miércoles, 15 de febrero de 2012

Las Agrupaciones y Peñas, nuestros "únicos héroes en este lío"...

Sabido es que, este fin de semana el Gallo tendrá fecha libre, y ese descanso obligado por el calendario de la "B" Metro, además de "regalarle" al "Gato" Norberto Salvador Daniele y su cuerpo técnico, algunos días más para intentar enderezar el rumbo de un equipo que no sólo no encuentra los resultados que precisa imperiosamente, sino que tampoco halla vestigio alguno de un patrón de juego definido y mucho menos exitoso. Con 22 puntos en 24 fechas efectivamente disputadas (en realidad llevamos 25, pero recordemos la jornada libre de la primera rueda), antepenúltimos en las posiciones generales, sólo aventajando por escaso margen a Tristán Suárez y General Lamadrid, no solamente el sueño del campeonato ha quedado trunco casi desde el mismo inicio del actual torneo (los líderes, Sarmiento de Junín y Colegiales suman 51 unidades y ya nos sacaron 29), sino que asimismo el premio consuelo de la clasificación al Reducido de la temporada 2011/2012, también se aleja jornada tras jornadas, hallándonos hoy a 13 puntos del noveno puesto (el último pasaje en búsqueda de la Promoción), ubicación que hoy ocupa Los Andes.

Mirando la tabla de los descensos, sólo la pésima campaña del recién ascendido General Lamadrid y la complicada situación que enfrenta Sportivo Italiano, parecerían darnos el oxígeno que el propio rendimiento del equipo no suministra, aunque constituye un "bicicleteo" de la agonía hasta el próximo torneo, donde ya no habrá margen alguno para la más mínima equivocación, tanto en la elección del futuro plantel, como en las performances dentro de la cancha, obligándonos a realizar una campaña prácticamente de campeón, para poder sortear con acierto y sin demasiado sobresalto, tanto el descenso directo como la promoción. Por lo pronto, y más allá de los mencionados rivales en esta tan triste y agónica lucha, hoy por hoy el Gallo se sitúa a 9 unidades por encima de San Telmo (el último de los equipos que divide por tres temporadas, como Morón, a diferencia de los referidos Lamadrid e Italiano que lo hacen por uno y dos torneos, respectivamente), a 4 de Tristán Suárez y Témperley y a sólo uno de Los Andes, conjunto que nos podría superar la venidera fecha, la 26° en la que el Gallo deberá quedar libre, con sólo ganarle el sábado a Comunicaciones, en el "Eduardo Gallardón".

Y sabido es también que, cuando no hay fútbol, se recupera por lo general la capacidad de reflexionar más allá del propio fútbol, para poder resaltar, por ejemplo, las tareas con marcada función social, que desde hace un buen tiempo y en absoluto silencio, vienen desarrollando las diferentes agrupaciones y peñas que se han ido formando espontáneamente durante los últimos tiempos en la institución, conciente o inconcientemente para suplir el vacío dejado sin previo aviso, por una dirigencia que hace rato ha decidido dejar al garete (a la deriva) a esta manoseada embarcación, llamada Deportivo Morón, cuya paupérrima faceta deportiva, no es más que la consecuencia directa y la punta del iceberg de una realidad institucional, decididamente agobiante y desesperante.

En este dificilísimo contexto y sin ningún tipo de aporte o cuanto menos estímulo desde lo institucional, centenares de jóvenes han sentido la necesidad de participar y a la vez han sabido reunirse y organizarse con éxito, sin dejarse contagiar por el CAOS y la indisimulada ANARQUIA que caracteriza y reina en la actualidad del club, para pasar del reclamo popular a la acción directa, a partir de una multiplicidad de acciones sociales a pulmón, desde rifas para la compra de elementos necesarios y hoy ausentes, hasta la recolección solidaria de alimentos y calzado para los chicos de la divisiones inferiores con serias carencias materiales, cada grupo con su estilo, su sello y su impronta de trabajo propias.

