lunes, 18 de marzo de 2024

La "media inglesa", al revés...

Morón volvió a demostrar, una vez más, que tiene una fisionomía de visitante y otra muy diferente de local, para igualar en cero con un pobre Deportivo Madryn, uno de los equipos más flojos de la Zona "B', de la Primera Nacional.

Pese a merecer el triunfo, por iniciativa y empuje, al cabo de 90' "soporíferos", para un rápido y "piadoso" olvido, el Gallo no pudo ni supo pasar de la igualdad a cero, ante un rival candidato al descenso, que estrenando DT (el "Tano", Leandro Gracián), supo abroquelarse con acierto en defensa, desnudando las repetidas falencias del equipo de Nardozza, para imponer condiciones y hacerse fuerte en el Nuevo Francisco Urbano.

Con Facundo López, en lugar del suspendido Brian Machuca y el retorno de Pablo Ferreira, por un lesionado Julián Vitale, tras la "novela" protagonizada por el joven volante central de Morón, el "cerrojo" defensivo de Deportivo Madryn, resultaría indescifrable para un Morón, otra vez sin ideas ni variantes ofensivas para quebrar el cero.

Y es que Morón, salvo en contados momentos, en los que logró acorralar a su rival contra su arco, apenas si pudo generar tres o cuatro situaciones claras de gol, demasiado poco para un equipo que venía de ofrecer otra imagen, en su victoria en Rafaela.

En un primer tiempo con buenas intenciones, pero escasísimos recursos, un Gallo sin las sociedades futbolísticas que necesita para desequilibrar a su adversario, debió recurrir al recurso no habitual del centro para la cabeza de Ezequiel Rescaldani, siempre bien resuelto por una doble línea de cuatro visitante, atenta y expeditiva a la hora del rechazo defensivo.

La temprana ausencia por lesión de Juan Manuel Olivares, de buen partido ante Rafaela, profundizaría los problemas de Morón para generar fútbol, que no sufriría en defensa (por la decisión táctica de su rival de "aguantar" el punto) y al mismo tiempo, evidenciaría la anemia ofensiva de un equipo repetido y previsible, irreconocible respecto del once que se trajera tres puntos merecidos y hasta "épicos" (por el empate transitorio y el arbitraje) de su incursión por el "Monumental" rafaelino.

Con demasiado poco para destacar, de un primer tiempo flojísimo, en el complemento la visita sorprendería con un par de cambios, que lo situarian unos metros mas arriba y con otras ambiciones, "espejismo" que duraría apenas cinco minutos y un par de aproximaciones (ni siquiera, llegadas), hasta que el local se reacomodara en el "raleado" campo de juego, retomando la dinámica aburrida de un Morón impotente y un Deportivo Madryn más que amarrete.

Si apenas un cabezazo de Agustín Gómez al travesaño y un remate de Facundo López rechazado por el arquero, devenidos del buen ingreso de Patricio Núñez, despertarían del "letargo" al público en el Oeste, más lo que podría obligar y generar Agustín Curruhinca, alternando buenas y no tanto.

Para preocupar, las lesiones de Olivares y Nicolás Henry, ya "entre algodones" desde la fecha pasada y la desafortunada jugada en la que Rescaldani, terminaría con una rodilla "averiada", por un rival que se desplomaría encima suyo. 

Ni hablar de la acción que pudo cambiar el curso del resultado, pese a lo pobre de lo demostrado por Morón, con un penal no cobrado en perjuicio de Santiago Sala, tan evidente como las dudas que generaban en la previa, la designación de un árbitro malo y permeable a los "mandados" de AFA, como Julio Barraza, alguien que de no mediar su amistad personal con Beligoy y "Chiqui" Tapia, debería hace rato haber dejado el referato, por el bien del corrompido fútbol argentino.

Y no pasó mucho más, en 90' y pico para un rápido olvido.

Morón cosechó su primer empate en el torneo, en un paupérrimo partido frente al último de su zona.

Eso es lo malo repetido.

Lo bueno?... La próxima fecha vuelve a jugar de visitante.

La vieja "media inglesa", pero al revés.


@elgallogustavo.




sábado, 9 de marzo de 2024

Mejor de visitante, que de local

Morón ganaba merecidamente uno a cero y no pasaba sofocones, en su visita siempre complicada a Rafaela, hasta que a los 13 minutos del complemento, una infracción inexistente de Brian Machuca, derivaría en su errónea expulsión por doble amonestación, condicionando el resto del partido a un equipo de Fabián Nardozza, que tenía todo controlado, ante un rival sin ideas ni sorpresa para buscar el empate.

Pero esa acción, "pecado" de un Álvaro Carranza, árbitro del encuentro, de aceptable desempeño hasta ese momento, en su debut absoluto dirigiendo la Primera Nacional, implicaría un punto de inflexión en el desarrollo del juego, con un Rafaela que recién entonces podría "arrinconar" contra su arco, con más ganas que fútbol, a un Gallo que justificaba la diferencia y de no mediar un par de intervenciones magistrales de Mayco Bergia, arquero local, se hubiese ido al entretiempo incluso con una ventaja mayor en el resultado parcial.

