jueves, 27 de febrero de 2014

EL partido, frente a EL rival, en EL momento justo para empezar a ganar. Por el honor, por la historia y por la gente... (y el promedio).

Sin dudas que se trata de EL partido, frente a EL rival y en El momento justo e ideal para comenzar a sumar de a tres y pasar a un rápido olvido este comienzo de 2014 tan errático en resultados como rendimientos, para un Gallo que finalizara el 2013 a pura esperanza y hoy, tras cosechar tan sólo uno de doce unidades en lo que va de la segunda rueda, su progresivo distanciamiento de la cima de la tabla de posiciones, resulta inversamente proporcional a su nuevo acercamiento al abismo de los promedios.

Tras el empate agónico del último sábado, frente al “Camionero” del “Gato” Daniele, con el tanto de Ariel Otermín (uno de los jugadores más regulares de la temporada, junto a Martín Granero y Mariano Barbieri; los dos primeros, ausencias de peso, entre otras tantas, para el clásico ante el “Torito”), en lo que constituyera su laborioso primer punto en el presente semestre, al cabo de cuatro encuentros, el Deportivo Morón recibirá nada menos que a Nueva Chicago, líder absoluto del torneo y con una serie de seis triunfos consecutivos, este viernes desde las 20.30, en el Nuevo Francisco Urbano, con televisación en vivo y el arbitraje de Pablo Giménez, en el marco de la 26º fecha de la primera “B” Metropolitana, 2013/2014.

Aquejado de un “mal de ausencias” que pareciera no tener fin, desde que comenzara la pretemporada, el Gallo recibirá a su clásico rival y como quedara dicho, único puntero del certamen, diezmado como nunca, a partir de la baja obligada de cuatro de sus titulares indiscutidos y piezas fundamentales, tales los casos de Martín Rodrigo Granero (aún con algunos días más de recuperación, a raíz del grave esguince de tobillo izquierdo, sufrido durante el último cotejo de preparación, ante El Porvenir), que se suma a las ausencias por suspensión de Damián Emilio Akerman (que frente a Chicago cumplirá la última jornada, de las tres con que el Tribunal de Disciplina de la AFA, lo sancionara por su expulsión de la fecha 23º ante Acassuso) y del referido Ariel Otermín y Emiliano Jonathan Ivan Mayola, ambos marginados en esta próxima fecha, por haber recibido el quinto cartón amarillo, el pasado sábado ante Barracas Central.

Sin embargo, todas no son “pálidas” para el conjunto de Mario Darío Grana, ya que entre las altas, puede contabilizarse el regreso de Gerardo Daniel Martínez, tras purgar la jornada de suspensión, ante la doble amonestación y posterior expulsión, sufrida frente a Platense, por la 24º fecha, así como la vuelta “entre algodones”, al banco de los suplentes, de Mariano Matías Martínez, quien no viera acción durante el actual semestre, a raíz de una seguidilla de lesiones de pretemporada, primero con el desgarro de uno de sus gemelos y más tarde, en la previa del cotejo frente a “Ssuso”, por el problema muscular en uno de sus sóleos.

Con novedades también en el habitual sistema táctico, como consecuencia directa del mismo “mal de ausencias”, el cuerpo técnico probará con un 4-4-1-1, jamás utilizado a la fecha por Mario Grana, desde que asumiera en el Gallo, con una defensa más “tradicional” de cuatro hombres, a partir de los ingresos de Luis Ferreyra (en lugar de Ariel Otermín), del resistido Gonzalo Nicolás Juárez –en reemplazo de Mariano Messera, en comparación con el once que iniciara el partido frente a Barracas- y de otro que hace largo tiempo perdiera la titularidad, aunque sobre la banda opuesta: Esteban Gabriel Giambuzzi, que sustituirá a Emiliano Mayola.

En el mediocampo, Grana mantendrá el mismo doble cinco que se desempeñara ante el “Camionero”, es decir, Hernán Gonzalo Parentini y Dante Martín Zúñiga, con Mariano Omar Barbieri y Matías Exequiel Orihuela sobre las bandas, pero en esta ocasión y a priori, con muchas más libertades para incursionar en ofensiva, al tener las espaldas más cubiertas por Ferreyra y Giambuzzi, con el objeto de acompañar a Gerardo Daniel Martínez como generador de juego y al “Colo” Pablo David Vacaría, como único punta definido.

En consecuencia, los once del Gallo que saltarán al césped del Nuevo Francisco Urbano, para voltear al clásico rival y fiel a su costumbre histórica, bajar al líder de turno, mañana viernes, a partir de las 20.30 hs., con televisación en vivo de TyC Sports y el arbitraje de Pablo Giménez, en el cotejo de apertura de la 26º fecha del torneo de la primera “B” Metropolitana, temporada 2013/2014, serán los siguientes: Alejandro Esteban Migliardi (capitán y con cuatro amarillas); Luis Ferreyra, Ariel Omar Berón (cuatro amarillas), Gonzalo Nicolás Juárez, Esteban Gabriel Giambuzzi; Mariano Omar Barbieri, Hernán Gonzalo Parentini, Dante Martín Zúñiga, Matías Exequiel Orihuela; Gerardo Daniel Martínez; Pablo David Vacaría.

Completan el listado de convocados al último entrenamiento de esta tarde, para luego quedar concentrados a la espera del encuentro frente al conjunto de Mataderos: Juan Cruz Leguizamón, Matías Sebastián Villavicencio, Martín Gastón Sánchez (cuatro amarillas), Mariano Messera, Esteban Alberto González, Ezequiel Adrián Cérica y Mariano Matías Martínez (cuatro amarillas).

Con gran expectativa y un marco de público acorde a lo que acostumbra el Pueblo del Gallo, máxime en presencia del clásico oponente de siempre, que viene como líder absoluto y con una seguidilla de seis triunfos en fila…, sin dudas que se trata de EL partido, frente a El rival y en el El momento justo e indicado para comenzar a sumar de a tres y a dejar rápidamente en el olvido, este impensado y preocupante mal comienzo de 2014, tanto en materia de resultados como de rendimientos individuales y colectivos.

A dejar la vida, dentro de la cancha…, al igual que se la deja fuera de ella, en cada partido, por amor a los colores de una camiseta que apasiona y emociona, al ritmo del más importante de los músculos: el corazón de Gallo.

lunes, 24 de febrero de 2014

El innovador concepto de la "mala onda" en el fútbol (del Gallo).

Desde hace algún tiempo, venimos asistiendo a la incorporación de un concepto nuevo, en este novedoso “Mundo Morón”, donde ya nada puede sorprendernos, donde las argumentaciones futbolísticas tradicionales ha cedido paso a justificaciones más emparentadas con el “oscurantismo” que con el deporte.

En efecto, últimamente en nuestro convulsionado “nuevo” club, nos estamos acostumbrando a hablar de la “mala onda”, a la hora de buscar razones a un bajón anímico o futbolístico del plantel profesional, que parecen más propios de una explicación esotérica de una mala racha, que intentar seria y responsablemente, bucear en las verdaderas razones tácticas o emocionales de una debacle individual y colectiva.

Habituados sí, al recurso de la “mala suerte”, como subterfugio para no asumir responsabilidades propias y ajenas, en la mala hora de cualquier equipo, la incorporación de la noción de la “mala onda”, parece ir un paso más allá en el perfeccionamiento de dicho dislate, con muy pocos o casi nulos antecedentes en el contexto del deporte a lo largo del orbe.

