martes, 29 de octubre de 2013

Variantes y decisiones que nos suicidan (de a poco).




Sabido es que, en el fútbol, existen tres resultados posibles: los partidos se pueden ganar, empatar o perder. Por desgracia, en este torneo tan atípico y dramático para los hinchas del Gallo, el Deportivo Morón parece haber asimilado una nueva categoría a las ya conocidas, la cual ha decidido poner en práctica, durante varios pasajes de la presente temporada, por lo menos, hasta la actual fecha 15º: nos referimos a los cotejos “regalados”.

En efecto, ya sea a partir de disposiciones tácticas erráticas, modificaciones nominales cuestionables en el transcurso de los encuentros o irresponsabilidades de algunos de los protagonistas dentro de la cancha, el Gallo ha venido dilapidando puntos vitales, en su lucha primigenia por mantener la categoría que, en especial durante las últimas fechas, le han impedido recortar la distancia que lo separa de los equipos que lo anteceden en la tabla de los promedios; a la vez que sí le permitiesen mantenerse expectante y hasta líder, en la otra tabla, la de posiciones, merced a un torneo de la “B” Metro que de tan parejo y mediocre, hoy ofrece generoso, sueños de ascenso a casi todos sus participantes, con nada menos que 18 conjuntos en poco más de seis puntos.

Esta tarde de martes, y tras el trabajoso aunque merecido triunfo ante el “Cartero”, el Deportivo Morón tenía la ocasión de seguir engrosando su flaco promedio con nuevas y necesarias unidades, nada menos que en choque de punteros, dado que debía visitar a un irregular Atlanta, que había ganado un único partido en el “León Kolbowsky” (con un sólo gol, el del triunfo por la mínima, ante el “Pincha” de Caseros) y a pesar de ello, sin embargo exhibía credenciales de líder, al igual que el Gallo.

Y el partido se plantearía parejo y de mediocre desarrollo, como todo el torneo, con varios pasajes de control de balón y del campo de juego, por parte del Deportivo Morón, a partir de la ratificación de los buenos momentos que atraviesan sus dos volantes centrales, Martín Granero y Dante Zúñiga: el primero aportando el quite y el timming necesarios para cortar circuitos ajenos y recuperar la pelota, para dar inicio a los propios, así como el segundo generaba de lo poco visto en materia de fútbol, en la tarde de Villa Crespo, con su claridad y panorama habituales.

Claro está, que habría de notarse una ausencia más que sensible, en este Morón de mucho sacrificio y pocas ideas, dada la baja obligada de Gerardo Martínez, quien en más de un encuentro, aún con sus intermitencias a cuestas, ha sabido destrabar partidos tan cerrados, como ante el “Bohemio”, a partir de sus toques de calidad, en algún pase en profundidad para los delanteros, o por la puntería de su notable pegada de media y larga distancia, para abrir con algún golazo de tiro libre, varios cotejos que tenían destino esquivo para el Gallo, más allá de los ocasionales merecimientos.

Así las cosas, sin Gerardo, toda la responsabilidad a la hora de la generación de ideas futboleras, estaría depositada, una vez más, en los pies de un Esteban González que insinúa más de lo que concreta; pero que, sin embargo, constituye ese jugador distinto que, a pesar de sus lagunas, alberga la esperanza de ese pase en cortada o ese centro preciso, que genere la jugada de peligro, que finalmente tuerza a favor partidos como el de esta tarde.

Lástima que, para intentar ganar un partido, primero es menester generar alguna situación de riesgo, cosa que Morón, a excepción del último cotejo ante “Comu”, ha producido menos que a cuentagotas, sumándose a ello, el bajísimo nivel por el que atraviesa Damián Akerman, quien aún no ha logrado hallar el camino de regreso, que lo reencuentre con la su gran amiga la red y le llene (y nos llene) la boca de gol, de una vez por todas, en este nefasto campeonato, desde los personal.

Lo que reduce drásticamente, nuestras alternativas goleadoras (sin la puntería de Gerardo Martínez), a la inspiración de un Mariano Martínez, que dentro del área ha dado muestras de su importancia (con cuatro tantos en su haber), al igual que, fuera de ella, ha evidenciado lo poco y nada que pesa. Sin contar que, al igual que varios de sus compañeros, no ha logrado adquirir una regularidad en su rendimiento, que lo convierta en un jugador determinante, en todos los encuentros, registrando cotejos de un alto nivel y otros, como frente al “Bohemio”, donde pareciera desconectado y un simple caminante de la cancha.

Para colmo, este Morón tampoco logra obtener regularidad desde las bandas, con dos carrileros rápidos y desequilibrantes, como Mariano Barbieri y Gastón Sánchez, que también han prometido más de lo generado, a quienes se los nota atados o tal vez incómodos con alguna faceta de juego, puesto que no han logrado consolidarse, por lo menos a la fecha, ni como alternativa de llegada ofensiva por sorpresa, ni de relevo oportuno y salvador en defensa. De hecho, todo lo bueno que había insinuado el “Polaco”, en los primeros encuentros (con pases gol incluidos), hoy se han convertido en espasmos intermitentes, durante lapsos cortos de algunos partidos. Por el lado de Barbieri, el de mejor rendimiento, en las últimas jornadas, con especial hincapié en el triunfo ante Comunicaciones, la pobre actuación frente a Atlanta, constituye un retroceso en su rendimiento, más parecido al jugador inexpresivo de las fechas iniciales, que se empecinaba en la individual y equivocaba o demoraba los caminos y pases, para perder la pelota en sectores sensibles del campo, propiciando contragolpes evitables de los rivales.

En defensa, y hasta el derechazo de otro partido, que el recién ingresado, Lucas Nanía, inflara la red de “Chiche” Migliardi, para darle al local un triunfo, que minutos antes, once contra once, parecía complicado para los del “Gallego” Sebastián Méndez, la última línea del Gallo se había mostrado segura y no había pasado demasiados sofocones; a la inversa de lo sucedido en el triunfo frente al “Cartero”, con la única preocupación de Marcos Godoy, bien controlado entre Ariel Berón y su tocayo, Otermín, completándose con otro buen partido de Emiliano Mayola y de un Migliardi que tuvo pocas, y esas pocas supo y pudo conjurar.

Hasta que este Gallito urgido de puntos y resultados positivos, y sin embargo, solidario con causas perdidas y en especial, ajenas a las necesidades del propio Morón, decidiría desde el banco el ingreso de Gonzalo Juárez, en lugar de Gastón Sánchez, aún con ’25 del complemento por delante, y en el marco de un partido chato y aburrido (como todos los de este torneo), pero controlado y hasta ganable, de iluminarse alguno de los intermitentes dotados y ausentes sin aviso de la visita.

Y este cambio defensivo, que con algo de lógica (discutible, pero lógica al fin), procuraba desde la concepción del cuerpo técnico de Morón, armar una línea de cuatro en el fondo, para asegurar el punto, por si las ideas propias no fluían hasta el final del partido, y la voluntad ajena pudiese arrimar algún tipo de peligro, se convertiría en un boomerang, cuando con escasos siete minutos en cancha, el mismo Gonzalo Juárez se hiciera expulsar absurdamente (una vez más), en su irresponsable intento por anticipar un balón en mitad de cancha, sin el timming ni la velocidad física y mental necesarias; lo que determinaría que adelantara demasiado, un anticipo defensivo evitable y, segundos más tarde, una entrada con ambos pies hacia delante, en un intento desesperado por no perder un balón inútil, en una zona del campo ridícula.