Luego de la derrota con San Telmo, otra vez, en el Nuevo Francisco Urbano y la semana "enrarecida" por la "novela" de Pablo Ferreira, que se ausentara de la concentración previa al cotejo con el "Candombero", por una deuda económica, Fabián Nardozza repetiría el once de inicio ante la "Crema", en un partido que parecía implicar a priori, bastante más que tres puntos necesarios y de visitante.

En los primeros minutos, con mucha marca y pocas acciones de peligro, Morón se plantaría mejor en el campo de juego, con la "manija" de un Juan Manuel Olivares, activo y preciso, como respondiendo a las críticas justificadas tras su muy flojo partido precedente, sumándose a un Gastón González que parece sentarle muy bien ese terreno de juego y a la postre, la figura del encuentro, para entre ambos comenzar a cimentar la superioridad de un Morón, que además contaría con una versión apenas mejorada de Julián Vitale y una partido sacrificado y determinante de Gonzalo Berterame, autor del gol del triunfo y en el segundo escalón de un podio, completado pe Juan Martín Rojas, otra vez decisivo en atajadas vitales para mantener a la visita en ventaja, en especial en el segundo tiempo.

A los 20' de iniciado el pleito y cuando el local se reducía a centros para la cabeza de Lucas Albertengo o Nazareno Funez, Morón comenzaba a hilvanar sus mejores circuitos futbolísticos, avisando con un gran remate desde afuera de Olivares, que el arquero local alcanzara a rechazar sobre el travesaño.

Y a los 23' del primer tiempo, luego de un tiro de esquina desde la izquierda de Gastón González, la pelota al área resultaría rechazada de cabeza y recuperada en la puerta de la misma por Berterame, para que una vez más el "Melli" desequilibre y envíe un de rastrón y con mucho "veneno" al segundo palo, para que Agustín Gómez se redima de sus últimas malas performances y como un delantero, se anticipe a un ex Morón, Francisco Oliver, para empujar el balón al gol y poner uno a cero al Gallo con absoluta justicia.

De allí y hasta el final de la etapa inicial, Rafaela intentaría con empuje, pero sin generarle peligro al arco de Rojas y como contrapartida, Gastón González estaría a nada de anotar dos goles de antología, el primero tomándola de sobrepique, fuera del área, cuyo remate con destino de red apenas podría ser "arañado" por Bergia, y de esa manera desviar su trayectoria para que impacte contra el travesaño y casi en el epílogo, desde su propio campo, colocarla por encima del arquero, apenas ancha.

Ya en el complemento, con Facundo López en lugar de Rodrigo Arciero (amonestado y al borde de la roja, siempre a destiempo y provocando faltas), Rafaela intentaría forzar el desarrollo a su favor, pero un Morón bien plantado y con mejores argumentos futbolísticos, lo reducirían a la mínima expresión, haciendo que la visita imponga su juego y no sufra las urgencias de su rival.

Sin embargo, a los 13' de la etapa final, un debutante Álvaro Carranza, que saldría mucho más riguroso tras el entretiempo (en especial, respecto de las sanciones a la visita), sancionarla una infracción inexistente en favor de Rafaela y con ella, de manera insólita le sacaría la segunda amarilla a Brian Machuca, de correcto partido, al igual que sus compañeros de la defensa, dejando a Morón con un jugador menos y modificando drásticamente el desarrollo del partido.

Con Emilio Lazza y Mariano Bracamonte, en lugar de Olivares y Nicolás Henry (con visibles molestias físicas) y unos minutos más tarde, los ingresos de Santiago Sala y Agustín Curruhinca por Pablo Cáceres y un extenuado Gastón González, Morón dejaría que Rafaela lo presione contra su arco, a base de centros y escasas ideas, esperando el momento justo para liquidarlo de contra, hasta que a los 35', un descuido defensivo le permitiría invertir los roles y poner a Funez de punta por afuera, para ganar la "cuerda" por la derecha y tras su centro bajo, y el rechazo a medias de Rojas, el rebote le quedase servido a Lucas Albertengo para empujar la pelota al empate.

Y cuando parecía que la "noche" se le venía a Morón, de manera injusta, porque hasta el empate tenía sabor a poco, cuando once contra once no había pasado zozobra alguna, una contra letal del Gallo, que sorprendió muy mal parado a Rafaela, terminaría con Santiago Sala de cara al arco y con la posibilidad de ensayar su zurdazo, habilitaría con inteligencia a Gonzalo Berterame, por el centro, para que el incansable siete "bravo" del Gallito, cara a cara con el golero local, lo venciera con un remate bajo, potente e inapelable, para volver a poner justicia en el marcador.