Vanguardista si lo hay, la “mala onda” o “negativismo” como concepto justificativo de yerros tácticos, fracasos deportivos o impericia para conducir grupos humanos, en materia de deportes profesionales y competitivos, nos remite necesariamente a la figura excéntrica y hasta divertida (salvo para los franceses) de un tal Raymond Domenech, un ex futbolista y entrenador galo, de origen español, que dirijese a la Selección Nacional de Francia entre el 2004 y el 2010.

Polémico en sus decisiones, y evasivo hasta lo agresivo en la conflictiva relación que mantuviera con la prensa deportiva francesa, don Raymond Domenech, supo entrenar al siempre candidato en la previa, seleccionado galo, con una innovadora combinación de ideas tácticas y concienzudos estudios astrológicos.

De esta manera, ex jugador con tan sólo ocho partidos vistiendo “Le Blue” y dudosos antecedentes como director técnico, Domenech asume sorpresivamente al mando de la Selección de Francia, en la inesperada decisión de una remozada dirigencia del fútbol galo, con la intención de “borrar” los malos resultados obtenidos por la escuadra nacional, durante la “Eurocopa de Grecia 2004” (eliminada en cuartos de final, bajo la dirección técnica de Jacques Santini).

Con el primer desafío de la Copa del Mundo, “Alemania 2006” por delante, el “bueno” de Raymond, vanguardista en lo suyo y astrólogo de pasatiempo y pasión, echaría mano de los astros y las “cartas natales” para la conformación del plantel que disputaría el mundial en terreno teutón, antes que de los rendimientos y antecedentes futboleros de las principales figuras del fútbol galo, diseminadas por las principales ligas del mundo.

De esta manera y en una de sus decisiones más polémicas, Domenech excluiría a Ludovic Giuly y relegaría al banco de los suplentes, durante casi toda la cita mundial, a nada menos que David Trezeguet, uno de los delanteros más destacados a nivel mundial y que venía de ganar dos torneos consecutivos de liga italiana con la Juventus, y de salir segundo entre los goleadores de la temporada 2005/2006, con 23 goles (títulos que, más tarde, les fueran revocados a “La Vecchia Signora” como consecuencia de las denuncias sobre manipulación de partidos y resultados, con el consiguiente descenso a la Serie “B”).

Ya en Alemania y sin ningún empacho, Raymond daba cuenta ante los medios de las razones que motivaban sus extrañas y cuestionadas decisiones tácticas, siempre justificadas en el signo zodiacal de cada jugador, su ascendente y la alineación circunstancial de los planetas “regentes” ante cada ocasión, argumentos que determinaban la ausencia de figuras mundiales de la talla de Trezeguet y su reemplazo por otros players del plantel, con mejores augurios astrológicos, dado el “paso de Saturno por Mercurio, para el caso de los nacidos bajo el signo de Cáncer”, en desmedro de aquellos cuya fecha de nacimiento los “condenaba” indefectiblemente a convivir con una “mala estrella”, por “la influencia negativa de Júpiter para los acuarianos y sagitarianos”…, o algo por el estilo (¡!).

Para no extendernos demasiado, aunque la figura desmesurada de Raymond lo ameritaría, en 2006 los “astros” habrían de acompañarlo tras una clasificación en primera ronda “por la ventana”, pero arribando a la final de un más que mediocre mundial, y en buena medida gracias a la actuación descollante de Zinedine Zidane (sin importar su signo zodiacal), con caída frente a Italia, recién en los penales, en el encuentro de la recordada expulsión del propio Zidane por un cabezazo en el pecho a Marco Materazzi, con el arbitraje de Horacio Elizondo.

Más tarde, evidentemente los astros habrían de abandonar a Raymond Domenech, con la eliminación del representativo francés en los cuartos de final de la “Euro 2008”, apabullado por la superior técnica y táctica de una Holanda que lo pondría en ridículo por 4 a 1. Hasta llegar a un nuevo mundial, por una segunda insensatez de la máxima dirigencia del fútbol galo, donde “Le Blue” se despediría con mucha pena y nada de gloria en la fase de grupos de “Sudáfrica 2010”, no sin antes dejar su “marca astrológica” en la conformación del equipo, con la desafectación a última hora de Karim Benzema (delantero del Real Madrid) y las pocas chances dadas a Nicolás Anelka, por razones “astrales” idénticas a las que, cuatro años antes, relegaran las posibilidades de Trezeguet. De vuelta en Francia, en medio de un mar de críticas, “la estrella” de Raymond se apagaría definitivamente, al ser despedido del cargo en septiembre de 2010 y reemplazado por Laurent Blanc (de muchísima más trayectoria que ocho cotejos en su etapa de jugador de selección).

En definitiva, y salvo que el entrenador de nuestro Gallo haya resultado un hijo dilecto del referido Domenech, de cuyo paradero hoy se desconoce, aunque se presume que estaría “tirando las cartas” y “leyendo runas” en algún suburbio parisino, por lo menos para nosotros, resultan tan incomprensibles como seriamente inadmisibles las justificaciones amparadas en un supuesto “estado de mala onda o negatividad”, que generaría un sector de la prensa partidaria y hasta buena parte de los plateístas de la “Filiberto Ferrante”, para no hallar verdaderos argumentos futbolísticos que expliquen el tremendo bajón por el que actualmente atraviesa el Deportivo Morón.

Tal vez, en los inesperados y espasmódicos cambios de Matías Villavicencio por Ariel Berón (una de las figuras de la defensa y del equipo en su conjunto, en lo que va de la temporada) y, a la fecha siguiente y tras la paupérrima (y preanunciada) actuación del ex Independiente, la misma modificación pero a la inversa (y en el último de los casos, con el mismo Villavicencio fuera de los dieciocho convocados), habría que intuir razones de orden astrológicas o estelares, que justifiquen tamaños “desaguisados” tácticos, más tarde no asumidos públicamente, más allá del precitado estado de “mala onda” que se genera desde el afuera y, según el propio DT, condicionaría el ambiente, la cabeza y los botines de jugadores profesionales, algunos como Villavicencio, con largos y exitosos recorridos dentro de las diferentes categorías del fútbol argentino.

Como sea, “la mala onda” o “el negativismo” han de resultar conceptos nuevos y recurrentes, a los que deberemos acostumbrarnos aún de mala gana y sin convencimiento, en la lamentable ausencia de explicaciones futbolísticas comprometidas, que justifiquen las razones tácticas de decisiones discutidas y resistidas, y sin embargo repetidas.

En cualquier caso y ante la incertidumbre de aquello que nos deparará el futuro cercano, habrá que indagar en qué suburbio parisino atiende don Raymond Domenech, para consultar en sus “cartas astrales” y sus “alineamientos estelares”, los motivos de una crisis futbolística que, desde nuestro cuerpo técnico, públicamente se adjudica a determinadas “fuerzas ocultas”, como la “mala onda” de la prensa y de cierto sector de la parcialidad el Gallo.

Excusas o no, amigo lector, le pedimos encarecidamente que se abstenga de criticar (más allá de lo que vea y le duelan los ojos y el corazón), porque estaría colaborando inconciente e insensatamente con este “estado de mala onda”, que tanto mal nos hace, maniatándonos los pies dentro de la cancha y nublándonos las ideas al borde de ella.

Seamos “positivos” y responsables, por el bien de Morón y del recuerdo insólito de don Raymond Domenech.

              Raymond Domenech, nacido el 24 de enero de 1952, en Lyon (Francia).

sábado, 22 de febrero de 2014

Uno de doce…

Y mientras algunos se entretienen con la “regla”, midiéndosela para comprobar quién “la tiene más larga”…, nos están conduciendo lenta y agónicamente, derecho a la “C”.

