolística, alcance para cubrir los montos de referencia, como consecuencia de una transferencia jamás "transparentada", en cuanto a montos, porcentajes y la participación de un grupo económico cuasi "fantasma", que al irrumpir de un momento al otro, se haría de la "ficha" del jugador, para que vía préstamo con opción desde el Deportivo Morón, hoy milite con acierto en un joven club de la primera división, sospechado (ese otro club, que quede bien claro), de vínculos con dineros extra fronteras y "non sanctos".

En definitiva, con un padrón de más de catorce mil socios, de los cuales sólo ocho mil abonan su cuota con regularidad, para redondear un aporte genuino, por cuota social, de alrededor de 650 mil pesos, espacios publicitarios vendidos y cobrados por anticipado, así como la percepción adelantada de varios meses, en concepto de derechos de televisación, sumados a la presión "in crescente" de un plantel profesional que recién acaba de "percibir" los sueldos adeudados de noviembre, íntegramente con cheques (con lo cual, a su vez, y de no mediar la buena voluntad por escrito de los jugadores, el club se vería impedido de formalizar los nuevos contratos de los seis refuerzos, por disposición del gremio de los futbolistas), hoy el Deportivo Morón afronta una situación financiera delicada y preocupante, que lo "empuja" a reflotar, una y otra vez, un acuerdo inconveniente con un empresario de reputación insostenible.

En el medio, se vislumbra una división penosa y jamás vista en el club, por lo menos en tamaña magnitud, donde desde el oficialismo se responsabiliza a los socios que se oponen al emprendimiento, como los "culpables" directos de negarle al Deportivo Morón el acceso a un recurso genuino e imprescindible (eso sí, a cualquier precio y costo futuro), al mismo tiempo de enfrentarlos con otros asociados, que legítimamente reclaman la construcción del cerramiento, para poder realizar sus actividades deportivas, sin por ello padecer las inclemencias climáticas. Claro que, en nuestra opinión, confunden al "enemigo" por una necesidad real aunque circunstancial.

Del otro lado, se hallan los hinchas y socios comunes, algunos de muchos años, que al recordar con angustia, la pérdida traumática de la vieja sede de la calle Colón, por un siniestro en la pileta olímpica, les recorre un "frío por la espalda" difícil de explicar, acostumbrados a tantas pérdidas, tanto fuera como dentro de la cancha.

Al tiempo que reclaman, sin eco ni suerte, la convocatoria a una Asamblea Extraordinaria, para hacerse escuchar y alimentar, en un desusado y saludable ejercicio de democracia interna directa, la legitimación con el voto de la mayoría, de cualquier decisión que se pretenda tomar y que implique la afectación de los bienes e intereses societarios, y en definitiva, para tranquilidad de todos los actores con responsabilidad en la materia (socios, dirigentes y hasta futuros grupos inversores).

Mientras tanto, la "transparencia" tantas veces declamada, hoy brilla olímpicamente por su ausencia.

Por que, en este Deportivo Morón..., si las "Damas Gratis", los hombres (socios e hinchas) pagan..., el "pato".



Gustavo Adrián Requelme.
@elgallogustavo.


                               Foto: gentileza, Leonela Albañir.

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