Más allá de los siete (!!) minutos agregados y una atajada magistral de Juan Martín Rojas, evitando un nuevo empate en tiempo cumplido, por un remate "a quemarropa" en el área, del segundo marcador central, Rodrigo Colombo, Morón se quedaría con tres puntos tan necesarios como merecidos, que de no mediar el yerro determinante del árbitro, en la errónea expulsión de Machuca, seguramente lo hubiese conseguido de igual forma, pero sin tanto sufrimiento.

Mejor de visitante, que de local, el Gallo deberá hallar la regularidad que le permita aprender a convivir con la presión en el Nuevo Francisco Urbano, para evitar los vaivenes que lo hacen pasar, del cielo al infierno, en cuestión de apenas una semana.

Y también, evitar la "novelas" internas que enrarecen el clima, máxime en ausencia de palabras oficiales, estableciendo condiciones claras con todos los actores, incluso con el main sponsor que paga cuando quiere y hoy representa tres cuartos del presupuesto mensual.

Regularidad y "patos en fila".



@elgallogustavo.




       📸: Deportivo Morón.



lunes, 4 de marzo de 2024

"Flor de Candombe". Otra vez...

Morón volvió a decepcionar a su gente y desperdició la oportunidad de confirmar la recuperación frente a Chaco For Ever, volviendo a mostrarse como un equipo "largo", inconexo entre líneas, sin contención en el medio y con graves y costosos errores defensivos.

Y es que el Gallo jugó apenas 15 minutos, lapso durante el cual sacó la diferencia inicial con el cabezazo goleador de Ezequiel Rescaldani, a los 5' de iniciado el partido, tras un centro en tres cuartos de Gastón González, quien apenas un par de minutos antes, generó un penal bien sancionado y malogrado contra el travesaño, por el propio González, para luego dejar crecer de manera inexplicable a San Telmo, que una vez más, al igual que en noviembre del año pasado, se sentiría cómodo para manejar el trámite y dar vuelta el resultado, de manera merecida, antes del final del primer tiempo.

Con poco, apenas una "pizca" de orden y de idea colectiva de juego, un modesto "Candombero" comenzaría a "arrinconar" a Morón contra su arco, aprovechando las facilidades de un mediocampo local, con un  muy flojo debut de Julián Vitale como volante central (por la ausencia obligada, a último momento, de Pablo Ferreira), sin compañía de los medios de creación en el retroceso, que además volverían a evidenciar una imprecisión compartida e irremediable, con un pobre partido de quien más se espera, como Juan Manuel Olivares, la innegable voluntad de un Gastón González que no hace la diferencia (tal vez y sólo tal vez, por desgastarse más en rol de contención que en función de creación) y un Gonzalo Berterame que tampoco escatima el esfuerzo, pero con demasiado "barullo" para aportar claridad y que además muchas veces se desentiende de cubrir el carril derecho, tal como ocurriera en el empate visitante.

Por si fuera poco, dentro de un Morón, otra vez sin "brújula" ni fútbol, la defensa volvió a ofrecer su peor versión, con innumerables problemas por los laterales, en especial con un Rodrigo Arciero que da muchas ventajas, una zaga central lenta e insegura y un Juan Martín Rojas que venía de un buen partido en Resistencia, pero ante "Telmo" ofreciera una floja respuesta en los goles (mejorando, eso sí, con un par de salvadas, mano a mano, en el complemento, cuando el Gallo ya estaba "regalado" en defensa).

Y la ofensiva no resulta tampoco la excepción, con Ezequiel Rescaldani, otra vez lejos del área, arrancando demasiado desde atrás, en especial con el equipo en ventaja (cubriendo a veces los vacíos de sus mediocampistas o quizá para poder hacerse del balón), respaldado eso si en sus goles, pero escasamente acompañado por Pablo Cáceres, que con movimientos interesantes, no termina de afirmarse en primera y al parecer, más cómodo por afuera que como referencia de área (el tema es, quién ocupa el punto del penal, si los dos puntas se sienten mejor como externos?), como en aquella jugada del primer tiempo, que tras "apurar" en la salida al arquero visitante y provocar el error, cuando ganó el rebote su remate iría al cuerpo del "1", salvándolo del "blooper" y del 0-2 a la visita.

En ese contexto y con un gol mal anulado a San Telmo, el empate del equipo del Alfredo Grelak resultaba merecido y parecía estar al caer, hasta los 37 de la etapa inicial, en que una buena habilitación por izquierda, al "callejón" solitario, descubierto por Berterame y Arciero, Rodrigo Ayala, el lateral zurdo visitante, llegaría hasta el área sin oposición, para sacar un remate bajo y cruzado al segundo palo, de gran factura, aunque con la sensación que Rojas podría haber hecho algo más.