Con la roja de Gonaldi consumada, y ya sin Juárez en el terreno, el encuentro que se avizoraba controlado y hasta ganable, minutos antes del ingreso del ex Acassuso, modificaría drástica y definitivamente su curso, puesto que el hombre de más, con alrededor de ’20 por jugar, se transformaría en una inyección anímica para este mediocre único líder (Atlanta), de esta paupérrima temporada de la “B” Metro; hasta desembocar en el gol de otro partido de Lucas Nanía, con escasos segundos en el campo de juego, y el triunfo final sobre una visita, incapaz de reaccionar, tras haber resignado desde el propio banco de los suplentes, la alternativa del triunfo necesario, en primera instancia, y de la recuperación y el posible empate, en segundo y último término.

Porque, por desgracia, y justo en el presente torneo de la “B” Metro, donde cada triunfo es oxígeno para el Gallo, este Deportivo Morón ha decidido solidarizarse con algunos rivales y a las alternativas naturales del juego, agregarle de motu proprio, una nueva y peligrosa variante de resultado posible: el partido “regalado”.

En un campeonato sin margen, no se pueden otorgar ninguna clase de ventajas. Y hoy, desde el banco de los suplentes, hay decisiones y variantes que nos suicidan de a poco. Lamentablemente.

lunes, 28 de octubre de 2013

Con la vuelta de Dante Zúñiga, por el suspendido, Gerardo Martínez, el Gallo visita al "Bohemio", por la cima en soledad y engrosar su promedio.

Tras el merecido, sufrido y necesario triunfo de hace casi una semana, ante "Comu", en el Nuevo Francisco Urbano, y del descanso por las elecciones legislativas del último domingo, el Gallo entrenó por la tarde en su estadio, para luego quedar concentrado en un hotel céntrico, de cara al cotejo de mañana, a partir de los 15.05, cuando visite a Atlanta en el "León Kolbowsky", en choque de punteros, con arbitraje de Martín Gonaldi y televisación en vivo de TyC Sports, en el marco de la 15º fecha de la "B" Metro, que comenzó esta noche (con Témperley-Acassuso) y cerrará su programación entre este martes y pasado mañana.

Con respecto al once que inciara el cotejo ante el "Cartero", el Gallo contará con una sola modificación, que al mismo tiempo, constituye un retorno y una baja obligada por suspensión: en efecto, quien volverá al centro del campo, para volver a conformar el doble cinco con Martín Rodrigo Granero, tras cumplir con la fecha de parate, es el neuquino Dante Martín Zúñiga; que deberá reemplazar a una ausencia importante, también por haber arribado a la quinta tarjeta amarilla, el último martes: Gerardo Daniel Martínez.

De esta manera, los titulares dispuestos por Mario Darío Grana, que intentarán quedar con la cima de la tabla de posiciones en soledad y, al mismo tiempo, sumar tres puntos más para alejarse del fondo de los promedios, serán los siguientes: Alejandro Esteban Migliardi (capitán); Ariel Otermín (cuatro amarillas), Ariel Omar Berón, Emiliano Jonathan Ivan Mayola; Martín Gastón Sánchez (cuatro amarillas), Martín Rodrigo Granero (cuatro amarillas), Dante Martín Zúñiga, Mariano Barbieri; Esteban Alberto González; Mariano Matías Martínez, Damián Emilio Akerman.

Se hallan concentrados e integrarán el banco de los suplentes, mañana desde las 15.05, frente al "Bohemio", en Villa Crespo: Juan Cruz Leguizamón, Matías Sebastián Villavicencio, Hernán Gonzalo Parentini, Claudio Martín Cabrera, Mariano Messera, Leandro Gonzalo Rodríguez y Ezequiel Adrián Cérica.

miércoles, 23 de octubre de 2013

Fue el Gallo, el que "llamó dos veces", para treparse a la cima, dar pelea y soñar a dos puntas.

Luego de 5 fechas sin sumar de a 3 puntos, se logró el tan ansiado y anhelado triunfo, que llevó a Morón a la punta del campeonato...Sí señor, el Gallo se trepó a lo más alto de la tabla y es uno de los líderes del torneo junto al "Bohemio" de Villa Crespo (próximo rival de Morón).

En un campeonato muy irregular donde no existen rivales invencibles (entre los líderes del torneo  y Barracas Central, ubicado en el puesto 18º de la tabla general, tan solo hay 6 puntos de diferencia), el partido frente a Comunicaciones, planteaba muchas dudas para el conjunto de Mario Grana. Un equipo que en los últimos encuentros había perdido la brújula, no sólo por la sequía de triunfos, sino por el bajo nivel de juego, sumado a una anemia ofensiva preocupante (todavía sigue preocupando), se enfrentaba al "Cartero" de Agronomía. Luego del pésimo partido jugado contra Colegiales, Morón debía reponerse rápidamente y conseguir sí o sí la victoria frente a Comunicaciones, debido a la situación apremiante en materia de promedios.

El encuentro comenzó con un Morón ávido de cambiar la pálida imagen que venía mostrando hasta el momento. Apenas comenzado el match, Mariano Barbieri, casi abre el marcador, tras un remate que se fue cerca del palo derecho del arquero visitante Alejandro Medina. Al minuto, Damián Akerman (jugó su mejor partido en el campeonato), se perdería un claro gol, debido a la oportuna intervención del defensor "Cartero" Lucas Banegas, que logró arrebatar lo que sería el primer gol de Damián en el torneo.

El Gallo era mucho más que su rival, que sólo se limitaba a esperar en su campo y lastimar a través de algún contragolpe. Morón quería llevarse por delante a Comunicaciones, y en grandes pasajes del primer tiempo logró su objetivo, ya que Damián Akerman, Mariano Barbieri y su "tocayo" Mariano Martínez, eran los hombres encargados de llevar peligro al arco rival. De hecho a los 23 minutos de la primera etapa, Mariano Martínez quedaría mano a mano con el 1 visitante Alejandro Medina, pero éste le ahogaría el primer grito de la noche. Hasta ese momento todo era de Morón. La victoria debía quedarse en el Oeste, otra opción no había, ya que el Gallo, no sólo se jugaba la posibilidad de llegar a lo más alto de la tabla, sino que no debía perder pisada a los demás equipos (Defensores de Belgrano, Urquiza, Flandria, Barracas Central) en la lucha por los promedios, verdadero objetivo del equipo y cuerpo técnico.

De esta manera se iría el primer tiempo. Morón había hecho méritos para ganar el partido, sólo faltaba algunos ajustes para abrir el marcador y terminar con la sequía de goles. Si bien la actuación de los primeros 45 minutos no fue brillante, el Gallo mostró otra cara, dejando de  lado al equipo frío y timorato de fechas  pasadas. Es más, hasta Damián Akerman levantó su nivel futbolístico, luego de un campeonato para el olvido, en el cual el goleador histórico, no lograba hacer pie dentro del campo de juego, mostrándose fastidioso e impreciso.

En la etapa complementaria, Morón trató de mantener su agresividad ofensiva, con el fin de marcar el tan ansiado y merecido gol, pero por impericia propia o mérito del rival, no pudo mantener dicho nivel, ya que el "Cartero", se mostraría más sólido en materia defensiva, y sus delanteros, comenzaban a llegar de a poco al arco defendido por "Chiche" Migliardi, que durante todo el primer tiempo, fue un simple espectador de lujo, dentro del verde césped.