Uno sobre doce…, ni Carlos Bianchi podría soportarlo sin dar un paso al costado o sucumbir en su puesto ante las presiones dirigenciales. Sin embargo, en el Morón de “estamos mal, pero vamos bien” todo es posible, hasta que un entrenador sea ratificado por “unanimidad”, tras tres derrotas consecutivas, en peligro inminente de volver a caer en zona de descenso.

Claro que, primero, habría que clarificar qué significa exactamente “unanimidad”, en este “Mundo Morón” tan alejado de las verdades y lógicas futbolísticas, como lectoras de la revista “Cosmopolitan” , puestas a dirimir las debilidades y fortalezas de un plantel profesional de la “B” Metro.

Es decir, si por “unanimidad” entendemos un total y unívoco acuerdo, en relación a la continuidad y respaldo de un proceso cuestionado desde hace tiempo, pero de “uno sobre doce” posibles, en la recta final de un semestre definitorio entre el Cielo y el Averno; sobre lo que podríamos disentir respecto a la fortuna y oportunidad de la decisión tomada en conjunto, pero que en definitiva deberíamos aceptar, en el marco de la democracia delegada en materia de decisiones institucionales.

O, por el contrario, si por “unanimidad” ha de intuirse la resolución errática, empecinada y personalista de un único y decisivo actor, avalada y legitimada por el silencio pusilánime, falto de compromiso o interesado de sus pares de directiva, bajo el concepto erróneo de un falso “sentido de cuerpo”, malinterpretando al debate interno y la divergencia pública como signos de debilidad política, hacia un afuera nervioso y hasta hostil (no sin justa razón, convengamos…), siempre sospechado de operaciones subterráneas y oscuros complots e intrigas desestabilizadoras, máxime en presencia de un año electoral en lo institucional.

Cierto es que, en defensa de ese “uno sobre doce”, avalado y respaldado por “unanimidad”, debe contemplarse el “amor a la camiseta”, la filiación de hincha y los orígenes de “hombre de la casa”, que han de alcanzar en el intento de justificarlo todo; aunque en el mundo real, es decir, fuera de este Morón “Cosmopolitan”, ni Carlos Bianchi lo resistiría en lo personal, ni mucho menos se lo permitirían desde la propia dirigencia.

Una directiva con historia reciente en materia de sostenimientos irracionales de procesos fenecidos y sepultados hace rato, visibles para todo el entorno, menos para los encargados de tomar las mejores decisiones a tiempo, con el consecuente resultado de campañas paupérrimas, planteles costosísimos (en especial, en la relación “costo-beneficio”, de remuneraciones y puntos obtenidos), sueldos hipertrofiados para la tercera categoría del fútbol vernáculo, presupuestos altísimos y a la larga deficitarios, cuyo costo termina siempre afrontado por el apasionado bolsillo del socio…y por si fuera poco, el incendio sistemático e innecesario de ídolos de otrora, prendidos fuego “a lo bonzo” por carecer unos y otros, del sentido más elemental de la oportunidad para dar un paso al costado, o plantear un “adiós inteligente de los dos”.


Es que, para que eso suceda, resultaría menester que los involucrados renunciaran a mediarse sus “miembros” todo el tiempo, en una malsano juego de poder, tan insensato, como ajeno a los intereses de la institución, para lo cual y previamente, deberían colocar un dique de contención a sus ambiciones y egos desbocados y fuera de control.

Juego peligroso, cuando en el fútbol mandan los resultados y ellos indican que el equipo ha cosechado “uno sobre doce” posibles, en el tramo final de un semestre crucial para la vida futbolística del Deportivo Morón, a un triste paso de la primera “C”, división en la que militáramos por última vez (y que abandonáramos para nunca más volver), en 1980; claro que por aquellos días, esa vieja primera “C” constituía la tercera categoría del fútbol argentino, y no la cuarta, como ahora, y desde la creación de la “B” Nacional.

Quizá, haya que explicarles más claramente, a aquellos que sostienen el “uno sobre doce” y más tarde ratifican el rumbo (¿?) por “unanimidad”, que la primera “C”, con la cual el Gallo coquetea en este decisivo semestre de su rica historia, constituye el “certificado de defunción” del fútbol tal cual lo conocemos sus dolientes socios y sufridos hinchas, ya que profesionalizada recientemente, a medias y  “de prepo” por la Asociación del Fútbol Argentino, dicha divisional plantea varios interrogantes y muchas más amargas certezas.

Por ejemplo, el descenso al Averno de la “C”, significaría el retiro casi total del sponsoreo con el que cuenta hoy la institución, puesto que se trata de una categoría sin demasiado interés comercial, al carecer de transmisión por televisión. Al mismo tiempo, por lo expresado precedentemente, desaparecerían los aportes económicos devenidos de los derechos de televisación y con ellos, no menos del noventa por ciento del actual plantel profesional, al no poder afrontar los sueldos “inflamados” que abona desde hace bastante tiempo la institución.

Y algo aún peor, deberíamos preguntarnos cómo habríamos de solventar los costos operativos y de mantenimiento de nuestro nuevo y moderno estadio, salvo que alguno haya pensado ya, en municipalizarlo aún más, con tal de hacer frente a los gastos de un Nuevo Francisco Urbano que, hermoso y funcional tal cual es, habría de transformarse sin embargo, en una suerte de “elefante blanco” en la primera “C”.

Para mayores datos, podría consultársele a la gente de Deportivo Español y su “Estadio España”, o de Sportivo Italiano, San Telmo, San Miguel y, sin dudas el caso más emblemático, por lo esclarecedor y traumático: El Porvenir. Club que, no por casualidad, ha sucumbido tras 33 años de presidencia de un tal Enrique Merellas, amigo personal del presidente de la AFA y con afinidades y similitudes con algún que otro dirigente de Morón, de vitalicia permanencia al frente del fútbol profesional.

En definitiva y tras la ratificación por “unanimidad” del “uno sobre doce”, justificado en el sentimiento y la filiación de hincha, aunque deportivamente a un paso de un retroceso de 34 años, quizá sería dable esperar que “nos quieran un poco menos”, pero que actúen y se comporten con bastante más profesionalidad.

Ocurre que, en este Morón “Cosmopolitan”, tan alejado de la lógica y las verdades futbolísticas, todo es posible, mientras algunos se entretengan con la “regla”, para comprobar quién "la tiene más larga”.  

Y sabido es que, en definitiva, más importante que el tamaño, resulta la capacidad y habilidad a la hora del uso…, del cerebro humano.

Ojalá se rijan por él y nos conduzcan por el camino correcto.

jueves, 20 de febrero de 2014

Nuevo "póker" de cambios para evitar que "nos pise el Camión" del "Gato", y comenzar a sumar en 2014.

Con una nueva derrota a cuestas (la tercera en idéntica cantidad de presentaciones en 2014, y sólo dos goles a favor, ambos el último martes ante el "Calamar" y nada menos que siete en contra), un Deportivo Morón nuevamente en crisis futbolística y muy lejos de aquél equipo que goleara y gustara ante Flandria, en la jornada de cierre de 2013, más precisamente el 8 de diciembre último, deberá viajar hasta cancha de Barracas Central para enfrentar al equipo de un viejo "lobo" conocido, como el "Gato" Norberto Salvador Daniele, en otro cotejo de vital importancia en la lucha por zafar de un descenso, otra vez cercano y amenazante, ante un rival directo por eludirlo.

Con respecto al once que proviene de caer 3 a 2 ante Platense, Mario Darío Grana (de cuya continuidad mucho se hablara y dudara, tras dicha derrota, pero que finalmente fuera ratificado por el presidente Diego Spina) implementará nuevamente cuatro cambios, al igual que en la previa del partido ante "Tense", tres de ellos tácticos y el restante obligado.