Si lo de Morón había sido apenas una ráfaga hasta el 1 a 0 y después empezaría a desdibujarse por completo, el empate profundizarla sus dudas y confusiones, tanto es así que casi en el epílogo de la primera etapa, sobre los 44', otro ingreso por la derecha de la defensa local, con escasa cobertura y peor contención, terminaría con una remate bien contenido por Rojas, en primera instancia, su rápida reacción para evitar que alguien empuje el rebote debajo del arco, pero con un rechazo corto que quedaría en poder de José Barreto, el "11" visitante, para colocar la pelota lejos del alcance del arquero, junto al poste izquierdo.

Y es que San Telmo le daría vuelta el partido a Morón, antes del final del primer tiempo, con los atributos mínimos que le faltaron al equipo de Fabián Nardozza para mantener la ventaja tempranera y parcial a su favor: orden, inteligencia, algo de fútbol y en especial, determinación y carácter para conseguir el objetivo.

Tanto es así, que los jugadores de "Telmo" parecían tener otra velocidad y repentización, ganando todos los rebotes y las segundas pelotas, mientras que por el lado de Morón jamás afloraría la rebeldía  para revertir la situación, aún sin ideas, pero con convicción, abusando de los centros sin destino cierto en el complemento y facilitando, de esta manera, la tarea defensiva de una última línea y arquero visitantes, que en apenas 15 minutos, el local había "desnudado" sus falencias y limitaciones, generándole un penal y un gol en 6' de juego, además de aquel "blooper" ya referido del arquero "Candombero", bien "apurado" pero mal definido por Cáceres.

A diferencia de lo sucedido en Chaco, los cambios propuestos desde el banco tampoco aportarían las soluciones buscadas, con flojos ingresos de Patricio Núñez (nuevamente errático con la pelota y tomando malas decisiones, algunas que generaron contras de peligro) y Santiago Sala, con voluntad, pero sin claridad, sumados al escaso aporte de Matías Romero, un Agustín Curruhinca sin el desequilibrio de los partidos anteriores (tampoco lo buscaron demasiado) y lo único para destacar, el debut en primera del juvenil Elías Galli.

Y también los "no cambios", como la decisión de no mandar a la cancha a Mariano Bracamonte, tras su gran ingreso, con gol incluido, hace apenas una semana en Resistencia, máxime teniendo en cuenta el pálido rendimiento de los titulares que se desempeñaron por el sector derecho.

Es que Morón, con el paso de los minutos y la cercanía del final, acumuló hombres de ofensiva, pero sin claridad ni criterio, tanto es así que no lograría generar una sola chance clara de gol en el segundo tiempo, además de encimarse y "chocarse" sus puntas, como en una acción entre Núñez y Sala, por la derecha, que terminarían cruzándose y obstaculizándose entre ambos, de manera involuntaria, en una de las tantas acciones ofensivas que intentaría el local para llegar al empate, de manera repetida y previsible.

En definitiva, un Morón nervioso, como el propio Nardozza, expulsado en el cierre del encuentro, se complicaría solo un partido con ventaja y buenas sensaciones, permitiendo que su rival se agrandara y lo dominara hasta darle vuelta el resultado en 45'.

Igual que en noviembre del año pasado, para quedar afuera del Reducido, frente al mismo adversario y con idéntica "chapa" final de 2 a 1 (y hasta la similitud del gol de Rescaldani para poner en ventaja a Morón), para el merecido festejo de un San Telmo que bien pudo ganar por algún gol más y que su último triunfo de visitante, había sido precisamente en el propio Nuevo Francisco Urbano, en aquella tarde para el olvido.

Pero volvió a suceder. Para dejar a Morón con "flor de Candombe".

Otra vez.


@elgallogustavo.



lunes, 26 de febrero de 2024

El Gallo cantó en Resistencia

Luego del "golpazo" con Defensores de Belgrano, Morón debía recuperarse rápidamente y así lo hizo, repitiendo la resiliencia demostrada en las últimas temporadas, derrotando 2 a 0 y sin atenuantes, de principio a fin, a Chaco For Ever, para rubricar en la historia, además, el primer triunfo del Gallo en Resistencia.

Con la vuelta de Brian Machuca por Emilio Lazza y Gonzalo Berterame en lugar de Patricio Núñez, respecto de la fallida actuación ante el "Dragón", el equipo de Fabián Nardozza salió a ser protagonista desde el pitazo inicial de Fabricio Llobet, fiel a su costumbre, y en poco minutos de juego consiguió imponer condiciones y manejar las acciones, merced a un gran partido de Pablo Ferreira, esta vez mucho más acompañado por sus compañeros del mediocampo, con un gran despliegue y desdoble de Gastón González, Berterame y hasta Juan Manuel Olivares, todos de un enorme sacrificio, a pesar de los 33° grados de térmica, en la tarde-noche chaqueña.

Con el Gallo manejando la pelota, aunque sin profundidad y cerrado bien en defensa, tanto es así que al local sólo le quedaría la opción del remate desde afuera, precisamente por esa vía, Jonathan Dellarosa, el centrodelantero de For Ever, probaría de zurda, generando la primera gran atajada de Juan Martín Rojas, que no tuvo un trabajo a destajo en la noche de Resistencia, pero resultaría clave, con un par de intervenciones, en momentos determinantes del encuentro.