Así, desde la compra de un tractor para el oficialmente olvidado “Predio Raúl Di Carlo”, hoy funcionando ejemplarmente, a pesar de la desidia y el desinterés evidenciado por la dirigencia, gracias al trabajo mancomunado, laborioso y también silencioso (¿por qué será que, quienes realmente “cumplen”, no necesitan de publicidad alguna y prefieren el perfil bajo del esfuerzo y la dedicación, como cartas de presentación?) de unos pocos que se han “cargado al hombro” el mantenimiento en soledad de ese bellísimo y valioso patrimonio de nuestra institución, con la única colaboración de las mismas agrupaciones y peñas, hasta la edición de numerosos ejemplares de una obra de lectura indispensable para el socio e hincha de Morón, como lo constituye el reciente libro de Don Oscar Ochotorena, con el valor agregado de una presentación estupenda en el “Salón Mariano Moreno” de la Municipalidad de Morón, para melancólico regocijo de la numerosa asistencia, pasando por la referida y trascendente tarea de intentar suplir los faltantes nutricionales de una treintena de jovenes y prometedores valores del Deportivo Morón, que de no contar con dicha ayuda, proveniente únicamente del corazón solidario de socios e hinchas, seguramente deberían abandonar la institución y con ella, su sueño de vestir la casaca del Gallo, quizá algún día, hasta en primera división.

Por todo ello, se llamen “Agrupación Por Siempre Morón”, “Peña Victorino José Vega”, “Peña Haedo, Raúl 'Manteca' López” o “Peña Morón Sur”, y aquí podríamos sumar también y con justicia a sus antecesores, como la “Peña Villa Tesei” y “La Agrupación Por el Gallo”, hoy sinó desarticuladas, por lo menos inactivas, por el cansancio y el desgaste lógicos de haber trabajo en silencio, durante muchos años y en múltiples proyectos solidarios, sin contar con el más mínimo aporte ni el reconocimiento necesario de las anteriores administraciones, estos grupos de jóvenes que han comprendido la magnitud y la profundidad de la crisis actual por la que atraviesa nuestra querida y vapuleada institución, han marcado un sendero y edificado un ejemplo y un modelo de participación, de organización y de gestión, que seguramente en el futuro inmediato contagiarán a muchos más, para multiplicar exponencialmente las cantidad de manos solidarias y de corazones generosos, aunque las próximas clases dirigentes reincidan en el histórico error, y las agrupaciones y peñas actuales y por venir, deban continuar bregando en soledad y sin reconocimiento oficial alguno, en procura de acceder al sueño compartido de un Morón administrativamente ordenado, deportivamente exitoso e institucionalmente modelo.

Un modelo de gestión en la acción que, en definitiva y hoy más que nunca, en la actual coyuntura de severa crisis que atraviesa nuestro club, más de uno debería imitar, con humildad y generosidad, en vísperas de una contienda electoral en ciernes, históricamente determinante para nuestro destino, y sin embargo, lamentablemente mediatizada por la lucha de egos, los personalismos desmedidos y la priorización de las apetencias políticas particulares, en desmedro de los verdaderos, supremos y trascendentes intereses de esta gran pasión que nos hermana: el DEPORTIVO MORON (...Y NADA MAS QUE MORON...).

Los chicos de la "Agrupación Por Siempre Morón", en la presentación del libro de Oscar Ochotorena.

Don Oscar Ochotorena y su obra, con los colores que más ama.
La obra de Don Oscar Ochotorena, financiada por la "Agrupación Por Siempre Morón".

Los chicos de la "Peña Victorino José Vega", durante la última entrega de alimentos para inferiores.

Casi 30 bolsones, con 25 productos de primera marca, hacen un total de más de 600 alimentos.

La familia de Don Victorino Vega (sentado, a la izquierda).

La rifa de la "Agrupación Por Siempre Morón" que permitió la compra del tractor para el Predio.

El "Predio Raúl Di Carlo" ya tiene su tractor...

Las Agrupaciones y Peñas, unidas en una jornada de trabajo en el Predio.

Los chicos de las Agrupaciones y Peñas, unidos en el trabajo solidario.

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