En efecto, con modificaciones en todas las líneas, se producirá el regreso de Ariel Omar Berón, en lugar de Matías Villavicencio, de floja labor en su inesperada vuelta el martes último, para conformar la línea de tres que mayores réditos le rindiera la cuerpo técnico y que constituyera la base defensiva durante la mayor parte del anterior semestre, junto a Ariel Otermín por el sector derecho y Emiliano Mayola sobre la banda opuesta. En el mediocampo, se registrará el regreso desde el arranque de Hernán Gonzalo Parentini, quien ingresara en el segundo tiempo frente a Platense, en reemplazo de Esteban Alberto González que habrá de volver a ocupar un lugar entre los relevos. 

Asimismo, y ante la expulsión de Gerardo Daniel Martínez, su lugar será ocupado por otro que retorna desde el vamos, luego de un largo tiempo, como Mariano Messera. Finalmente, en la faz ofensiva y ante las nuevas ausencias obligadas de Damián Emilio Akerman (entre esta noche y mañana se conocerá su sanción, por la roja directa ante Acassuso y Pablo Dóvalo, pero todo parece indicar que serían tres fechas, por lo que se perdería el clásico de la fecha siguiente ante Nueva Chicago) y de Mariano Matías Martínez, aún lesionado, Nicolás Alejandro Slimmens, el goleador histórico de las inferiores del Gallito, tendrá una ocasión única para mostrarse y ganar en la consideración del cuerpo técnico, puesto que sustituirá a Ezequiel Adrián Cérica, para acompañar a Pablo David Vacaría, en procura de mayor contundencia arriba.

En consecuencia, los once del Deportivo Morón que intentarán comenzar a salir de la actual e impensada crisis futbolística, sumando sus primeros puntos en este 2014, cuando visite al "Camionero", el próximo sábado desde las 17, sin televisación en vivo y el arbitraje de Ramiro López, en el marco de la 25º fecha de la "B" Metro, temporada 2013/2014, serán los siguientes: Alejandro Esteban Migliardi (capitán y con cuatro amarillas); Ariel Otermín (cuatro amarillas), Ariel Omar Berón (cuatro amarillas), Emiliano Jonathan Ivan Mayola (cuatro amarillas); Mariano Omar Barbieri, Hernán Gonzalo Parentini, Dante Martín Zúñiga, Matías Exequiel Orihuela; Mariano Messera; Nicolás Alejandro Slimmens, Pablo David Vacaría.

Completan el listado de jugadores convocados, para realizar la última práctica previa al partido, este viernes por la tarde, y luego quedar concentrados en el habitual hotel de la Ciudad de Buenos Aires: Juan Cruz Leguizamón, Gonzalo Nicolás Juárez (otro que vuelve a estar entre los "dieciocho", tras prolongada ausencia), Esteban Gabriel Giambuzzi, Luis Ferreyra, Claudio Martín Cabrera, Esteban Alberto González y Ezequiel Adrián "Pastel" Cérica.

Por último, se aguarda con expectativa las sanciones del Tribunal de Disciplina de la AFA, no sólo para conocer la sanción concreta a Damián Akerman, sino también para desmentir algunos trascendidos que hablan de la posibilidad que el encuentro frente a Nuevo Chicago, por la 26º fecha de la "B" Metro, se dispute en otro escenario que no sea el Nuevo Francisco Urbano, o en el mismo estadio del Gallo, pero a puertas cerradas, a partir del informe elevado por el árbitro del cotejo ante el "Calamar", Gonzalo López Aldazábal, como consecuencia de los incidentes registrados en la Platea Oficial, "Filiberto Ferrante", en momentos de la expulsión y salida del campo de juego de Gerardo Daniel Martínez. 

En este punto, y si bien el hecho no tuvo un importancia significativa en sí mismo, máxime en comparación con otros incidentes que se suceden cada fin de semana en nuestro fútbol (más allá de lo triste y bochornoso que resultara), es de tener en cuenta que el episodio de violencia referido, obligó a suspender por algunos minutos el partido y al mismo tiempo, que en el pasado semestre el Deportivo Morón ha venido acumulando sanciones económicas o multas, por parte del propio ente disciplinario de AFA, ante la reiteración de informes arbitrales, por la utilización de pirotecnia y, en especial, la reiteración de actos de indisciplina contra las delegaciones visitantes (puntualmente, el arrojar todo tipo de elementos, desde el mismo sector de platea, hacia el banco o jugadores rivales); antecedentes ellos, que sumados al tenor aún desconocido de lo informado por Gonzalo López Aldazábal, podría determinar una nueva sanción para el club, pero en esta ocasión con implicancias de índole deportivas (por ejemplo, suspensión del Nuevo Francisco Urbano o su utiilización, pero sólo a puertas cerradas). 

Habrá que esperar...

miércoles, 19 de febrero de 2014

Algunas consideraciones acerca de la derrota frente a Platense.

Qué difícil escribir, propiciando bajar un discurso positivo y esperanzador (como en rigor, lo hemos hecho siempre, aún a pesar de algunas convicciones y certezas en el sentido opuesto), cuando ya no queda de dónde asir ese relato condescendiente, para con el espíritu de conjunto, el sentido profesional y el sentimiento de hincha.

Qué tarea complicada, si debemos hallarle razones a la sinrazón, de errores y horrores consabidos desde su génesis, máxime cuando ya no se trata de la primera, ni de segunda, ni la de tercera o cuarta vez, sino más bien cuando hace tiempo que se transita el derrotero suicida de la contumacia declarada, convencida y hasta justipreciada como una valor reconocido, declamado y defendido con pasión, muchas veces desmedida y  hasta revanchista.

Qué faena redundante y agobiante, referirse una vez más, a lo que pudo ser y sin embargo no ha sido, y lejos de hallar actos de grandeza en la adversidad ineludible e incontrastable, encontrarse nuevamente con los mismos gestos de tozudez y obcecación insensata, con un discurso público que trasunta y apela a las fibras íntimas del sufrido corazón de hincha, mientras se da fatalmente de bruces con una realidad, que se presenta mucho más cercana al personalismo extremo y al egoísmo más prosaico, que al genuino amor por una misma camiseta.

Y qué decir cuando esa ofuscación contumaz y peligrosa, se halla legitimada, avalada y sostenida por otros personalismo aún más extremos, que ya han dado sobradas muestras en el pasado reciente, de ser capaces de dilapidar tiempo, ilusiones y posibilidades racionales de torcer rumbos a tempo, en el insensato sostén de lo insostenible y en la absurda labor de dotar de sentido a la sinrazón más elemental, manipulando para ello la única verdad posible, es decir, la realidad, en procura de demostrar “quién la tiene más larga”; y mientras tanto, en desmedro claro y contundente de aquellos a quienes deberían representar con valentía y eficiencia, pero también con grandeza y sensatez, en especial a la hora de la toma de decisiones más complejas y necesarias.

Es precisamente allí, donde las supuestas convicciones se confunden con la necedad y hasta con la negligencia, cuando los egoísmos de unos pocos y los silencios cómplices (e interesados) de unos cuantos más, ponen en riesgo valores mucho más trascendentales y trascendentes que sus propios “miembros”, y arrastran en su insensatez manifiesta y provocativa, a miles de silentes y dolientes corazones, que ajenos por completo a estos juegos de poderes internos y a esta lucha de egos fuera de control, dilapidan sin pudor ni remordimiento, los sueños colectivos y las pasiones más genuinas.