A los 30' de la etapa inicial, Morón tendría su primera doble chance nítida de gol, primero con un desborde desde la derecha de Gonzalo Berterame y el cabezazo a la carrera, de pique al piso, de Rescaldani, que tenía destino de red, de no mediar un "atajadón" de Gastón Canuto, el "1" local y en el rebote, el propio Berterame en inmejorable posición, de frente al arco, la elevaría por encima del travesaño.

Cuando el primer tiempo parecía extinguirse con un empate a cero, con sabor a poco para los merecimientos visitantes, de un rechazo largo de Agustín Gómez y el toque de Pablo Cáceres para abrir por derecha, Ezequiel Rescaldani, se aproximaría al arco y en lugar de buscar su remate, la cambiaría de lado para el ingreso de Gonzalo Berterame, que perfilándose para su diestra, sacaría un "latigazo" fuerte, bajo e inapelable, junto al poste zurdo, para el merecido 1 a 0 de Morón, a los 43' del primer tiempo.

Ya en el complemento, con Facundo López por derecha, en la defensa, reemplazando en el entretiempo a Rodrigo Arciero, en el local, Diego Osella probaría por la banda opuesta, con el desequilibrio de Marcos Giménez, para la cabeza del "grandote" Matías Quiroga y apenas un par de minutos después, una buena combinación entre el ingresado Giménez y el lateral derecho del "Negro", Agustín Bellone, terminaría con el primero de cara a Rojas, que enviaría por arriba del travesaño un remate fortísimo que tenía destino de inmerecido empate.

Más allá de ese sofocón inicial del segundo tiempo, Morón volvería a controlar las acciones del partido, más tarde con los ingresos de Matías Romero (un ex For Ever) por un lesionado Rescaldani y minutos después, con Mariano Bracamonte, Agustín Curruhinca y Santiago Sala, en lugar de Gastón González, Gonzalo Berterame y Pablo Cáceres, cambios a la postre fundamentales para cerrar el resultado del partido.

Por si fuera poco, para el local, su volante central, Maximiliano Romero, que venía "caminando por la cornisa", desde hacía algunos minutos, le puso una "murra" fenomenal desde atrás, a Curruhinca (que otra vez entró muy bien) y lógicamente se ganó la segunda amarilla y consecuentemente la expulsión de Fabricio Llobet, de correcto arbitraje, a los 32' de la etapa final.

Tres minutos más tarde, una gran combinación por derecha entre el mencionado Curruhinca y Mariano Bracamonte, terminaría con el ex UAI Urquiza, rematando seco y cruzado, al palo más lejano del arquero, para el 2 a 0 del Gallo, desde los pies de alguien que sin demasiadas chances en el pasado, supo ir a préstamo (al igual que Sala, otro de buen ingreso) para ganar minutos en una categoría inferior, para crecer como futbolista y volver mejor, con humildad y perseverancia.

De allí y hasta el final, Rojas no pasaría zozobras, con una buena tarea de la defensa en general y del propio "Yacaré" y Brian Machuca en particular, con un auténtico partidazo de Pablo Ferreira, la figura de la noche, esta vez no tan solo como una semana atrás.

Ganó muy bien, Morón en Chaco y se recuperó rápidamente del "golpazo" con Defensores.

Solvente en el juego, minimizando errores y resiliente, que no es poco.

Ahora, a devolver el "Candombe", de la última fecha de la temporada 2023.

El Gallo cantó en Resistencia.


@elgallogustavo.



      📸: Deportivo Morón.


domingo, 18 de febrero de 2024

Triste (muy)

Tristeza.

Entre tantos adjetivos que se vienen a la mente, tras un 0-4 de local, el que predomina y se instala en el ánimo, con mayor fuerza, es el de: tristeza.

Y es que Morón fue una “lágrima”, a lo largo de los 90’, sin fútbol (que, aunque parezca contradictorio, resultaría lo menos grave), pero también sin actitud ni rebeldía, ni vergüenza deportiva para emparejar las diferencias con su contrincante, que tampoco se trata del Real Madrid, sino de un módico aunque bien trabajado Defensores de Belgrano, y que además disputó cada pelota como si fuese la última y el partido se jugase en el “Juan Pasquale”.

Con los cambios iniciales de Emilio Lazza en lugar de un lesionado (¿) Brian Machuca en defensa, de Patricio Núñez por Gonzalo Berterame en el medio y de Pablo Cáceres en reemplazo de Santiago Sala (con los refuerzos, Jonathan Cañete y Matías Romero en el banco), Morón no encontró jamás el rumbo del partido, tanto es así que hasta la apertura del marcador, a los 37’ de la primera etapa, la visita nos “hacía precio”, con un remate en el travesaño y otro despejado por Juan Martín Rojas, además de un claro penal no cobrado por Emanuel Ejarque, de Agustín Gómez a Ezequiel Aguirre y hasta un gol anulado por un off side más que dudoso.