El Gallo con mucha voluntad intentaba llegar al arco defendido por Alejandro Medina, a base del sacrificio aportado por el "Polaco" Gastón Sánchez y Mariano Barbieri, ante la intrascendencia futbolística de Esteban González y Gerardo Martínez, ambos, incapaces de crear juego, sobre todo este último. El conjunto de Agronomía se animaba de a poco y de vez en cuando trataba de crear peligro a través de alguna jugada aislada, la cual no implicaba una amenaza importante para el veterano (pero más vigente que nunca) Alejandro Esteban Migliardi.

A los 11 minutos de la etapa complementaria, una falta afuera del área, sería capitalizada por Gerardo Martínez, quien lograría abrir el marcador a través de un tiro libre, para anotar el primer y merecido gol de la noche.

Lamentablemente la alegría no duraría mucho, ya que a los 14 minutos de dicha etapa, tras una distracción defensiva en el conjunto local, Federico Carneiro, entraría solito y solo, para estampar el empate, ante la estéril volada de "Chiche", que nada pudo hacer en su solitaria intervención, para impedir la igualdad en el marcador.

Lo que tanto había costado (marcar un gol) se esfumaría rápidamente, debido a dicha distracción. Una pregunta rondaba en la cabeza del hincha y simpatizante de Morón... ¿Seríamos capaces de  levantarnos de tal golpe? ¿Reaccionaríamos  a tiempo?...Por suerte la duda se disiparía rápidamente, ya que al minuto del empate transitorio del conjunto porteño, Mariano Martínez, tras un derechazo certero que se clavaría en el ángulo de Medina, lograría marcar el segundo gol del Gallo, para alegría y descontrol de los miles de hinchas que se hicieron presente en el Nuevo Urbano. Se hacía justicia, ya que Morón había hecho mucho más que su mezquino rival.

Tras sufrir el segundo gol, Comunicaciones iría en busca de la igualdad a toda costa. Por su parte Morón se replegó en su campo, con el fin de mantener y conservar el triunfo. De hecho las llegadas del equipo visitante se hacían cada vez más constantes, pero la defensa del Gallo trataba de frenar y paralizar todo ataque rival.

A poco de finalizar el encuentro el jugador "Cartero" Villalba Fretes, se perdería la igualdad, ya que su remate, sería desviado brillantemente por el gran "Chiche" Migliardi. A esa altura, Morón sólo se limitaba a jugar de contragolpe. Incluso a través de ese medio, tuvo la chance de ampliar el marcador, si no fuera porque el goleador histórico no estuvo fino a la hora de definir.

Final del partido. En la "noche de los Martínez", Morón se quedó con 3 puntos de oro, no sólo porque cortó una sequía de 5 partidos sin triunfos, sino porque ganó justificadamente y logró reducir distancias con sus rivales más directos en la lucha por el descenso...De paso, se trepó a la punta del campeonato...Igual no hay que perder de vista el objetivo primordial de este equipo: evitar el tan temido descenso. Para eso hay que seguir trabajando, mejorando y sumando puntos...todo lo demás es pura yapa...
 

  SINTESIS

Deportivo Morón  2:

Alejandro Migliardi (7)
Ariel Berón (6)
Ariel Otermín (7)
Emiliano Mayola (6)
Gastón Sánchez (6) (Matías Villavicencio 5)
Martín Granero (7)
Mariano Barbieri (7)
Esteban González (5) (Hernán Parentini)
Gerardo Martínez (5)
Mariano Martínez (7) (Ezequiel Cérica)
DAMIAN AKERMAN (7)

Suplentes: Juan Cruz Leguizamón, Claudio Martín Cabrera, Mariano Messera y Leandro Gonzalo Rodríguez.

DT: Mario Grana.


Comunicaciones  1:

Alejandro Medina
Lucas Banegas
Agustín Lucas
Angel Alonso
Jorge Demaio
Federico Carniero
Luis Funes
Jesús Díaz
Germán Scamporrino
José E. D'Angelo
Leandro Staino
Iván Agudiak

Suplentes:  Lucas Di Grazia, Claudio Villalba, Félix Orode y Facundo Tessoro.

DT: Jorge Vivaldo.


Incidencias: Amonestados: (61’) Granero, (74’) Mariano Martínez y (83’) Villavicencio (DM); (63’) Funes (C).

Expulsados: No hubo.

Goles: (54’) Gerardo Daniel Martínez (DM) de tiro libre, (58’) Federico Carneiro (C), (59’) Mariano Matías Martínez (DM).

Estadio: Nuevo Francisco Urbano.

Campo de juego: malo.

Público: 10.000 personas.

Arbitro: Carlos Stoklas (bien).


Por: Marcos Ruiz Carrizo.

lunes, 21 de octubre de 2013

Con el único cambio de González por Zúñiga, el Gallo va por tres puntos vitales ante el "Cartero", en el Nuevo Francisco Urbano.

A caballo de una racha de cinco partidos sin ganar, por más que, de esos cinco cotejos, cuatro hayan sido empates, un Deportivo Morón que encima totaliza 180 minutos sin convertir goles, recibirá a Comunicaciones, en el Nuevo Francisco Urbano, con la necesidad imperiosa de volver a sumar de a tres, máxime tras los resultados positivos de varios de sus rivales directos, en la lucha descarnada por zafar del tan temido descenso, este martes desde las 21 hs., con televisación en vivo de TyC Sports y el arbitraje de Carlos Horacio Stoklas.

Con relación al equipo que proviene de igualar en cero con Colegiales, en Munro, en otra actuación decepcionante, en especial, teniendo en consideración que se trata de uno de los conjuntos más flojos del actual torneo 2013/2014 de la "B" Metro, y en búsqueda de ese poder de fuego que jamás tuvo en demasía, durante la presente temporada, pero que en las últimas fechas ha brillado por su ausencia, junto con el fútbol que le aportaba un decaído Gerardo Daniel Martínez, una sola y obligada será la variante que presente el once de Mario Darío Grana: el ingreso de Esteban Alberto González, en reemplazo del suspendido Dante Martín Zúñiga, quien ante el "Tricolor" llegase a la quinta tarjeta amarilla acumulada. 

Sin embargo, el regreso a la titularidad del "Pelado" González no implicará la salida del equipo de "Gera" Martínez, puesto que ambos conformarán una suerte de doble enganche, en procura de más fútbol y poder ofensivo, que aquello que podría haberle reportado, en contraposición, el ingreso de Hernán Gonzalo Parentini, para acompañar a Martín Rodrigo Granero, en el cambio lógico para volver a conformar el doble cinco utilizado hasta la fecha pasada, junto al suspendido Dante Zúñiga. En consecuencia, y desde lo táctico, el Gallo (en apariencia) pasaría del más cauteloso 3-4-1-2, que vino presentando hasta el momento, a un más ambicioso 3-3-2-2, dadas las urgencias de triunfos y puntos que afronta el plantel.

En definitiva, y con la salvedad del único cambio nominal referido, que podría originar asimismo, la citada modificación en el dibujo táctico, los once titulares del Deportivo Morón que intentarán ganarle a "Comu", para alejarse a siete puntos de Defensores de Belgrano y, al mismo tiempo, acercarse a cuatro de Flandria y a ocho de Barracas Central, en la cruel pugna semanal por los promedios, serán los siguientes: Alejandro Esteban Migliardi (capitán); Ariel Otermín (cuatro amarillas), Ariel Omar Berón, Emiliano Jonathan Ivan Mayola; Martín Gastón Sánchez (cuatro amarillas), Martín Rodrigo Granero, Mariano Barbieri; Esteban Alberto González, Gerardo Daniel Martínez (cuatro amarillas); Mariano Matías Martínez, Damián Emilio Akerman.