En definitiva, como lógica consecuencia de la incongruencia repetida, un puñado de ilustres nominales (impunes e inmunes a la crítica, en abuso de las facultades que les confiere la idolatría) o por imperio de sus funciones ejecutivas (siempre contingentes, momentáneas y en mera representación de sus legítimos y soberanos mandatarios), se sitúan por encima de los verdaderos deseos e intereses de las instituciones, sus historias (muchas veces desconocidas, por simple vanidad o aún peor, por auténtica ignorancia), sus verdades trascendentes, su dignidad, su prestigio y sus honores bien ganados y adquiridos con orgullo en el devenir de los tiempos.


Si ellos mismos, por un instante, dejaran de “medirse sus miembros” y reflexionaran sobre el sentir y la pasión de tantos corazones afligidos, tal vez las respuestas resultarían bien diferentes y sus decisiones, siempre difíciles, pero valerosas y a tiempo, transitarían por el camino doloroso pero virtuoso del desprendimiento y la grandeza.

De lo contrario, pretender equiparar egoísmo con “amor a la camiseta” e insensatez en la toma de decisiones con convicciones honestas, sería faltarle una vez más el respeto al hincha que idolatra y al socio que delega y ansía ser escuchado.

Ojalá esta vez, se sitúen a la altura de los acontecimientos y de los desafíos que plantea esta hora, sin duda la más crítica y sensible en nuestros últimos treinta años de vida.

Puesto que, como lo dijésemos hace ya bastante tiempo, si “a los tibios los vomita Dios”, entonces a quienes desoigan y traicionen el SENTIMIENTO DEL HINCHA, seguramente les corresponderá la condena histórica, de nuestro origen y destino orgullosamente compartidos.

lunes, 17 de febrero de 2014

Cuatro cambios para sumar los primeros puntos de 2014 y festejar con "cazuela de calamares".

Tras un comienzo impensado, tanto en resultados como en rendimientos individuales y colectivos, con dos derrotas en idéntica cantidad de encuentros en 2014, sin goles a favor y cuatro en contra, en dichos primeros 180 minutos del presente semestre, el Gallo vuelve a enfrentarse a sus fantasmas (dentro y fuera del terreno de juego), nada menos que ante Platense y sin su goleador histórico, expulsado el último miércoles, en el cotejo ante Acassuso, precisamente en el estadio del "Calamar".

En efecto, con la urgencia de volver a sumar de a tres, el Deportivo Morón recibirá a "Tense", en el Nuevo Francisco Urbano, este martes desde las 21.05, con televisación en vivo de TyC Sports y el arbitraje de Gonzalo López Aldazábal, en el marco de la 24º fecha de la primera "B" Metropolitana, temporada 2013/2014, intentando aventar lo más rápido posible, como aconteciera en el amanecer del primer semestre, los fantasmas de un promedio que, hacia finales de 2013, se veía mucho más tranquilizador que ahora; donde la UAI Urquiza volvió a superarnos (tras el triunfo de esta misma tarde, frente a Barracas Central) y en especial, Defensores de Belgrano y Flandria se han acercado peligrosamente, a cinco y dos unidades respectivamente, siendo ambos los equipos que estarían descendiendo a la "C", si el torneo finalizara tras la actual jornada 24.

Con relación al equipo que intentará sumar sus primeros puntos en 2014, Mario Darío Grana implementará cuatro cambios, respecto de los once que iniciaran el encuentro frente a "Ssuso": con el regreso de Mariano Omar Barbieri, tras su cotejo de suspensión por acumulación de amarillas, en lugar de Martín Gastón Sánchez; el ingreso de Ezequiel Adrián Cérica por el expulsado Damián Emilio Akerman (modificación "doblemente" obligada, máxime teniendo en cuenta que, en la previa del propio partido ante el "Quemero", y cuando se presumía que volvería a integrar el banco de los suplentes, Mariano Matías Martínez habría de resentirse de su lesión). 

Asimismo, Grana propondría el regreso del tándem conformado por Esteban Alberto González y Gerardo Daniel Martínez, para procurar mayor juego y dominio del balón en el mediocampo del Gallo, razón que obligará a sustituir a Rodrigo Basualdo, titular ante Acassuso, por el referido "Pelado" González. Finalmente, el cuarto y último cambio, y seguramente el más sorpresivo y controversial, será el de Matías Sebastián Villavicencio en lugar de Ariel Omar Berón, quien no aquejado de lesión de importancia que pudiese marginarlo, en opinión del cuerpo técnico del Gallito, se hallaría en un momento de "bajo" rendimiento. 

En definitiva, los titulares del Deportivo Morón que se jugarán una "parada brava", frente a un rival tan clásico como históricamente esquivo en materia de triunfos, serán: Alejandro Esteban Migliardi (capitán y con cuatro amarillas); Ariel Otermín (cuatro amarillas), Matías Sebastián Villavicencio, Emiliano Jonathan Ivan Mayola (cuatro amarillas); Mariano Omar Barbieri, Dante Martín Zúñiga, Esteban Alberto González, Matías Exequiel Orihuela; Gerardo Daniel Martínez; Ezequiel Adrián Cérica, Pablo David Vacaría.

Completan la lista de concentrados e integrarán el banco de los relevos: Juan Cruz Leguizamón, Ariel Omar Berón (cuatro amarillas), Luis Ferreyra, Hernán Gonzalo Parentini, Martín Gastón Sánchez (cuatro amarillas), Mariano Messera y Nicolás Alejandro Slimmens.

Por último, en la noche de este lunes se confirmó la programación del cotejo frente a Barracas Central, correspondiente a la 25º fecha del torneo de la primera "B" Metropolitana, que se disputará el próximo sábado 22 del corriente, desde las 17 hs., sin televisación en vivo y el arbitraje de Ramiro López (primera vez que nos arbitrará en la presente temporada 2013/2014).

viernes, 14 de febrero de 2014

jueves, 13 de febrero de 2014

Acassuso 2 - Morón 0: la historia vuelve a repetirse...

Nueva derrota del Gallo, la segunda del 2014 y la segunda consecutiva por 2 a 0, en una "tarde de miércoles" (12 de febrero) frente a Acassuso, que lo ganó y bien (sin sobrarle demasiado), con los goles de Federico Pagella y Facundo Pumpido, ambos en el complemento. Por si fuera poco, sobre los '22 del segundo tiempo fue expulsado Damián Emilio Akerman, por un supuesto exceso verbal para con el árbitro del encuentro, el siempre controvertido, Pablo Germán Dóvalo (una roja directa que, además de dejarlo afuera del cotejo ante Platense, podría ausentarlo durante alguna fecha más). 

En la tabla de los promedios, la mala noticia de una nueva victoria de Defensores de Belgrano, que le dio vuelta el partido a Los Andes, en cancha de Quilmes, a puertas cerradas, para vencerlo por 2-1, tras comenzar perdiendo. Un "Dragón" que en dos cotejos del 2014, ya nos descontara seis unidades. Ahora, a pensar una rápida e imprescindible recuperación ante Platense, en el Nuevo Francisco Urbano, el próximo martes 18 del corriente, a partir de las 21.05 hs., con televisación en vivo y el arbitraje de Gonzalo López Aldazábal. 

Más allá de la preocupación, tanto por los resultados adversos como por el rendimiento, en particular frente al "Quemero", la confianza renovada en un grupo que, si bien extraña las ausencias en cancha de Mariano Matías Martínez, pero fundamentalmente de Martín Rodrigo Granero, ha sabido reponerse de rachas negativas, a comienzos de temporada, para hallar equipo, funcionamiento y buen juego colectivo. 