Con una defensa dubitativa e insegura, mucho peor que lo evidenciado por momentos frente a Almagro, un mediocampo frágil en la contención, con un solitario y desbordado volante central (Pablo Ferreira) y algunos medios de buen pie, pero que si no se hacen de la pelota, el equipo no sólo se resiente en la creación, sino también en el retroceso, el Gallo le facilitó las cosas muchísimo a su rival, que además le impuso una intensidad y convicción de la que careció el elenco de Fabián Nardozza.

Apenas una escapada de Cáceres, que definiría al cuerpo de Ignacio Pietrobuono, resultaría lo mejor de un Morón “largo” e inconexo entre líneas, apenas con el aporte impreciso de Gastón González, y la ausencia sin aviso de Juan Manuel Olivares, sumado a la magra presentación desde el inicio del “Pato” Núñez, en la derecha, sin desborde en ataque ni oficio en la marca.

Un empujón no sancionado en perjuicio de González, en el círculo central, derivaría en el desequilibrio por derecha de Aguirre y el centro preciso para la cabeza de David Sayago, en el punto del penal, que beneficiado por un Agustín Gómez que en lugar de atender la trayectoria de la pelota, se daría vuelta para ver la ubicación del delantero, perdiendo por completo la ubicación de una y otro, para que el “9” tuviese tiempo de colocarla bien lejos de Rojas, para el 1 a 0 de “Defe”.

Por si fuera poco, a los 44’ de la primera etapa, entre Rodrigo Arciero y Gómez no podrían evitar una pared en el ingreso al área, fallando en todos los intentos de quite, tanto es así que, pese a caerse unos segundos antes, Patricio Moyano tendría la chance de dar el pase desde el piso, levantarse e ir a buscar la descarga de Aguirre, para quedar solo y mano a mano con Rojas, venciéndolo con un remate bajo y cruzado al palo izquierdo, para el 2 a 0, que era justo.

A la vuelta del entretiempo, Nardozza intentaría “quemar las naves”, partiendo al equipo más de lo que ya estaba, haciendo ingresar a Agustín Curruhinca por Núñez y a Sala en lugar de Ferreira.

Lástima que el intento no tuviese siquiera tiempo de ser puesto en práctica, puesto que en un par de minutos del complemento, los “horrores” defensivos, sumados a la ausencia de medios, harían que el “Dragón” se pusiera 4 a 0 en un suspiro.

Primero a los 5’, luego de un cambio de frente de Ezequiel Aguirre, que hallaría solo a Patricio Moyano por el sector opuesto y su centro, rechazado hacia dentro del arco por Lazza y el rebote en Rojas, le quedaría “servida” a David Sayago para “puntear” el tercer gol de la visita y el segundo de la cuenta personal del ex Independiente de Avellaneda.

Y sólo tres minutos más tarde, a los 8 del complemento, una “peinada” que deja al “Topo” Aguirre (una de las figuras de la cancha, junto a Moyano y Sayago, todos en la visita, lógico) mano a mano con Agustín Gómez, por derecha, para que el capitán de Defensores se anticipe y con la punta del botín la impulse junto al palo, con una reacción escasa de Juan Martín Rojas… para el 0-4 con 37 minutos por delante.

De allí y hasta el final (con Jonathan Cañete y Martín Romero en lugar de Olivares y Cáceres), Morón tendría un par de tiros libres en los pies de Ezequiel Rescaldani y Gastón González, gracias al “atrevimiento” y verticalidad de Curruhinca, más una muy clara de Santiago Sala, casi en el epílogo, que Pietrobuono evitaría con una gran atajada.

Muy, pero muy poco para un equipo que fue una “sombra” dentro del campo de juego, cayendo con Defensores de Belgrano tras diez años y generando la derrota más abultada en el Nuevo Francisco Urbano: nunca, desde su inauguración en 2013, Morón había sufrido una derrota por cuatro goles de diferencia, en su nueva “casa”.

Tristeza.

Y no sólo por lo que ocurrió (o mejor dicho, no ocurrió dentro del campo de juego), sino por situaciones del afuera, que siempre, de una u otra manera terminan repercutiendo en el “ambiente”, como el repetido atraso en los sueldos, medio aguinaldo y vacaciones de los empleados (que además están sin obra social y perdieron el acceso a ayudas oficiales, como el salario familiar), además de medidas tan insólitas como arbitrarias e ilegales, tal como exigir que los periodistas de medios partidarios que ocupan cabina, tengan que asociarse a partir de marzo, para poder cumplir con su función profesional y su labor de informar.

Triste. Muy.

 

@elgallogustavo.



      📸: Deportivo Morón.


domingo, 11 de febrero de 2024

Derrota y "deja vu"

Tras el categórico 3 a 0 en el debut, Morón tenía la chance de revalidar sus buenas sensaciones de la fecha inaugural, visitando a Almagro en el “Tres de Febrero”.