Conpletan el listado de concentrados (con la novedad del regreso entre los "dieciocho", del riocuartense Martín Cabrera), tras la práctica vespertina en el Nuevo Francisco Urbano e integrarán el banco de los suplentes, este martes desde las 21, ante el "Cartero", por la 14º fecha de la "B" Metro: Juan Cruz Leguizamón, Matías Sebastián Villavicencio, Claudio Martín Cabrera, Hernán Gonzalo Parentini, Mariano Messera, Leandro Gonzalo Rodríguez y Ezequiel Adrián Cérica.

viernes, 11 de octubre de 2013

Con tres regresos, en especial de Damián Akerman, el Gallo busca fútbol y goles para sumar de a tres ante "Cole".

Esta tarde, tras el entrenamiento vespertino en el Nuevo Francisco Urbano, quedaron definidos los once del Gallito que, sin solución de continuidad, disputarán su tercer partido oficial en sólo siete días, cuando mañana, sábado 12 de octubre, a partir de las 15.30, visiten en Munro a Colegiales, sin TV en vivo y el arbitraje de Ignacio Lupani, en el marco de la 13º fecha del torneo de la primera "B" Metropolitana, temporada 2013/2014.

Respecto de los iniciales que enfrentaran el pasado martes a Tristán Suárez, e intentando revertir el actual mal momento por el que (nuevamente) atraviesa el equipo, con cuatro partidos sin ganar, desde el triunfo ante Chacarita, en el Nuevo Francisco Urbano, Mario Darío Grana volverá a "meter mano" entre los titulares, generando tres cambios, que más que modificaciones, constituyen otros tantos regresos a la titularidad: esto es, la vuelta de Mariano Barbieri (por Matías Exequiel Orihuela), quien ante el "Lechero" partiera desde el banco, ingresando en el complemento; el retorno de Gerardo Daniel Martínez desde el arranque, como enganche, en sustitución de Esteban Alberto González, y el esperado y necesario regreso de Damián Emilio Akerman (en lugar de Leandro Gonzalo Rodríguez), marginado del equipo en la última jornada, a consecuencia de una dolencia muscular, cuyos goles se precisan como el agua por el Oeste, ante la evidencia de un equipo que padece una anemia ofensiva ostensible, con relevos que no han podido suplir con conquistas, la baja física y futbolística de un jugador emblema e irremplazable en el Gallito.

Así las cosas, los once que saldrán a intentar sumar de a tres en Munro, ante un flojo Colegiales (que viene de caer 3 a 0 ante la UAI Urquiza, el último miércoles), serán: Alejandro Esteban Migliardi (capitán); Ariel Otermín (cuatro amarillas), Ariel Omar Berón, Emiliano Jonathan Ivan Mayola; Martín Gastón Sánchez (cuatro amarillas), Martín Rodrigo Granero, Dante Martín Zúñiga (cuatro amarillas), Mariano Barbieri; Gerardo Daniel Martínez; Mariano Matías Martínez, Damián Emilio Akerman.

Completan la delegación que se halla concentrada (con el regreso de Hernán Parentini, tras superar un desgarro), a la espera del cotejo de mañana, a las 15.30, frente al "Tricolor" de Munro: Juan Cruz Leguizamón, Gonzalo Nicolás Juárez, Hernán Gonzalo Parentini, Mariano Messera, Esteban Alberto González, Leandro Gonzalo Rodríguez y Ezequiel Adrián Cérica.

miércoles, 9 de octubre de 2013

El “Juego de la Oca”.



Y este Morón “rachero”, parece empeñado en jugar un juego peligroso y tortuoso para su gente, en esta coyuntura tan crítica: el “Juego de la Oca”. Es que luego de un comienzo flojísimo, tanto en el rendimiento como en la sumatoria de puntos, con una sola unidad sobre nueve posibles, más tarde el equipo pareció acomodarse, a partir de mejores performances individuales y colectivas, para ilusionar y en especial tranquilizar con un estimulante sprint de trece puntos sobre los siguientes quince en disputa; para luego de la igualdad en dos con Merlo y el desmantelamiento de la defensa titular, a consecuencia de las expulsiones ante el “Charro”, no volver a ganar en las pasadas cuatro jornadas, con tres igualdades y una derrota inesperada ante Fénix, en un (hasta entonces) inexpugnable Nuevo Francisco Urbano, y un balance de tres unidades de las últimas doce en juego.

En este “Juego de la Oca”, dentro del cual se halla inmerso el conjunto de Mario Grana, fiel a las reglas generales de su naturaleza lúdica, el Gallo parece avanzar un par de casilleros, ilusionando a protagonistas y espectadores, para luego retroceder otros tantos, sembrando dudas e inquietudes sobre el verdadero rostro y auténtico rendimiento de este equipo, y en definitiva, imposibilitando la proyección de una constante previsible, de cara al futuro, tanto de puntos como de sus reales aspiraciones, en ambos frentes de batalla en donde hoy dirime su suerte, semana a semana: la tabla de posiciones y de los promedios del tan temido descenso.

En este contexto, el Deportivo Morón viene demostrando mejores versiones afuera, que adentro y frente a su propia gente, puesto que si bien ha triunfado en una sola ocasión, en condición de visitante (frente a Almagro, en Villa Raffo), tras haber sido derrotado en sus primeras dos salidas (ante Los Andes y Platense), luego el equipo se asentó y no volvió a perder fuera del Oeste, con mayoría de empates, es cierto, pero ante rivales complicados y varios de ellos clásicos, en terrenos históricamente adversos y en más de una oportunidad, teniendo que partir desde atrás, igualando y merecidamente, partidos en desventajas circunstanciales, tanto en el resultado parcial, como en la lucha por la supremacía dentro del campo de juego.

Mientras tanto, en terreno propio y tras el furioso segundo tiempo ante Chacarita, que le permitiera dar vuelta el clásico y treparse a la cima del torneo, cuanto menos, de forma momentánea, jamás pudo volver a conformar un actuación como aquella de los segundos cuarenta y cinco minutos ante el “Funebrero”, con bajones pronunciados ante Fénix, en especial durante el primer tiempo, y buena parte del cotejo ante el “Lechero”, del último martes, donde volviese a manifestarse aquél conjunto sin fútbol ni ideas de los primeros partidos, con la misma anemia ofensiva que lo aquejara en tan errático comienzo de temporada.

En honor a la verdad, quizá si algo diferencia al Morón que no supo cómo hallar los caminos para vulnerar a un ordenado, aunque también limitado Tristán Suárez, de aquél que hilvanara nada menos que cuatro victorias en fila, en un hecho inédito durante varias campañas, es que aún con Gerardo Martínez en cancha, no pudo contar con la única cuota de claridad y de fútbol que presenta este laborioso aunque austero Gallito, encarnada en un Gerardo que partido a partido se va deshilachando más pronunciadamente, no sabemos si por el desgaste propio de quien llegó a último momento y casi “por la ventana”, para calzarse la “pilcha” de conductor del equipo, por imperio de la necesidad y sin pretemporada (y, pese a ello, tan acertadamente respondiera en aquellos primeros encuentros), o porque lentamente ha comenzado a transitar el camino de la intrascendencia que lo enemistara de su enorme potencial y de la misma gente, en un pasado no tan lejano.