Será cuestión de seguir trabajando, tener paciencia y apostar a una nueva recuperación del terreno perdido, para concretar el objetivo (salvarnos matemáticamente del descenso) y a posteriori, como lógica consecuencia, alimentar el sueño del ascenso. Dos pasos en falso. Nada más, nada menos. A dar vuelta la página ante "Tense" (con la vuelta de Mariano Barbieri, otra pieza fundamental en el esquema de Mario Grana, ausente ante "Ssuso" por haber recibido el último viernes, su quinto cartón amarillo en la temporada), para no dejar más puntos en el camino.

SINTESIS

ACASSUSO
1- Gustavo Ruhl
4- Guillermo Santana
2- Rodrigo Alonso
6- Emiliano Pedreira
3- Nicolás Minici
7- Maximiliano Planté
8- Julián Giménez
5- Lucas Mazzulli
11- Rodrigo Chao
10- Alfredo Abalos
9- Facundo Pumpido
DT: Walter Otta.

Suplentes: 12- Julio Salvá, 13- Nicolás Ibáñez, 14- Nicolás Fonzalida y 18- Sergio Salomone.

Cambios:
13´ST 16- Damián Gómez por 11- Rodrigo Chao.
23´ST 17- Federico Pagella por 7- Maximiliano Planté.
38´ST 15- Lucas Ceballos por 10- Alfredo Abalos.

Amonestados: 23´PT Lucas Mazzulli, 12´ST Emiliano Pedreira, 27´ST Facundo Pumpido y 37´ST Federico Pagella.

DEPORTIVO MORON
1- Alejandro Esteban Migliardi
6- Ariel Otermín
2- Ariel Omar Berón
3- Emiliano Jonathan Ivan Mayola
8- Martín Gastón Sánchez
4- Rodrigo Basualdo
5- Dante Martín Zúñiga
11- Matías Exequiel Orihuela
10- Gerardo Daniel Martínez
9- Damián Emilio Akerman
7- Pablo David Vacaria
DT: Mario Darío Grana.

Suplentes: 12- Juan Cruz Leguizamón, 13- Matías Sebastián Villavicencio, 15- Claudio Martín Cabrera y 18- Esteban Alberto González.

Cambios:
27´ST 16- Ezequiel Adrián Cérica x 4- Rodrigo Basualdo.
30´ST 14- Luis Ferreyra x 8- Martín Gastón Sánchez.
38´ST 17- Nicolás Alejandro Slimmens x 7- Pablo David Vacaría

Amonestados: 25´PT Alejandro Esteban Migliardi, 42´PT Ariel Omar Berón y 27´ST Dante Martín Zúñiga.

Expulsado: 22´ST Damián Emilio Akerman -roja directa-.

Goles: 24´ST, Federico Pagella y 45´ (+ 4) ST, Facundo Pumpido (A).

Estadio: "Ciudad de Vicente López" -local Acassuso-.

Arbitro: Pablo Germán Dóvalo.   

Asistentes: Mauricio Flores / Raúl Tello.

                                            Foto: "Vermouth Deportivo".

martes, 11 de febrero de 2014

Dos cambios nominales y el regreso al esquema táctico habitual, para visitar al "Quemero" por tres puntos imprescindibles.

Luego del fallido reencuentro con su gente, tras el largo receso de verano, el Gallo tendrá una pronta y necesaria revancha ante la caída 0-2 frente a Los Andes, en el Nuevo Francisco Urbano, del último viernes, cuando este próximo miércoles 12 del corriente, a partir de las 17, visite a Acassuso, en el “Estadio Ciudad de Vicente López”, con arbitraje de Pablo Germán Dóvalo y sin TV en vivo, en el marco de la 23º fecha del torneo de la primera “B” Metropolitana, temporada 2013/2014.

A la baja ya conocida (y sufrida ante el “Milrayitas”) del “Polaco”, Martín Rodrigo Granero, para enfrentar al “Quemero” de Walter Otta, se sumará la ausencia también obligada de Mariano Barbieri, otra pieza fundamental para este Morón de Mario Darío Grana, que ante los de Lomas recibiera la quinta tarjeta amarilla y con ella, la consecuente suspensión automática por una fecha.

Con relación al once que iniciara el cotejo ante Los Andes, el elenco titular del Gallito sufrirá dos variantes, una para reemplazar la referida ausencia de Barbieri y la otra en lugar de Esteban Alberto González, de opaca producción ante el conjunto de Felipe De La Riva: en efecto, por el primero ingresará el “Polaco”, Martín Gastón Sánchez y por el segundo, el juvenil Rodrigo Basualdo, regresando de este modo al esquema original de dos volantes centrales, uno de mayor manejo como Dante Zúñiga y el otro de más sacrificio y quite, como el caso del “Chile” Basualdo, de características similares al lesionado Martín Granero.

Con la novedad extra del regreso al banco de los suplentes del goleador del equipo, Mariano Matías Martínez, desgarrado durante el transcurso de la pretemporada y que se perdiera el encuentro del viernes frente al “Milrayitas”, los once del Gallo que intentarán compensar los tres puntos resignados en el Oeste, con una victoria imprescindible ante “Ssuso”, serán los siguientes: Alejandro Esteban Migliardi; Ariel Otermín (cuatro amarillas), Ariel Omar Berón, Emiliano Jonathan Ivan Mayola (cuatro amarillas); Martín Gastón Sánchez (cuatro amarillas), Rodrigo Basualdo, Dante Martín Zúñiga, Matías Exequiel Orihuela; Gerardo Daniel Martínez; Damián Emilio Akerman, Pablo David Vacaría.

Completan el listado de concentrados, que acompañarán a Mario Grana en el banco de los suplentes: Juan Cruz Leguizamón, Matías Sebastián Villavicencio, Luis Ferreyra, Claudio Martín Cabrera (dos que vuelven a sentarse entre los relevos, luego de un tiempo), Esteban Alberto González, Ezequiel Adrián Cérica y Mariano Matías Martínez.

Finalmente, en la noche del lunes, se conoció la programación correspondiente a la 24º fecha de la “B” Metro, jornada en la cual el Deportivo Morón recibirá en el Nuevo Francisco Urbano, la visita de nada menos que Platense, encuentro que habrá de disputarse el próximo martes 18 de febrero, a partir de las 21.05 hs., con televisación en vivo y en directo, a cargo de la habitual señal deportiva de TV por cable, TyC Sports.

sábado, 8 de febrero de 2014

Morón 0 - Los Andes 2: con el objetivo y el sueño intactos.

Como en el debut en la actual temporada, allá por junio de 2013, toda la expectativa y ansiedad previas que generara la primera presentación oficial del Gallo, tras el largo receso (en este caso) de verano, hubo de toparse con un obstáculo grande como una cordillera…, de Los Andes.

En efecto, y al igual que en el cotejo debut del torneo 2013/2014, el “Milrayitas” hizo nuevamente trizas el sueño del Pueblo del Gallito de reencontrarse con su equipo (a pesar del temporal de lluvia desatado en la propia madrugada del último viernes 7 de febrero), para retirarse del Nuevo Francisco Urbano en medio de otra fiesta, como ocurriera allá por el 8 de diciembre de 2013, cuando el once de Mario Grana se despidiera de su público con una goleada tan contundente como merecida, ante un Flandria desdibujado por un Morón lujoso e intratable.

En el camino, entre aquél Gallito que destrozara al “Canario” en el cierre del primer semestre, y éste Morón que cayera otra vez por 2 a 0 ante el conjunto de Felipe De La Riva, hubo de mediar la ausencia de dos piezas fundamentales para el andamiaje del Deportivo Morón, tales los casos de Martín Rodrigo Granero y Mariano Matías Martínez, ambos “tocados” tras las exigencias de una dura pretemporada y los imponderables propios de los ineludibles partidos preparatorios.