Sin embargo, en una suerte de “deja vu” de la temporada pasada, el Gallo pagó caro errores defensivos no evidenciados una semana atrás, cayendo 2 a 1 con el “Tricolor” de Villa Raffo, en un partido que bien pudo y mereció empatar, pero la solvencia del veterano Nereo Champagne, resultaría fundamental para que el local festeje su primer triunfo en el campeonato.

Repitiendo el once inicial frente a Brown de Adrogué, en los primeros minutos el equipo de Fabián Nardozza intentaría imponer condiciones, a partir de sus “sociedades” en el medio, con Gastón González y Juan Manuel Olivares como “abanderados”, frente a lo cual Almagro opondría la superioridad numérica de su “doble cinco” de marca, con la actuación sobresaliente de la figura de la cancha: el “inoxidable” volante central, Luis Jerez Silva.

En un primer tiempo parejo y disputado, el local hallaría algunos “huecos” por la banda izquierda de su ataque, a espaldas de un Gonzalo Berterame que sorprendería “recortando” hacia el centro, para dejar el andarivel diestro en los pies de Gastón González, a la postre el mejor de la visita y autor de un golazo para el empate transitorio.

Como contrapartida, un Morón demasiado “largo” entre líneas, aún así desnudaría debilidades defensivas de su rival, como sucediera promediando la etapa inicial, en la más clara del partido hasta ese momento, a partir de un desborde y buen centro desde la derecha de González y el cabezazo solo, en el punto del penal, de Santiago Sala a las manos de Nereo Champagne.

Así las cosas y cuando Morón parecía ir inclinando poco a poco el desarrollo a su favor, Franco Vedoya ganaría el andarivel zurdo, para habilitar por el centro la diagonal del “10”, Juan Sebastián Mendoza, que apareado en la carrera por Agustín Gómez y ante la “barrida” imprudente del capitán del Gallo, en plena área y cuando el volante local se alejaba cada vez más del arco de Rojas, simularía un contacto inexistente, “comprado” por Felipe Viola, el ignoto árbitro del encuentro.

Un par de minutos más tarde, a los 35 de la primera mitad, el mismo Mendoza se haría cargo del penal, colocando la pelota sobre el palo diestro, de un Juan Martín Rojas que se jugaría sobre su izquierda, para adelantar en el marcador a Almagro, en el mejor momento de Morón en aquél primer tiempo.

Camino al entretiempo, quedaría la polémica por la no expulsión del autor del gol, que estando amonestado, debió haber recibido la segunda amarilla y en consecuencia la expulsión, tras su festejo trepándose al alambrado de la tribuna local.

Al regreso de las duchas, en otra tarde “infernal” de calor, Nardozza metería mano en el equipo y haría ingresar a Matías Romero en lugar de Sala y Patricio Núñez por Berterame, siendo está última modificación fundamental para cambiarle la fisonomía al equipo, ya que el “Pato” se asociaría a González y Olivares, para que la visita comenzara a inclinar la cancha en procura del empate.

Algo que conseguiría a los 13 del complemento, ya con sobrados merecimientos acumulados, luego de una buena jugada de Núñez, la habilitación y el desborde por izquierda de Nicolás Henry, su centro que resultaría rechazado sobre la derecha, fuera del área, para que Gastón González la parase de pecho y con un derechazo magnífico la “colgara” del ángulo superior izquierdo del arco de Nereo Champagne, para el 1 a 1 de la visita.

Pero… (y es que con Morón, siempre parece haber un “pero”), cuando parecía que el partido estaba “a pedir” de Gallo, cinco minutos más tarde, a los 18 de la etapa final, Nahuel Basualdo, el lateral derecho de Almagro, se vestiría de Javier Zanetti o de Nahuel Molina, en los cuartos de Qatar, frente a Holanda, para recoger la pelota en el medio, ganarle en la corrida a Olivares y aprovechando un “cajón del medio” sin oposición a la vista, encarar con pelota dominada rumbo al área, eludir con caño incluido la salida intempestiva y lejana de Brian Machuca, y mano a mano con Rojas, ubicarla con clase junto al caño zurdo, para coronar una auténtico golazo para el 2 a 1 de Almagro.

Con la necesidad de ir a buscar otra vez el empate, Nardozza mandaría a la cancha a Agustín Curruhinca (otra vez, encarador y de buen rendimiento), sacrificando a Pablo Ferreira en el medio, y sobre los 27 de la etapa complementaria, David Puca le metería un “patadón” tremendo a Gastón González, para recibir la roja directa y permitirle a Morón ilusionarse con llevarse un punto.

Y podría haberlo logrado, de no mediar un par de intervenciones fundamentales de Champagne o la escasa fortuna (por centímetros) en remates desde afuera del área, puesto que el “1” local se lo negaría a Rodrigo Arciero y Curruhinca, y las voleas y remates de González y Núñez se irían sacándole “astillas” a los postes locales.