Al mismo tiempo, con Damián Akerman disminuido física y futbolísticamente, casi desde la génesis de este complicado torneo, y un Mariano Martínez que, si bien ha aportado su cuota goleadora (de hecho, es el máximo artillero del equipo, con tres tantos), no ha logrado volver al buen nivel con que cerrara la temporada pasada, tal vez y sólo tal vez, porque cada partido lo encuentra jugando cada vez más lejos del área contraria, esto es, su hábitat natural y donde resulta más necesario.

Ante ello, las alternativas disponibles en el banco, no han rendido a la fecha los frutos esperados, con un Ezequiel Cérica voluntarioso, aunque sin un nivel equiparable a los delanteros titulares y un Leandro Rodríguez que, tras algunos fallidos ingresos como relevo, frente al “Lechero” tuvo la oportunidad de oro de demostrar todas las condiciones que debió tener para llegar a vestir la camiseta roja y blanca (o azul…, o negra…) del Gallo, y sin embargo, al cabo de noventa minutos para el olvido, su actuación individual ha resultado tan llamativamente desastrosa que, resulta preferible llamarse a un piadoso silencio, con tal de evitar abundar en adjetivos que califiquen con crudeza, la precariedad técnica de un futbolista profesional, por lo menos desde la formalidad laboral/contractual.

En la mitad del campo, y ante la evidencia de un Gerardo Martínez ausente en su fútbol, Esteban González debería ser el encargado de asimilar la responsabilidad creativa, para aportar algo de claridad y profundidad a un equipo que, voluntarioso y generoso en prodigalidad, en cotejos como frente a Tristán , daría la impresión que podría jugar durante ciento ochenta minutos de corrido y, sin embargo, ser incapaz de generar alguna jugada colectiva que pudiese finalmente inquietar a la última línea rival. Y en este aspecto, el “Pelado” ha cumplido a medias, puesto que se muestra y se presenta sin dudas, de lo más claro de un conjunto carente de ideas, pero que pese a ello, tiene la lamentable tendencia de recurrir al “fulbito” intrascendente y a las “pisaditas” repetidas que, lejos de aportar al equipo, lo enemistan con una platea que se agota (y con razón) de sus actitudes displicentes e improductivas.

De ese medio hacia atrás, quizá se halle lo mejor, más compacto y parejo de este equipo afecto al Jjuego de la Oca”, con un doble cinco que cada partido que pasa, funciona de mejor forma, a partir del complemento justo entre el juego lúcido, vistoso y efectivo de Dante Zúñiga, y la solidaridad y prodigalidad de un Martín Granero que, por estos días y con la confianza y titularidad que le ha dado el cuerpo técnico, está mostrando su mejor versión desde su llegada al Gallito, con el timming necesario que tal vez le faltara el torneo pasado, y que lo obligara a golpear más que a quitar con eficacia, por la lógica casi física de quien llega un segundo más tarde, por falta de continuidad y minutos de juego.

Hasta llegar a la defensa, sin lugar a dudas el punto más alto de este Morón de Mario Grana, que a podido hallar en una línea de tres, conformada por los “Ariel”, Otermín y Berón y Emiliano Mayola, la última línea más compacta y convincente de los últimos años, en un sector vital del campo de juego que, hasta hace muy poco tiempo, parecía una dolor de cabeza endémico para el hincha del Gallo, sin importar la temporada, los jugadores o el técnico que se sitúen como patrón de recuerdo y referencia. Tanto es así que, tras el empate pírrico en el Parque San Martín, donde Gonzalo López Aldazábal, árbitro de aquél cotejo, diezmara la defensa titular del Gallito, por las expulsiones de Berón y Mayola, al partido siguiente, frente a Fénix, en el Nuevo Francisco Urbano, ni Gonzalo Juárez ni Matías Villavicencio podrían suplir con la misma eficiencia a los suspendidos, con actuaciones tan desafortunadas (en especial, en el caso del primero), que resultarían determinantes para el desenlace final con una inesperada y dolorosa derrota.

Párrafo aparte para Ariel Otermín, sin lugar a dudas el más golpeado y resistido, en aquellos complicados momentos de comienzo de torneo, donde los resultados no se daban, y que sin embargo a sabido trocar los silbidos por aplausos, a partir de la solidez demostrada, desde su mejor lugar en el mundo: como stopper por derecha. Y por si fuese poco, aportando la cuota goleadora ausente entre varios de los delanteros, con dos tantos en la campaña, y nada menos que en una misma noche, para vencer a Chacarita, en el clásico y subirse a la punta, por lo menos, por algunas horas.

Porque en este “Juego de la Oca”, hasta el inoxidable “Chiche” Migliardi ha tenido sus asteriscos, pero reivindicados luego con creces, no sólo por el respeto y la admiración de un apellido que ya es sinónimo del Deportivo Morón, sino por la vigencia y permanencia dentro del terreno del juego, de uno de los tres mejores arqueros de la categoría (sinó el mejor), con actuaciones tan destacadas y fundamentales para mantener al Gallo con vida en varios cotejos, con tres penales atajados de otros tantos sancionados y salvadas antológicas como las que permitiesen que el equipo se mantuviese en partido, durante el primer tiempo frente al “Gasolero”, y que a la sazón, le significasen a Morón sumar un punto importante en su visita al “Beranger”.

Si hasta el propio cuerpo técnico no ha podido eludir el caer en las redes de este “Juego de la Oca”, con avances y retrocesos en sus lecturas y planteos tácticos, tanto desde lo previo, como durante el transcurso de algunos de los encuentros, con decisiones técnicas y modificaciones nominales, tan respetables como discutibles en su oportunidad y concepto.

Ojalá en el futuro más inmediato, podamos cambiar de juego, para adquirir la necesaria fluidez, solidez y regularidad del lado de adentro del alambrado perimetral olímpico, para que de este otro lado, es decir, del lado de afuera, se sufra bastante menos y podamos mirar el futuro con mayor previsibilidad, confianza y desahogo. Confiamos en ello.


Postales de un empate "Tristón"...


lunes, 7 de octubre de 2013

Póker de cambios para recibir al "Lechero", mañana desde las 21, sin TV.

Setenta y tres horas después, de una dura y cuesta arriba "batalla" ante Témperley, en el "Beranger", el plantel superior de fútbol del Deportivo Morón, debe afrontar otro complicado compromiso, ante un rival más que directo en la lucha por zafar del descenso, como Tristán Suárez, mañana martes, desde las 21 hs., en el Nuevo Francisco Urbano, sin televisación en vivo y el arbitraje de Yamil Possi, de polémica actuación la última vez que nos "tocara en suerte", allá por diciembre del año pasado, ante Acassuso, en el "Ciudad de Caseros", donde no convalidara un gol legítimo de Mariano Martínez.

Por segundo encuentro consecutivo, Mario Darío Grana dispondrá de un póker de cambios, respecto del once inicial frente al "Gasolero", a partir de los ingresos de Martín Gastón Sánchez en lugar de Mariano Barbieri (que irá al banco); de Matías Exequiel Orihuela por Gerardo Daniel Martínez (que también tendrán un lugar asegurado entre los relevos ante el "Lechero"), más la modificación de la ofensiva completa, con los ingresos de Leandro Gastón Rodríguez y Mariano Matías Martínez, en reemplazo de Ezequiel Adrián Cérica y Damián Emilio Akerman (con "Pastelito" al banco y el goleador histórico fuera de los dieciocho, a consecuencia de una molestia muscular).