A la deserción obligada del goleador del Gallo en la temporada, el cuerpo técnico hallaría un lógico reemplazo en la única incorporación del último mercado de pases, tal el regreso a la institución del “Colo”, Pablo David Vacaría, quien tras rescindir en Tristán Suárez, arribara a Morón con el grato recuerdo de su paso anterior, durante el torneo de la “B” Metro, 2008/2009.

En contraste, la ausencia del “Polaco” de General Levalle suponía una disyuntiva aún más complicada a la hora de su reemplazo, tras un primer semestre de altísimo nivel, convirtiendo a  Martín Granero en el punto más alto y de mayor regularidad del equipo, erigiéndolo a la vez, en titular indiscutible en su puesto, indispensable para el armado y equilibrio del once base e ideal, y por lógica consecuencia, en un jugador insustituible para Mario Grana.

Ante ello, la alternativas disponibles a la mano del DT, eran la continuidad del sistema táctico que tan buenos dividendos le redituara en el cierre del último año, supliendo la ausencia de Granero con el ingreso del juvenil Rodrigo Basualdo, de buena tarea cada vez que le tocara actuar y de similares características al “Vikingo” “averiado” (descartado en la previa, Hernán Gonzalo Parentini, aquejado por un nuevo desgarro), o por el contrario, apelar a la modificación del “dibujo” habitual y efectivo, a partir del ingreso de un doble enganche, con Esteban Alberto González y Gerardo Daniel Martínez, y un único volante central, como Dante Martín Zúñiga, más cerca del juego atildado que del quite, aunque sin transigir una gota de sudor ni de prodigalidad y esfuerzo.

Con ésta última opción en cancha, el Gallito regresaba al Nuevo Francisco Urbano con los mismos tres en el fondo (Ariel Otermín, Ariel Omar Berón y Emiliano Jonathan Ivan Mayola), el referido medio neuquino por delante de la última línea, dos volantes externos con la obligación de desdoblarse más de lo habitual, en ataque y en defensa (Mariano Barbieri por derecha y Matías Exequiel Orihuela por la banda opuesta), mas el apuntado doble enganche y los dos delanteros (Damián Emilio Akerman y Pablo Vacaría).

Así las cosas, si la idea del cuerpo técnico era la de suplir la marca que reporta Martín Granero, por una mayor tenencia y dominio del balón en el mediocampo (es decir, ante la evidencia de un menor quite y recuperación en el medio, intentar manejar la pelota, para no perderla), debemos concluir en que la idea táctica resultó efectiva, puesto que el Gallo manejó mucho la pelota durante los ’90 frente al “Milrayitas”, máxime en comparación con el conjunto de Lomas de Zamora, que se siente mucho más cómodo con menos tenencia y una salida rápida en contraataque, ante la recuperación de su pareja de volantes centrales, Fernando Lorefice y Luis Zeballos.

Claro que, la supremacía en la posesión del balón por sí sola, no redunda necesariamente en una mayor profundidad en ofensiva, y eso fue precisamente lo que ocurrió con el Gallo en la noche del reencuentro con su público, en el Nuevo Francisco Urbano, puesto que el doble enganche colocado en cancha, tuvo la pelota durante largos minutos, aunque jamás supo qué hacer debida y efectivamente con ella, esterilizando de este modo, la productividad en ataque de ese dominio territorial y del esférico.

Los Andes, por el contrario, mucho más práctico y sencillo, opuso como en la primera rueda, un mediocampo rápido y combativo, con los referidos volantes de marca, un par de externos veloces y la gambeta “mañera” pero indescifrable de un Oswaldo Blanco que, sin repetir la actuación descollante de junio último, volvió a convertirse en factor determinante y de quiebre para el desarrollo del encuentro y en un auténtico tormento para la defensa del Gallito, sin importar la banda que eligiese para moverse en ofensiva.

Por eso, en medio de un desarrollo chato y parejo, incluso con una leve supremacía del local, quien en la primera etapa dispusiera de las contadas y mejores ocasiones para la apertura del marcador, a poco de iniciado el complemento, una cobertura defensiva permisiva del intratable “negro” Blanco, más un dominio con la mano del punta de Lomas, no advertido por un regular arbitraje de Lucas Di Bastiano, derivó en el centro que terminaría en el primer tanto de la visita, tras la incursión ofensiva de Luis Zeballos y su “puntazo” inapelable al ángulo superior derecho, de un sorprendido Alejandro “Chiche” Migliardi.

Lejos de los merecimientos, pero arriba en el marcador por su pragmatismo y contundencia, el once de Felipe De La Riva se retrasó un par de metros más a la espera de la reacción del Gallo, oponiéndole al equipo de Mario Grana una verdadera “muralla” en el área de Maximiliano Gagliardo (quien, dicho sea de paso, se cansó de hacer tiempo, aún estando en ventaja, con la venia cómplice de Di Bastiano), con los once jugadores del “Milrayitas” en su propia mitad del campo y una extrema defensa de hasta siete hombres, si a la línea de tres le sumáramos los dos volantes centrales y la dupla de externos.

Equipo solidario, en una mirada “generosa” ó amarrete, en otra no tan condescendiente, Los Andes convertiría el arco que da espaldas a la tribuna visitante en un auténtico frontón, al que el Gallo, claro está, jamás supo ni pudo doblegar con claridad, salvo en contadas ocasiones, en las que pudo y hasta mereció llegar a la igualdad.

Sin embargo, resultaría el propio Morón, quien facilitaría la labor de defensa y contención de la visita, a partir del mal partido de su doble enganche (en especial, de Esteban González, quien volvió a parecerse a aquél talento cadencioso e impreciso del partido debut frente al propio conjunto de Lomas), sumado al desgaste excesivo al que se vieran obligados tácticamente, tanto Mariano Barbieri como Matías Orihuela, más preocupados en la cobertura defensiva de sus laterales, que en explotar sus mejores virtudes ofensivas.

En este marco, mientras el Gallito se debatía entre su falta de ideas y la improductividad de sus intentos ofensivos, Los Andes asestaría su golpe de nocaut, a partir de otra corrida y el golazo de tiro libre (de otro partido), de su volante diestro, Mauro Pajón, una de las incorporaciones “Milrayitas” durante el último mercado de pases.

Y si hasta allí le había costado demasiado generarle peligro a Gagliardo, en los quince minutos finales y dos a cero abajo, las mejores opciones del Gallo se generarían desde afuera del área, con varios intentos de media y larga distancia, algunos de ellos que habrían de pasar realmente muy cerca de los ángulos superiores del vituperado golero visitante.

Con el pitazo final de Lucas Di Bastiano, se consumaría una victoria tal vez injusta del “Milrayitas”, aunque sustentada en su gran pragmatismo y conocimiento de “libreto”, sumados a su disciplina, efectividad y contundencia. Por el lado del Gallito, la desilusión del reencuentro menos esperado con su público, aunque con la tranquilidad del tiempo para corregir errores y volver a las fuentes tácticas que mejor redituaran en el pasado reciente, con una revancha próxima e imprescindible, el venidero miércoles, ante el Acassuso de Walter Otta, en el “Estadio Ciudad de Vicente López”.

Por eso, más allá del sinsabor de la derrota…, el objetivo y el sueño permanecen intactos.

jueves, 6 de febrero de 2014

Se terminó la espera y vuelve el Gallo, con el promedio como objetivo y el ascenso como sueño.