Con Mauro Schönfeld y el debut de Jonathan Cañete, de interesantes movimientos, por Brian Machuca y Nicolás Henry, en los minutos finales, dejarían a Almagro la posibilidad de sentenciar el resultado en un par de contras, con un Morón jugado en ataque, las más claras en los pies del ingresado Juan Cruz Giacobe, una mal definida y la otra bien contenida por Juan Martín Rojas.

Sin tiempo para más, Morón se iría del “Tres de Febrero “ con las manos vacías, cuando bien pudo y mereció traerse al menos al punto, pero errores defensivos puntuales, a diferencia del buen rendimiento de su última línea en el debut, lo privaron de sumar en su primer duelo de visitante.

Ahora, a ajustar “clavijas”, pensando en la recuperación ante Defensores de Belgrano, en el Oeste, dentro de una semana.

Derrota y “deja vu”.

 

@elgallogustavo.


      📸: Deportivo Morón.



domingo, 4 de febrero de 2024

"Trico...ta" en el debut

Y después de tanto tiempo, Morón justificó la espera, con un debut "soñado", como hace muchos años el Gallo no registraba en una fecha inaugural, en condición de local.

Y no sólo por el 3 a 0 final, a un siempre "chivo" e incómodo Brown de Adrogué, sino por una actuación sólida, convincente y contundente, tanto en lo individual como en lo colectivo, que más allá de la tempranera ventaja inicial, hicieran que el partido sea casi un monólogo del equipo de Fabián Nardozza.

Con Juan Martín Rojas en el marco, Rodrigo Arciero, Brian Machuca, el capitán Agustín Gómez y Nicolás Henry en defensa, Pablo Ferreira (de gran partido, confirmando una vez más su enorme proyección) unos metros por delante de una línea de medios conformada por Gonzalo Berterame por derecha, Gastón González en el centro y Juan Manuel Olivares por izquierda (aunque cambiando posiciones con el regresado "Melli") y Santiago Sala y Ezequiel Rescaldani en ofensiva, Morón intentó imponer condiciones desde el inicio, a partir de la presión alta y la vocación por el arco de enfrente.

Así las cosas, apenas iniciadas las acciones, un remate al arco de Olivares (intacto en su categoría), rebotaría en la defensa y tras el intento fallido de rechazo, con "pifia" incluida de Mauro Luque, el lateral diestro visitante, la pelota le quedaría servida a su "colega", Rodrigo Arciero, que definiría como delantero, para el 1 a 0 de Morón, que comenzaba el torneo con el "pie derecho" (del "4" del Gallito).

Tras la ventaja del Deportivo Morón en el "amanecer" del encuentro, lejos de replegarse y propiciar que la necesidad del visitante manejase los tiempos del partido, en una tarde insoportable de calor, pese a ello y como siempre, a estadio lleno, el "Tricolor" de Adrogué jamás hallaría los caminos para complicar a una segura defensa local, más aún, siendo el Gallo quien comenzaría a acumular situaciones de gol para aumentar el resultado, en los pies de Berterame, de González, de Olivares y de Santiago Sala.

El conjunto de Pablo Vicó, sólo podría asumir el protagonismo de las acciones, en el último tercio del primer tiempo, más por acción del calor y el lógico cansancio local, que por méritos futbolísticos propios, generando apenas un par de centros, bien conjurados por Rojas o los defensores o, en un par de ocasiones, mal definidos por los delanteros visitantes.

Ya en el complemento, Morón volvería a tomar las "riendas" del cotejo, provocando en un puñado de minutos, más zozobra que la visita en su mejor cierre de la primera etapa, hasta que a los doce del segundo tiempo y tras una infracción a Olivares en el borde del área grande, un Rescaldani "vestido de Messi", colocaría la pelota como con la mano, lejos de la mirada del arquero, para marcar un golazo de tiro libre y empezar a sentenciar en el resultado, un triunfo justificado mucho tiempo antes en el desarrollo.

El 2 a 0 terminaría por desarticular las escasas intenciones de la visita y era cuestión de "ajustar la mira" para que el partido comience a dibujar una goleada.

Los ingresos de Matías Romero, Agustín Curruhinca (de promisorio debut, encantador y desequilibrante), Emilio Lazza y Patricio Núñez terminarían por evidenciar una supremacía futbolística de Morón, por momentos abrumadora, tanto es así que en tiempo adicionado, de otra infracción en perjuicio del "Mago" Olivares, su centro y rechazo imperfecto inicial, derivaría en el capitán, Agustín Gómez, que de derecha y al palo más lejano del arquero, definiría también con la tranquilidad de un delantero, para el 3 a 0 final de Morón sobre Brown de Adrogué.

La espera valió la pena.

"Trico...ta" en el debut e ilusión más que en marcha.


@elgallogustavo.



       📸: Eduardo Fabián Acuña.