En definitva, los once del Gallo que, por la 12º fecha del torneo de la primera "B" Metropolitana, temporada 2013/2014, intentarán volver al triunfo ante Tristán Suárez, para cortar una mini-racha adversa de tres sin sumar de a tres (con dos igualdades y la derrota ante Fénix), serán los siguientes: Alejandro Esteban Migliardi (capitán); Ariel Otermín (cuatro amarillas), Ariel Omar Berón, Emiliano Jonathan Ivan Mayola; Martín Gastón Sánchez, Martín Rodrigo Granero, Dante Martín Zúñiga, Matías Exequiel Orihuela; Esteban Alberto González; Mariano Matías Martínez, Leandro Gonzalo Rodríguez.

Completan el listado de concentrados y acompañarán a Mario Grana en el banco de los suplentes: Juan Cruz Leguizamón, Matías Sebastián Villavicencio, Esteban Gabriel Giambuzzi, Gerardo Daniel Martínez, Mariano Barbieri, Víctor David López (que vuelve entre los relevos, desde el cotejo con Deportivo Merlo) y Ezequiel Adrián Cérica.  

domingo, 6 de octubre de 2013

"El que quiera Celeste"...

Importante punto del Gallo en el "Beranger", con una soberbia actuación del gran capitán "Chiche".


Luego de la inesperada derrota el martes pasado frente a Fénix, Morón necesitaba recuperarse de semejante cachetazo propiciado por el humilde equipo de Pilar. El rival de turno sería el duro y complicado Club Atlético Temperley. El encuentro no sería nada sencillo, ya que el "Gasolero", venía (y viene) prendido en los puestos más altos de la tabla (al igual que Morón).

Durante los primeros minutos del cotejo disputado en el Alfredo Beranger, se pudo observar a un Morón perdido en el campo de juego, debido a varios factores:  imprecisiones defensivas, un mediocampo que no paraba a nadie y una delantera ausente. Por su parte, Temperley asumió el rol de protagonista, no sólo por su condición de local, sino por su juego, ya que se mostraba como un equipo compacto en todas sus líneas. Mientras tanto, el "Gallo" no hacía pie en el campo de juego.

El dominio local se hacía sentir. A los 15 minutos de la primera etapa, una desatención en la marca por parte de Dante Zúñiga y Mariano Barbieri, dejaron solo al jugador "Celeste", Fernando Brandan, el cual abrió el marcador a través de un certero derechazo, en el cual "Chiche" Migliardi, nada pudo hacer por impedir el gol. Hasta ese momento, Temperley justificaba con creces la victoria parcial.

Los minutos transcurrían y el conjunto del Oeste dirigido por Mario Grana, seguía sin encontrar el rumbo, salvo alguna llegada aislada por parte de Damián Akerman y Ezequiel Cérica, las cuales no representaban ningún riesgo para el arco defendido por Federico Crivelli, arquero del conjunto del Sur. Temperley se había adueñado del balón y del terreno. El Gallo, carente de alguien que genere algo de juego, (ya que Esteban González encargado de dicha tarea, ni Gerardo Martínez, podían retener la "redonda") se veía huérfano en materia de creación, por ende, Morón, no lograba concretar una jugada de riesgo (salvo una mala salida de Federico Crivelli, en la cual Esteban González no pudo concretar).

La defensa del Gallo no daba ninguna garantía. Incluso uno de los más regulares en materia de rendimiento defensivo (Ariel Berón), se mostraba dubitativo a la hora de marcar. Aunque usted no lo crea, el cuestionado Ariel Otermín, era el más sólido en la última línea del conjunto del Oeste. De esta manera se iban los primeros 45 minutos del encuentro. Temperley, justificaba la victoria. Incluso pudo aumentar el marcador, si no fuera por las intervenciones de "Chiche" Migliardi (de gran partido), redimiéndose de esta manera, de algunas flojas actuaciones (en especial frente a Fénix).

El Gallo, si quería revertir la pálida actuación del primer tiempo, tendría que trabajar y mucho, sobre todo en materia defensiva/ofensiva, ya que el equipo por momentos fue una sombra durante gran parte del primer tiempo.

En la etapa complementaria, el conjunto dirigido por Mario Grana, salió con otra actitud al campo de juego. Morón iría en busca de la igualdad, tratando de dejar atrás la pálida imagen de los primeros 45 minutos.
El Gallo con mucha voluntad, intentaba llevar peligro al arco local. Si bien hasta ese momento, las llegadas no eran del todo claras, se veía otra predisposición a la hora de atacar y marcar presencia en el verde césped (vale la pena mencionar el excelente estado del campo de juego del equipo del Sur). Incluso, la defensa se veía más sólida y compacta, lo cual implicaba algo de tranquilidad para el experimentado Migliardi. En pocas palabras, Morón no era el mismo equipo timorato, indeciso, e impreciso de la etapa inicial.

Por su parte Temperley, trató de cuidar su ventaja, y de vez en cuando se animaba a atacar. A pesar que las actuaciones de Damián Akerman (nuevamente de flojo nivel) y Ezequiel Cérica, no representaban peligro para el conjunto local, el Gallo iba con mucha voluntad en busca de la tan ansiada igualdad. El cambio de Gastón Sánchez por Gerardo Martínez (otro punto débil en el equipo), le dio otro aire al equipo, ya que Gerardo nunca se pudo acomodar en el terreno, y la velocidad aportada por el ex Dálmine, cambiaría la cara a Morón.

Tal es así, que una rápida jugada de Gastón Sánchez, tras un desborde en el área visitante, habilitaría al recién ingresado Mariano Martínez (en lugar de Damián Akerman) para marcar el empate a los 29 minutos de la etapa complementaria. Premio al sacrificio de Morón y castigo a la pasividad y conformismo del "Celeste". De ahí en más, se haría un partido de ida y vuelta, ya que el local trató de despertarse de su "siesta nocturna", y comenzó a llevar peligro a los tres palos defendidos por el gran Capitán y héroe de la noche, "Chiche" Migliadi.

Por su parte Morón apostaba a una contra que le diera el triunfo. De hecho, tuvo sus chances, pero todas ellas fueron dilapidadas por malas definiciones en el conjunto visitante. Mientras tanto, "Chiche" se erigía como el héroe de la noche, ya que el "Gasolero" iba en busca de los tres puntos, que lo deposite como único puntero del campeonato, pero todos sus intentos se veían frustrados por la destacada actuación de Migliardi.

Así transcurrieron los minutos finales del partido. Tanto Temperley como Morón, pudieron quedarse con el triunfo. La gran actuación del "1" visitante, sumado a las contras desperdiciadas por el conjunto dirigido por Mario Grana, sellaron el empate definitivo en el Alfredo Beranger. Con el pitazo final, por parte del hombre de negro (Pablo Giménez), Morón se llevaría del Sur un punto muy valioso. No sólo por lo que significaba el rival, sino también para sumar puntos en la lucha por el descenso. Nunca hay que olvidarse el verdadero objetivo por el cual estamos peleando en este duro y difícil campeonato... A pesar del traspié frente a Fénix, el equipo viene demostrando que tiene memoria.