Y se terminó la espera nomás. Transcurrido el receso de verano más largo, del que se tenga recuerdo, mañana desde las 21.30, frente a Los Andes, sin TV en vivo y el arbitraje de Lucas Di Bastiano, la pelota volverá a rodar en el Nuevo Francisco Urbano, lugar donde se detuviera por última vez, para dar paso a la licencia estival de los futbolistas profesionales, el pasado domingo 8 de diciembre de 2013, en la goleada 4 a 0 ante Flandria, con dos goles de Damián Akerman, uno de Mariano Martínez y el restante del ingresado, Martín Gastón Sánchez.

Luego de una exigente pretemporada, primero en la parte física, durante una semana, en el lujoso "Hotel Australis" de la zona de Campana y más tarde, por espacio de otras dos semanas, en la puesta a punto futbolística, en el predio de la AFA en Ezeiza, el plantel y cuerpo técnico del Deportivo Morón enfrentan el semestre más trascendental en la historia reciente del club, puesto que en su renovada lucha por zafar definitiva y matemáticamente del descenso, puede depositarlos por lógica y feliz consecuencia, en la antesala de un ascenso tan demorado como ansiado por todo el Pueblo del Gallo.

Con relación a aquél equipo que finalizara de manera brillante, por lo contundente y hasta lujoso, la primera parte del actual torneo de la "B" Metro, Mario Darío Grana no podrá contar con dos piezas fundamentales para el andamiaje del única escolta del torneo: Martín Rodrigo Granero y Mariano Matías Martínez. 

El "Polaco" de General Levalle, verdadero baluarte para el equilibrio en el medio y la contención cerca de su última línea, sufrió un esguince de tobillo izquierdo grave (grado 3), durante el último cotejo amistoso disputado por el equipo, en la derrota por la mínima ante El Porvenir, sólo días antes del reinicio de la competencia, lesión que lo mantendrá alejado de las canchas por no menos de un mes o algo más incluso. En el caso del Mariano Martínez, el goleador del Gallo se vio aquejado por un desgarro en unos de sus gemelos, ya desde la etapa de preparación física en Campana, lo que impidió que pudiese tener siquiera algunos minutos de fútbol durante el transcurso de toda la pretemporada.

Asimismo, a las bajas precitadas por lesión, habrá que agregarle el desgarro de un Hernán Gonzalo Parentini que no cuenta con nada de fortuna, ya que número puesto para reemplazar en éstos cotejos a Granero, volvió a resentirse de una lesión que lo tiene a mal traer desde el semestre pasado.

Situación que abrió la disyuntiva en el cuerpo técnico, de apelar a Rodrigo Basualdo, de buenas actuaciones cada vez que le tocara actuar y de similares características al "Vikingo"; o por el contrario, retrasar a Gerardo Daniel Martínez (quien en la pretemporada sufriera un esguince de tobillo derecho, pero pudiese recuperarse a tiempo) para acompañar a Dante Martín Zúñiga, ingresando a Esteban Alberto González como enganche, resignando marca en el mediocampo, pero ganando en posesión del balón y juego en la zona media. Alternativa última que, al parecer, habría resultado la elegida por Mario Grana, para oponer al esquema táctico que traerá al Oeste el "Milrayitas" de Felipe De La Riva.

Por otro lado, y hablando de "bajas", debemos citar en este punto a la única salida del equipo, registrada durante el último receso, que se trata de "La Bomba", Leandro Gastón Rodríguez, quien rescindiera con el Gallito para continuar su carrera en el San Simón peruano, una joven institución de aquél fútbol, recientemente ascendido (por primera vez en su corta historia) a la primera división de Perú; y donde además volverá a formar dupla ofensiva con su hermano, Lucas, también surgido de las inferiores de Morón, como ya lo hicieran en Excursionistas y el Llaneros FC. de la segunda colombiana.

Entre las "altas", la única que se produjo es la llegada de un "viejo" conocido, como el "Colo", Pablo David Vacaría, quien proviene de Tristán Suárez, en procura de sumar a una delantera titular sin recambio de igual categoría, de acuerdo a lo visto en el primer semestre del torneo; e intentando asimismo, repetir todo lo bueno realizado en su primer paso por la institución, allá por la temporada 2008/2009, donde (como ahora) llegara en el receso de verano de aquel torneo de la "B" Metro, para pelear un puesto con Juan Pablo Peralta y, partiendo como suplente, convertir nada menos que doce goles.

En definitiva, y luego de los amistosos preparatorios, que arrojaran el saldo de tres triunfos y una sola caída (1-0 a Talleres de Escalada, con gol de Nicolás Alejandro Slimmens; 2-0 a Defensores de Cambaceres, con tantos de Matías Exequiel Orihuela y Mariano Barbieri; 3-1 ante Defensores Unidos de Zárate, con goles de Ariel Otermín, Damián Emilio Akerman y el recién llegado, Pablo Vacaría; y la costosa derrota 0-1 frente a El Porvenir, todos en el predio de la AFA), el Gallo vuelve a presentarse por los puntos, en su "propia casa", para tomarse revancha de la derrota propinada por el "Milrayitas", en el debut en la temporada, y para seguir sumando de cara al promedio y, al mismo tiempo, seguir bien prendido en la pelea grande por el ascenso..., con éstos once: Alejandro Esteban Migliardi; Ariel Otermín (cuatro amarillas), Ariel Omar Berón, Emiliano Jonathan Ivan Mayola (cuatro amarillas); Mariano Barbieri (cuatro amarillas), Dante Martín Zúñiga, Gerardo Daniel Martínez, Matías Exequiel Orihuela; Esteban Alberto González; Damián Emilio Akerman, Pablo David Vacaría.

Completan el listado de los primeros concentrados de 2014 e integrarán el banco de los suplentes, en la esperada noche del reencuentro con su público: Juan Cruz Leguizamón, Matías Sebastián Villavicencio, Esteban Gabriel Giambuzzi, Martín Gastón Sánchez (cuatro amarillas), Rodrigo Basualdo, Mariano Messera y Ezequiel Adrián Cérica.

Para volver con el pie derecho...

miércoles, 5 de febrero de 2014

Así nos espera el Nuevo Francisco Urbano...

Mucho se ha hablado, durante el semestre pasado e incluso en el último receso, del estado del campo de juego del Nuevo Francisco Urbano. En la primera parte de la presente temporada, el césped del nuevo y moderno estadio del Gallo no lució como debiera, en atención a la magnificencia de la infraestructura de una nueva "casa propia", tan hermosa como moderna y funcional.

Tras el receso de verano, mucho también se ha invertido en trabajo, esfuerzo y dinero para solucionar las deficiencias que presentara el césped del Nuevo Francisco Urbano, al tiempo que trascendían las implicancias de un asado de camaradería entre barras amigas, que terminaría con un poco feliz y menos apropiado "picado" dentro del resembrado pasto, dando por tierra (justamente...) con buena parte de aquél esfuerzo, trabajo y dinero invertido en su mejoramiento.

Con todo, la licencia estival tocará a su fin y con ella, volverá a rodar la pelota en el campo del Nuevo Francisco Urbano, el próximo viernes desde las 21.30 hs., cuando el Gallo reciba a Los Andes, en el marco de la 23º fecha del torneo de la primera "B" Metropolitana, temporada 2013/2014; y antes que proceder a contarles el estado del mismo, preferimos mostrárselos directamente, para que cada uno saque sus propias conclusiones e impresiones sobre posibles mejoras o empeoramientos de un terreno de juego, que tanto diera que hablar (y con sobradas razones) durante el transcurso del semestre último.

En consecuencia, así nos espera el Nuevo Francisco Urbano...


Fotos: "Club Deportivo Morón, el Gallito".