SINTESIS

Temperley      1:

Federico Crivelli
Gastón Aguirre
Carlos Ramos
Brian Cucco
Matías Bolatti
Emiliano Gianunzio
Cristian Quiñonez
Fernando Brandan
Leonardo Di Lorenzo
Gastón Corado
Luis López

DT: Aníbal Biggeri


Deportivo Morón    1:

Alejandro Migliardi (c) (9)
Ariel Otermín (6)
Ariel Berón (5)
Emiliano Mayola (6)
Mariano Barbieri (5)
Gerardo Martínez (4) (Gastón Sánchez 6)
Martín Granero (6)
Dante Zúniga (4)
Esteban González (5)
Ezequiel Cérica (4) (Leandro Rodríguez 5)
Damián Akerman (4) (Mariano Martínez 6)

Suplentes: Juan Cruz Leguizamón, Matías Sebastián Villavicencio, Esteban Gabriel Giambuzzi, Mariano Messera.

DT: Mario Grana

Goles: '15 PT Fernando Brandan (T), '29 ST Mariano Martínez (M).

Estadio: "Alfredo Beranger".

Público: 6.000 personas aprox.

Campo de juego: excelente.

Arbitro: Pablo Giménez (bien).


Por: Marcos Ruiz Carrizo.


viernes, 4 de octubre de 2013

Cuatro cambios para volver al triunfo, frente al "Gasolero", en el "Beranger".

Superado el "cachetazo" del triunfo de Fénix, en el entonces invicto Nuevo Francisco Urbano, el plantel del Deportivo Morón no contó con tiempo para lamentos, ni mucho menos para descanso alguno, teniendo en cuenta la proximidad del venidero y complicado compromiso, en el marco de la 11º fecha del torneo de la primera "B" Metropolitana, temporada 2013/2014, jornada en la que el Gallo deberá visitar a Témperley, en el "Alfredo Beranger", el sábado 5 del corriente, desde las 20 hs., con televisación en vivo de TyC Sports y el arbitraje de Pablo Giménez (tres ganados y un perdido, en el historial particular con el "hombre de negro", la última, por la tercera fecha de este mismo campeonato, en la derrota por la mínima y frente a Platense, en Vicente López, donde expulsara a Gonzalo Juárez).

Con los vitales retornos de Ariel Omar Berón y de Emiliano Jonathan Ivan Mayola, en reemplazo de Gonzalo Nicolás Juárez y Matías Sebastián Villavicencio, ambos (pero en especial el primero) de flojísima labor ante el "Cuervo" de Pilar, más el ingreso de Esteban Alberto González, en lugar del "Polaco" Gastón Sánchez y de Ezequiel Adrián Cérica sustituyendo a Mariano Matías Martínez, cuatro serán las modificaciones que presentará el equipo de Mario Darío Grana, respecto del once inicial ante Fénix; cambios nominales que, a su vez, generarán variantes posicionales, puesto que Mariano Barbieri pasará a desempeñarse por el carril derecho, cediendo el izquierdo a Dante Martín Zúñiga, a la vez que Gerardo Daniel Martínez se retrasará unos metros, para conformar el doble cinco con Martín Rodrigo Granero, a efectos que el "Pelado" González pueda cumplir el rol de enganche, que habitualmente venía ejerciendo el referido Gerardo Martínez.

En definitiva, con los cambios reseñados y con Ariel Otermín como el único jugador "en capilla", en materia de amonestaciones, los once del Gallo que intentarán retomar el camino de la victoria, ante el "Gasolero", serán: Alejandro Esteban Migliardi (capitán); Ariel Otermín, Ariel Omar Berón, Emiliano Jonathan Ivan Mayola; Mariano Barbieri, Gerardo Daniel Martínez, Martín Rodrigo Granero, Dante Martín Zuñiga; Esteban Alberto González; Ezequiel Adrián Cérica, Damián Emilio Akerman.

Completan el listado de concentrados e integrarán el banco de los suplentes, en la noche del "Beranger": Juan Cruz Leguizamón, Matías Sebastián Villavicencio, Esteban Gabriel Giambuzzi, Martín Gastón Sánchez, Mariano Messera, Leandro Gonzalo Rodríguez y Mariano Matías Martínez.

martes, 1 de octubre de 2013

El descuento del Gallo, a cargo de Gonzalo Juárez, cuando la hazaña parecía más que posible.


Imágenes de una derrota insospechada, por primera vez en el Nuevo Francisco Urbano.


La "peste rosa"...

Evidente y lamentablemente, el empate final en el Parque San Martín, le resultó al Gallo mucho más costoso que los dos puntos resignados, con dos hombres menos, pese a haberse puesto en ventaja por dos a cero, a poco de comenzado el complemento.

En efecto, y más allá de lo numérico y la bronca que pudo subyacer en muchos de nosotros, al igual que entre el cuerpo técnico y los jugadores, ante un partido con Merlo que si no se tenía ganado, cuento menos muy encaminado, pero que al cabo del mismo y dadas las accidentadas circunstancias que rodearon en particular al complemento, también se pudo perder y en definitiva, bajo esta perspectiva global el punto adquiría preponderancia; el verdadero costo de la “batalla” ante el “Charro” la comprobaríamos una semana más tarde, más precisamente, en ocasión de la derrota impensada del Gallo ante Fénix, quien por si fuese poco, además del batacazo en el Nuevo Francisco Urbano, le cortaría al Deportivo Morón una racha positiva de seis encuentros sin derrotas y quedará en la historia como el primer visitante en llevarse los tres puntos de nuestro nuevo “teatro de los sueños” del Oeste.

Es que, el mayor costo que implicaría la remontada del Deportivo Merlo, tras el dos a cero inicial del Gallito, no sería precisamente la pérdida de esos vitales dos puntos, y que algún pasaje del encuentro se intuyeron en el “buche”, sino las expulsiones de Emiliano Mayola, casi en el epílogo del primer tiempo, y más tarde de Ariel Berón, en el complemento y cuando el vendaval en el “José Manuel Moreno” se tornaba cada minuto más difícil de controlar; puesto que a la luz del resultado final en el Parque y de la dolorosa derrota en el Nuevo Francisco Urbano, una semana más tarde y ante el “Cuervo” de Pilar, habría de diezmar y lastimar fatalmente a una defensa de Morón que venía consolidada y compacta, constituyendo el punto más alto de rendimiento del equipo y en algunos cotejos, hasta supliendo la anemia ofensiva de un Gallo que añora y sufre por su goleador histórico y la falta de alternativas en ataque.

En consecuencia, aquello que se insinuara en Merlo Sur y que en ese momento pudo atribuírselo a la complejidad de armar y reconstruir dos veces en pleno juego, a una última línea lacerada por las decisiones arbitrales de Gonzalo López Aldazábal, el último martes, y frente al recientemente ascendido Fénix, se expondrían con indisimulable crudeza, las verdaderas razones de cinco goles en dos cotejos y un punto sobre los últimos seis, además de la pérdida del invicto en el nuevo estadio, de la posibilidad de acceder en soledad a la cima del torneo y, lo más importante por estos tiempos, alejarse de Defensores de Belgrano y recortar a la mínima expresión las diferencias de coeficiente con Flandria, Barracas Central y Tristán Suárez, dentro de nuestra primigenia y prioritaria lucha por zafar del descenso: que, aún con mejores y peores actuaciones, incluso dentro de un mismo encuentro, para esta línea de tres en el fondo que platea Mario Grana, Emiliano Mayola resulta un jugador importante y, sobre todo, que para esa misma zaga y con idéntico dibujo táctico, Ariel Berón constituye una pieza vital e insustituible para este Morón, por lo que juega y por la confianza que reporta a sus compañeros, así como el relevo, velocidad y balance que le otorga a toda la línea.

Por desgracia, y frente a Fénix, los reemplazos no estuvieron a la altura de los requerimientos mínimos, con una floja actuación de Matías Villavicencio y un preocupante rendimiento de Gonzalo Juárez, quien más allá del gol a favor, para el momentáneo descuento, se mostró inseguro, errático, y fundamentalmente lento, como cuando debió rechazar de cabeza un centro en el área chica y, al dejarla pasar inexplicablemente, permitió que Martínez Vargas se hiciera fácilmente de la pelota (por detrás del propio zaguero del Gallo) para ajusticiar solito y sólo a un indefenso “Chiche” Migliardi; o ante cada mano a mano, en especial en velocidad, martirizado en el primer tiempo por Marcos Riquelme y en el complemento por Nicolás Martínez Vargas, autor de los dos primeros goles de un “Cuervo”, que seguramente se anotó el triunfo más resonante de su humilde historia.

En términos generales y durante el primer tiempo, el Deportivo Morón que saltó al campo de juego ante Fénix, pareció un pesadillesco deja vù de aquél equipo sin alma, irresoluto y timorato de los nefastos tres primeros cotejos de este mismo torneo, tanto es así que jamás hallaría la pelota en mitad del campo y como consecuencia lógica, no ejecutaría ni un solo disparo al arco, de un Sebastián Hernández, golero visitante, tan irritante con sus actitudes al hacer tiempo, como inseguro y permeable cuando, recién en el segundo tiempo, el Gallo recuperaría la memoria para apretar al “Cuervo” bien cerquita de su arquero.

Con un atildado y sorprendente juego asociado, la visita tomaría las riendas del cotejo desde el primer minuto de partido, ante un Morón que no conseguía hacer pie en el campo de juego, y no precisamente porque estuviese blando por las últimas lluvias. Sólo el despliegue acostumbrado de Martín Granero, alguna escapada de Gastón Sánchez (hasta que una patada descalificadora lo marginara del encuentro, no sancionada con expulsión por un incalificable Ignacio Lupani) o de Mariano Barbieri, aunque más preocupado por bajar a dar una mano en defensa, que proyectarse con decisión en ofensiva; intentaban ganar el control de las acciones, en procura de acompañar al más claro del Gallo por aclamación y, por ende, a la única figura que aportaría un inexpresivo Morón, en especial durante aquellos primeros ’45: Dante Zúñiga, quien desde su regreso de la lesión, ha vuelto a erigirse en el principal motor alternativo de fútbol, cuando como el último martes, el talento de Gerardo Martínez permanece apagado, sin descuidar su enorme prodigalidad y timming, a la hora de quitar y dar el primer pase.

Si bien es de subrayar la asombrosa efectividad de la ofensiva visitante, con dos goles en dos incursiones ofensivas (con la colaboración inestimable de la última línea local), la visita se retiraría a vestuarios con un dos a cero justo, aunque exagerado en los números, y el Gallo en inexplicable deuda, aunque con la sensación que, de retomar el control e imponer condiciones desde lo anímico, y a pesar de las adversas cifras parciales, el partido se hallaba allí, a tiro de la hazaña.

Y bien que la hazaña estuvo a punto de producirse, a partir de un Morón que recuperaría la memoria, pero fundamentalmente la actitud de fechas pasadas, abalanzándose con fiereza y decisión sobre la (ahora visible) endeble última línea visitante, para generar una presión asfixiante sobre el arco rival que, en sólo quince minutos, podría haber torcido el resultado a favor del Gallito, con el descuento de Gonzalo Juárez y con no menos de cuatro o cinco opciones clarísimas de gol, no concretadas en ese lapso, por deficiencias en la definición o la “buena estrella” de un arquero rival, que ahogó providencialmente unas cuantas situaciones a centímetros de la línea de meta, más por obra del azar que de atajadas antológicas o merituables.

Con el correr de los minutos y cuando el cansancio del local, le aflojaría la “soga al cuello” al visitante, que por varios momentos parecía dispuesto a abandonar o solicitar la finalización anticipada del encuentro, otra ráfaga rápida y furiosa de Morón le daría el desahogo del empate tan deseado, nada menos que en los pies de un Ezequiel Cérica, quien por fin podría quitarse la “mufa” de tanto gol malogrado, para el delirio de todo el Oeste y la ilusión por una quimera del triunfo, que ahora estaba al alcance de la mano, y con diez minutos por delante.

Sin embargo, y cuando todo hacía presagiar el final más esperado, para el regreso más feliz a casa, en una contra luego de mucho tiempo, un Fénix agazapado y tan efectivo como afortunado, hallaría un nuevo desnivel, esta vez el definitivo, a cinco del final del partido, en una pelota que nadie pudo sacar del área chica, y que se había iniciado en el enésimo mano a mano perdido por Gonzalo Juárez, ante cualquier futbolista que lo encarara en la personal, vestido con camiseta de rosa.

De allí y hasta el final, a pesar de la voluntad y la actitud encomiable y destacable de todos y el plus de claridad que aportaron el referido Dante Zúñiga (aún golpeado y agotado) y el “Pelado” Esteban González, desde su ingreso en el entretiempo, no habría de quedarle ninguna a Damián Akerman que, más allá de “esa maldita costilla”, fisurada ante Los Andes, en la primera fecha, no ha contado con una sola posibilidad clara de gol, en todo el actual torneo, a excepción de un remate que le contuviera Elías Gómez, a poco de comenzado el cotejo en que Morón cosechara sus primeros tres puntos, ante Barracas Central y en el propio Nuevo Francisco Urbano, en el marco de la cuarta jornada de esta misma temporada de la “B” Metro.

En definitiva, si bien el golpe asestado por Fénix, habría de resultar tan doloroso como insospechado, la defensa titular del Gallo habrá de regresar frente al “Gasolero”, para intentar recuperar la solidez perdida en el último partido y medio. Por lo demás, si bien puede resultar preocupante la actuación del equipo en el comienzo ante el “Cuervo”, a quien le obsequiara nada menos que un tiempo entero, no resulta menos cierto que este mismo equipo necesitó de sólo quince minutos de descanso para recuperar la memoria y retomar la actitud que lo ha llevado a los primeros puestos, y a torcer una impresión en los primeros tres encuentros, que en algún momento, asomó como irremontable.

Si de los golpes duros se aprende, pues este seguramente ha sido una de ellos. Lo que tranquiliza, más allá de la decepción por un resultado, es que el equipo está vivo y ya ha dado sobradas muestras de trocar imágenes adversas y silbidos, por aplausos y rendimientos convincentes. Si este Morón lo hizo una vez, lo podrá volver a hacer una y mil veces. Tengamos fe y paciencia.


(*) Párrafo aparte y marginal en la presente nota, con destino a un puñado de "Amigos Gallos" plateístas: es hora de ser más inteligentes que nunca, no estamos en condiciones de regalar nada o conceder ventaja alguna, deportiva o extra deportiva, y eso implica no correr el más mínimo riesgo de jugar un partido de local, a puertas cerradas... Y si algunos continúan arrojando objetos al campo y a los rivales, vamos camino a una sanción (evitable) de esa índole. Desde nuestro humilde lugar, los llamamos a la reflexión, y los convocamos a que recuperen la mesura y la templanza, por el bien de la institución, en éste, su trance deportivo más difícil y traumático de los últimos trece años. Colaboremos todos, desde nuestro lugar, para que Morón zafe del descenso, regrese el Nacional y sea cada vez más grande..., y para ello es imprescindible modificar actitudes que hoy, lejos de sumar, restan y mucho. Gracias.

Club Deportivo Morón, "el Gallito" (Blog y Facebook).